Política

Ramón Lanús: “Era hora de hacer el ajuste y si a Milei le sale bien, Argentina saldrá adelante”

Ramón Lanús, intendente de San Isidro (Matías Rondinella, San Isidro) (Matias Rondinella/)

Cuando Argentina recuperó la democracia, en 1983, Melchor Posse se convirtió en intendente de San Isidro. En ese momento, Ramón Lanús (44) tenía cuatro años. Había nacido en mayo de 1977 en ese municipio del norte del conurbano de Buenos Aires. En 1999, el jefe comunal de la UCR fue sucedido por su hijo Gustavo Posse, que gobernó por 24 años consecutivos hasta 2023. Por primera vez en 40 años, el distrito es gobernado por un apellido distinto: el del propio Lanús, que enfrenta el desafío de gestionar un lugar tras cuatro décadas de una especie de marca registrada en la política sanisidrense.

En un hueco de su agenda, Lanús recibe a Infobae en su despacho en la intendencia de San Isidro. Durante 40 minutos de reportaje, habla sobre las prioridades de su administración, su mirada de la provincia y del gobierno nacional y, además, sobre el presente del PRO, espacio al que pertenece.

Lanús forjó su carrera política dentro del partido que fundó Mauricio Macri. Abogado de profesión, durante cinco años fue funcionario de la Ciudad de Buenos Aires. Y entre 2015 y 2019, en la presidencia del líder del PRO, se desempeñó como presidente de la Agencia de Administración de Bienes del Estado. El año pasado llegó a la intendencia de San Isidro tras imponerse en las PASO de Juntos por el Cambio a Macarena Posse, hija de Gustavo y nieta de Melchor.

“Milei es un gran llamado de alerta y una oportunidad para que el PRO vuelva a las bases”, reflexiona el intendente mientras se ceba un mate, durante la conversación con Infobae. Respecto al Gobierno nacional, no duda en reconocer la sintonía ideológica y manifestar apoyo. “Veo con enorme satisfacción cómo el presidente Milei está llevando la discusión pública a lugares donde antes era tabú o no se podían discutir determinados preconceptos”.

— Intendente, usted buscó durante mucho tiempo gobernar San Isidro. Y siempre está ese dilema de la diferencia enorme que es una carrera política hacia un Ejecutivo respecto a la responsabilidad que implica tomar decisiones de gobierno. ¿Cómo se encuentra hoy con este nuevo rol? ¿Y cómo encontró al municipio?

— Todos los días doy gracias a Dios de la responsabilidad que tengo. Todos los días veo la certeza, la confirmación de todas las cosas buenas que estamos haciendo y que vamos a seguir haciendo en San Isidro. Todos los días soy consciente o veo en ejemplos concretos la necesidad que hubiera un cambio en San Isidro. Es una gestión que llevaba mucho tiempo y eso naturalmente se va oxidando. La gestión tiene un modelo y un formato de trabajo que tiene que ver con otra época, con otro momento histórico del mundo y de la Argentina y creo que estamos llevando a San Isidro a ser la ciudad más moderna del mundo. Queremos ser punta de lanza y tenemos las condiciones para serlo. Así que muy contento. Con una enorme responsabilidad. Y obviamente con la ansiedad propia del que quiere hacer muchas cosas, está arrancando y no todo lo podés hacer inmediatamente.

Ramón Lanús, intendente de San Isidro
Ramón Lanús en su despacho en la municipalidad de San Isidro (Matías Rondinella, San Isidro) (Matias Rondinella/)

— ¿Cuáles son los principales desafíos como intendente en un municipio que cuando uno mira el mapa de la provincia, centralmente el Conurbano, tiene quizás otras prioridades comparado con otros que tienen situaciones de vulnerabilidad mayor?

— La primera prioridad, que lo dijimos en campaña y entonces nos gusta ser consistentes, tiene que ver con dar respuesta al problema de la seguridad en San Isidro. Nosotros en campaña dijimos que sobre muchas cuestiones del municipio no teníamos muchas cosas que decir pero que teníamos una mirada distinta en materia de seguridad. El anterior gobierno municipal decía que la seguridad era un tema de la Provincia de Buenos Aires y que el rol del municipio era secundario. Yo quiero que el municipio sea protagonista en la solución del principal problema que tienen los vecinos de San Isidro. Con lo cual mi primera prioridad y en la que estamos trabajando estos tres meses y vamos a seguir trabajando los cuatro años tiene que ver con armar un sistema de seguridad que esté al nivel de los mejores municipios del Conurbano que han trabajado en esta materia que para mí son San Miguel en la Provincia de Buenos Aires y Vicente López. Son dos municipios que tienen un estándar en materia de un sistema de seguridad municipal que los pone de punta de lanza. Nosotros queremos estar ahí arriba. Hacernos cargo del problema de la seguridad y dar respuesta.

— Asumió la gestión en un municipio después de cuatro décadas de gobierno de los Posse, recientemente de Gustavo Posse. ¿Qué se encontró?

— Un municipio que tenía un “muy lejos”.

— ¿A ver?

— Cualquiera que pasa por acá, compara con otros municipios y dice “San Isidro está bien”. Y obviamente porque San Isidro tiene condiciones de borde que lo ponen en una situación única en el Conurbano. Pero cuando te acercas, era una gestión que estaba estancada, que estaba vieja. Recibimos el municipio con más de 8.000 millones de pesos en deudas. Un municipio que estaba ya manejado me parece con piloto automático.

— ¿Qué piensa respecto a las reelecciones indefinidas y a la alternancia en el poder?

— Creo que la alternancia en las posiciones ejecutivas es valiosa. Porque es natural que uno vaya perdiendo la energía. La energía que tengo hoy creo que es imposible tenerla dentro de 10 años. Y acá había una gestión que, más allá del cambio del padre al hijo, llevó 40 años y había personas que estaban desde la primera etapa. Hacía falta un cambio. Hacía falta ideas nuevas. Hacía falta desafiar el statu quo digamos y entender que la gestión de San Isidro tiene que estar alineada a los cambios que nosotros estamos viendo y queriendo ver en Nación. O sea, acompaño desde el punto de vista filosófico, ideológico, las transformaciones y el desafío al sistema y al statu quo del gobierno del presidente Milei y creo que nosotros en otra escala tenemos que hacer lo mismo acá en San Isidro.

Gustavo Posse, ex intendente de San Isidro entre 1999 y 2023 (Crédito: Santiago Saferstein)
Gustavo Posse, ex intendente de San Isidro entre 1999 y 2023 (Crédito: Santiago Saferstein)

— ¿Tiene diálogo hoy con el ex intendente Posse?

— Tengo diálogo. Hace un par de meses que no hablo pero tengo buena relación con él. Y hay temas que tienen que ver con San Isidro que durante toda la transición tuvimos varias reuniones de trabajo con él y con su equipo. Hay concejales que trabajan con Gustavo Posse y que están en el Concejo Deliberante con los que conversamos y discutimos temas. Mi relación institucional con él es buena.

— Juntos por el Cambio trabajó mucho para la elección nacional y la provincia. No lo logró. Le toca llevar su gestión con un gobierno provincial adverso. ¿Cómo es la relación con la gobernación? ¿Tiene diálogo con el gobernador Axel Kicillof?

— Al día de hoy, no he tenido la posibilidad de tener reuniones con el gobernador Kicillof en particular.

— ¿Ha pedido una reunión?

— Al principio. Pero no por falta de interés de él, no volví a insistir. Así que no quiero poner un cargo sobre el tema. Sí tuve muchas reuniones con funcionarios de primer nivel del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Con el ministro de Seguridad de la provincia, con el director general de escuelas, con el ministro de Obras Públicas de la provincia. Y te diría que estamos tratando de tener un sistema de trabajo en el cual más allá de las diferencias políticas podamos anteponer los intereses de los vecinos de San Isidro por sobre la mirada política del intendente en mi caso y del gobernador en el caso de él. Y lo estamos haciendo bien, yo hasta hoy puedo decir que estoy teniendo una relación razonablemente, institucionalmente sana con la Provincia de Buenos Aires que prefiero o voy a trabajar para que siga de esa manera porque creo que es lo que merecen nuestros vecinos más allá de que yo desde lo ideológico tengo una diferencia muy profunda con el gobierno de la provincia de Buenos Aires.

Axel Kicillof comenzó su discurso con fuertes críticas al presidente Javier Milei
Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires

— Y si esa gestión o esa historia en su mirada es negativa, ¿por qué le parece que ha prosperado el peronismo con una hegemonía en la provincia que se interrumpió cuatro años, con María Eugenia Vidal, pero que ha sido mayoría desde el regreso a la democracia?

— Es una buena pregunta. Seguro, en primer lugar, porque nosotros no hemos sabido muchas veces representar el voto de aquellas personas que, poner en evidencia representar el voto de los que no acompañan el gobierno peronista. O sea, la fragmentación de la oposición al peronismo muchas veces fue funcional a que el peronismo siga gobernando la provincia de Buenos Aires. El año pasado si hubiéramos ido, o sea, el sistema electoral te ordena la cuestión. Digamos, el problema que el presidente se elija el mismo día que el gobernador hace que las alianzas que vos tejes a nivel presidencial vayan en contra de la posibilidad de construir una propuesta electoral en la provincia de Buenos Aires que te permita construir una mayoría. En la provincia de Buenos Aires si el año pasado las elecciones hubieran sido en otras fechas entre presidente y gobernador podríamos haber competido con La Libertad Avanza en la categoría presidencial pero haber tenido una propuesta unificada en la categoría gobernador. O sea, lo digo de otra manera, parte son errores propios definitivamente y es el desafío que tenemos de corregir. Siempre hay parte que tiene que ver con los errores propios. Parte tiene que ver con un sistema que está diseñado institucionalmente para que continúen los mismos de siempre.

— En ese sentido ¿piensa que la provincia de Buenos Aires debería institucionalizar a través de una ley que la elección sea siempre desdoblada respecto a las presidenciales?

— No tengo dudas, te diría que hay dos reformas que hacen falta en la política de la provincia de Buenos Aires que yo creo que le agregarían mucho valor y empezarían a generar las condiciones para que la provincia empiece a mejorar. La primera es que haya una fecha distinta para elegir gobernador y que no dependa de que cada instancia política se defina en función de si al gobernador le conviene o no, que esté fijada por ley una fecha determinada y todos los años cada cuatro años se defina el gobernador en una fecha distinta que el presidente. Quitarle al político la posibilidad de especular con la fecha de la elección, desdoblar o no desdoblar. Lo primero para mí es eso, que los problemas de la provincia de Buenos Aires se discutan en un día distinto del que se discuten los desafíos o problemas del gobierno nacional.

— Como dirigente del PRO desde hace muchos años, ¿cómo ve la situación del partido después de la derrota del año pasado? ¿Qué rol debe tener hoy?

— Quiero ser parte de un proceso político que lleve a que el PRO vuelva a tener una identidad política clara. Creo que parte de los problemas que tuvo nuestro espacio político es que quisimos representar a todos. Y cuando querés representar a todos perdés consistencia y perdés atractivo. Entonces yo lo que te diría es nuestro partido necesita una definición ideológica clara donde nuestro votante pueda ver y resuene con esa definición clara desde lo ideológico. Y creo que eso es un proceso en el que estamos hoy en día y creo que también tenemos el desafío de ser distintos. O sea, muchos de nosotros o durante un proceso político que llevó más de 20 años nos fuimos convirtiendo en más de lo mismo y creo que tenemos un mandato.

Mauricio Macri, presidente del PRO y ex Presidente de la Nación (EFE/ Juan Ignacio Roncoroni)
Mauricio Macri, presidente del PRO y ex Presidente de la Nación (EFE/ Juan Ignacio Roncoroni) (Juan Ignacio Roncoroni/)

— ¿Y piensa que el PRO se tiene que integrar a La Libertad Avanza o debe conservar autonomía?

— Creo que lo de Milei es un gran llamado de alerta y una oportunidad para que el PRO vuelva a las bases. Vuelva a ser disruptivo en la política argentina como lo era hace 20 años en el 2002, 2003, 2004. 2005 nace el PRO. Donde realmente el PRO representaba algo disruptivo en el sistema político argentino. Yo creo que eso lo fuimos perdiendo y hoy tenemos la oportunidad con el liderazgo de Mauricio como presidente del partido en el partido a nivel nacional y también con la presidencia de Patricia Bullrich como presidenta de la asamblea de delegados del partido nacional a representar una identidad ideológica clara, nosotros somos esto. Y eso es lo que nos vincula con el gobierno de Milei, que la convergencia no es un tema de estrategia o de especulación, es en mi caso y creo que en el caso de Macri y de Patricia Bullrich convergencia ideológica. Es afinidad de criterios y la convicción de que lo que hace falta en la Argentina es romper con el statu quo y terminar con un sistema que fue capturado por un montón de corporaciones, un montón de privilegios, que hoy hacen a la Argentina inviable y que es parte de la pelea que está dando el presidente Milei.

— ¿La convergencia en un frente electoral con La Libertad Avanza de cara al año que viene es inevitable?

— Prefiero no adivinar cuál va a ser el esquema electoral que nos permita trabajar juntos. Lo que yo sí creo es que nosotros tenemos el mandato de ser fieles a nuestros votantes. Y nuestros votantes están acompañando y apoyando el gobierno del presidente Milei y yo como dirigente del PRO tengo que estar ahí también apoyando y acompañando el gobierno del presidente Milei para que le vaya bien. Tenemos una oportunidad enorme para sacar a la Argentina de este proceso decadente y tenemos que estar ahí bancando. Y yo quiero ser parte de eso. El lugar veremos, falta tiempo, pero para mí el lugar no determina, el cómo no cambia el qué y yo tengo la convicción firme, clara, de apoyar este gobierno para que a este gobierno le vaya bien porque también sé lo que fue la alternativa. Los problemas que hoy estamos viviendo, lo mal que la está pasando la gente hoy tiene que ver con que el gobierno, uno de los peores gobiernos que tuvo la Argentina, Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa como ministro de Economía. La irresponsabilidad absoluta de despilfarrar dineros públicos con tal de ganar votos.

Ramón Lanús respaldó al presidente Javier Milei (AP Foto/Natacha Pisarenko)
Ramón Lanús respaldó al presidente Javier Milei (AP Foto/Natacha Pisarenko) (Natacha Pisarenko/)

— ¿Se consideras un intendente oficialista?

— Me considero un intendente que ve con mucha ilusión muchas de las cosas que hoy está haciendo el gobierno y que está decidido a acompañarlo y a decirlo públicamente. Yo salí a bancar hace poco porque lo pienso de verdad el aumento de lo que pagamos los intendentes, los municipios, por los servicios. San Isidro pasó de pagar 50 millones de pesos en luz a más de 200. Bueno, a mí me parece que tenemos que pagar lo que valen los servicios. Cuando no pagas los servicios lo que valen por mucho tiempo eso genera déficit y el déficit genera inflación. Me gusta ser coherente con lo que pienso y hoy este gobierno está tomando muchas medidas que creo que había que tomar y entonces me gusta decirlo públicamente y poder acompañar desde mi lugar para que ese proceso tenga éxito. Si soy oficialista o no es una pregunta a ellos más que a mí.

— En ese sentido, ¿qué piensa de la convocatoria a una rebelión fiscal que propuso José Luis Espert en la provincia de Buenos Aires y que avaló el presidente Milei?

— Te diría que lo miro desde dos lugares. Desde lo institucional no estoy de acuerdo, creo que es peligroso y creo que los impuestos hay que pagarlos y es parte de generar las condiciones para que en la Argentina empecemos a vivir en un país normal. En todos los países del mundo se determinan una serie de impuestos y hay que pagarlos. Creo que la contracara de eso es que obviamente el contexto que vive la Argentina es un contexto de mucha fragilidad y el impuestazo que se aprobó en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires y que aplicó el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires para mí fue excesivo en este contexto. Pero esa bronca que uno puede tener por creer que ese aumento de impuestos es excesivo a mí por lo menos no me lleva en mi rol de intendente, institucional, a pedirle a la gente que no salga a pagar esos impuestos. Me parece que no es la salida. Me parece que la salida es trabajar para construir las mayorías en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires para que ningún gobierno, ni éste ni otro, tengan la posibilidad de aprobar esos tremendos impuestos.

— ¿Lo conoce a Milei, ha hablado con él?

— Nunca. Nunca. Al ser una persona que se sumó a la política desde otros lugares, en el último tiempo no tuve la posibilidad de conocerlo. Sí conozco a mucha gente de su gobierno.

Ramón Lanús con Mauricio Macri
Ramón Lanús y Mauricio Macri

— ¿Tiene interacción con el gobierno nacional?

— Con muchas áreas sí. Con el Ministerio del Interior tengo buena relación. Con el ministro Francos, con Lisandro Catalán que es el viceministro del Interior. Obviamente con Patricia Bullrich en el área de seguridad. También con el Ministerio de Capital Humano, especialmente con el área de de la Torre, con el área de Rondel de Educación, de Desarrollo Humano y de Educación. También con el ministro de Salud de la Nación, con Mario Russo. Bueno, con Toto Caputo tengo mucha relación también porque lo conozco de cuando él era parte del gobierno de Macri y yo también era parte del gobierno de Macri. Así que tengo muy buena relación con muchas segundas líneas. No tuve la oportunidad de conocerlo a él personalmente todavía.

— ¿Cómo ve el rumbo económico del Gobierno?

— A mí honestamente me emociona la gente que la está pasando mal y que dice yo creo que esto había que hacerlo. Que era hora de hacer el ajuste. Y creo que si esto sale bien, la Argentina va a salir adelante. El otro día una señora, empleada municipal con un salario bajo, me hizo un planteo en este sentido diciendo yo sé que estamos mal, yo sé que es difícil el momento, pero yo quiero dejarle un país mejor a mi hijo y estoy convencida que este es el camino. Con lo cual te diría es muy duro para muchos sectores en la Argentina el proceso político que estamos viviendo pero yo creo que era inevitable y que la alternativa la probamos, alargar la agonía lo probamos muchas veces y siempre fue peor, la pobreza fue creciendo, el deterioro de la educación pública, todos los indicadores sociales fueron empeorando y para mí fueron empeorando porque no tuvimos la oportunidad de trabajar sobre las causas. Y para mí el déficit es causa de la decadencia y del deterioro social y económico argentino. Y creo que este gobierno entre otras cosas tiene un acierto muy importante que tiene que ver con la macroeconomía, ordenar las cuentas fiscales como puntapié inicial para poder estabilizar un proceso de crecimiento de la Argentina.

— ¿Qué piensa respecto a la dolarización?

— Me parece que lo más importante es corregir el problema, la falta de estabilidad en la moneda que tenemos nosotros tiene que ver con el déficit fiscal. Lo más importante tiene que ver para mí con ordenar las cuentas macro y el déficit. Después cuál es la solución monetaria más conveniente para la Argentina hoy no estoy en condiciones de elegir por un camino u otro. En general te digo emocionalmente me gusta tener moneda propia, creo que hay un valor en eso porque da más flexibilidad para acompañar los vaivenes que tiene la economía mundial pero te diría que esa conversación solo tiene sentido primero si primero ordenamos las cuentas públicas.

— ¿Y cómo ve que el Presidente Milei se pelee con artistas, ataca a opositores, gobernadores, intendentes, algunos cercanos a usted, porque no acompañaron a determinada medida que él impulsa o porque cuestionan alguna declaración del Gobierno? ¿Cómo te llevas con esa parte de este Milei?

— Primero veo con enorme satisfacción cómo el presidente Milei está llevando la discusión pública a lugares donde antes era tabú o no se podían discutir determinados preconceptos. A mí me parece que poner en crisis el financiamiento de los festivales por los gobiernos provinciales en un contexto de una Argentina pobre a mí me parece que es valioso. Así que lo primero que tengo es admiración por cómo genera conversación y cómo capta la atención de la gente para transmitir conceptos de ideas económicas o políticas que para mí son relevantes que permeen en la sociedad en todos los niveles. Así que desde ese lugar te diría que lo veo que es uno de los grandes activos que tiene el presidente Milei.

En lo personal, por mi forma de ser, no me gusta la agresión, no me gusta la discusión pública. Creo que la gente está cansada también de la discusión pública de los que somos dirigentes políticos y entonces en lo particular te digo esa parte yo prefiero tratar de hacerla de otro modo. Pero también creo que muchas veces por priorizar las formas dejamos de discutir el fondo y yo quiero acá primero ponerle un crédito al gobierno de que pone en crisis cuestiones.

Patricia Bullrich de campaña para Javier Milei en San Isidro, con el intendente electo Ramón Lanús
Patricia Bullrich en una recorrida de campaña en San Isidro, junto a Ramón Lanús, previo al balotaje de 2023, en una señal de apoyo a Milei

— ¿Está bien que el Presidente de la Nación use Twitter tanto tiempo por día?

— No sé, no es mi forma de ser, pero digo, él es él, él es el presidente. Así ganó una elección que nadie creía que iba a poder ganar. Con lo cual no me animo a decir si está bien o está mal. Es su personalidad. Yo estoy casado, tengo hijos, no podría hacer lo mismo que hace él. Él lo hace y tiene un mérito en lo que hace porque genera una discusión pública que a mí me parece valiosa en cómo pone en crisis. Con lo cual cada uno es cada uno, no puedo opinar si está bien o está mal. Lo importante es que ordene la macro, que haga bien las cosas como presidente. Si después tiene tiempo para estar tres horas en Twitter me parece espectacular. Pero yo creo que lo importante es que ordene la macro y la macro veníamos de un proceso que llevaba a una hiperinflación y a una crisis social tremenda y el tipo está enderezando el barco con enorme habilidad. Con lo cual lo hace eso y además twittea así que bien por él.

— Vuelvo al PRO. Mauricio Macri es uno de los referentes, ¿qué rol le parece que tiene que tener hoy?

— Creo que primero Mauricio Macri tiene un rol importantísimo hoy en la Argentina. Es un ex presidente para mí de muchísimo prestigio a nivel mundial y que tuvo la experiencia de haber iniciado una serie de reformas en Argentina y que por distintos motivos no funcionaron. Con lo cual para mí aprender de los errores es importante y creo que él hizo ese aprendizaje. Y creo que en ese sentido es una persona muy valiosa para consulta del presidente Milei y creo que así entiendo que tienen conversaciones frecuentes entre ambos por lo que yo sé y me parece que ese rol que él hoy cumple no hay nadie más en Argentina que lo pueda cumplir y él lo está cumpliendo muy bien de acompañar al presidente Milei para que pueda capitalizar los aprendizajes que haya tenido el gobierno del presidente Macri. Y después el rol que espero que tenga el PRO en el gobierno nacional te diría que cuando uno gestiona, cuando vos sos presidente, gobernador, intendente, te gusta armar equipos con las personas que vos crees que están alineadas con lo que vos querés para el municipio, la provincia o el país. Y entonces si el presidente Milei quiere que el PRO se integre de manera formal en el gabinete a mí me parece espectacular y creo que tenemos que estar en ese lugar pero la responsabilidad del armado de los equipos es fundamental que la haga el presidente y con gente que esté alineada, de su confianza, y eso es muy importante. Y entonces me parece que ahí tenemos que estar donde el presidente quiera que estemos.

— ¿Cree que el PRO necesita una renovación?

— Creo que en la redefinición del rol del PRO, Mauricio Macri tiene un valor, tiene una responsabilidad muy grande. Y creo que el PRO tiene que volver a las fuentes y eso no se hace solamente cambiando nombres o cambiando de caras si no que nuestra práctica política tenga toda la disrupción que tuvo el PRO cuando nació en el 2003, 2004, 2005. Y eso mi crítica es que después de muchos años de estar en distintas posiciones de gobierno en la Ciudad, en la Nación, después en la Ciudad, el proceso político en la Ciudad llevó mucho tiempo, nos fuimos convirtiendo en parte de lo que veníamos a combatir. Y entonces me parece que tenemos que volver a las fuentes. Eso es un cambio de caras, es un cambio de liderazgos, pero para mí es con la figura muy importante, o sea, Mauricio Macri como ex presidente liderando ese proceso.

Ramón Lanús, intendente de San Isidro
Ramón Lanús en el Concejo Deliberante de San Isidro, en la apertura del período de sesiones ordinarias

— Usted también es muy cercano a Patricia Bullrich. Hoy están muy peleados ella con Macri. ¿Piensa que tienen que juntarse y saldar diferencias?

— Creo que las dos personas fueron muy importantes en estar hoy en el lugar en el que estamos. En el que estoy yo en particular como intendente y en el que está la Argentina con Javier Milei como presidente. O sea, si después de la elección general Patricia Bullrich y Mauricio Macri no hubieran ido a tener la reunión con Milei no sé cuál hubiera sido el resultado. Te diría que son muy importantes en la posibilidad que hoy tiene de cambio la Argentina. Y como los dos son muy importantes yo espero que se coordinen. Lo personal en la política es secundario. Es más fácil cuando tenés una relación personal de afecto, de amistad, pero puede no estar la relación personal de afecto y de amistad y poder coordinar. Yo creo que ahí hoy en el PRO, en el liderazgo de Mauricio, en el liderazgo de Patricia, hay consistencia ideológica, nosotros queremos representar este cambio que hoy vive la Argentina y queremos ser fieles a eso. Y obviamente que sobre un montón de temas podemos tener miradas distintas pero en lo sustancial, en lo más importante, queremos acompañar a este gobierno para que le vaya bien.

— ¿En ese punto, por ejemplo, Rodríguez Larreta sí es alguien distante al PRO, en las ideas?

— Creo que Horacio Rodríguez Larreta perdió por querer atraer a todos. Perdió consistencia. Perdió nitidez en su mensaje. Y eso hizo que no tuviera la aceptación social y pública que no tuvo en la elección del año pasado. Por ahí lo podría decir distinto pero digo, Horacio para mí es una figura muy importante pero en el último tiempo fue perdiendo consistencia su propuesta y eso hizo que la gente no encontrara razones para votarlo digamos. Era difícil encontrar cuál era la razón por la cual votar a Horacio Rodríguez Larreta en la elección del año pasado. Y eso que le pasó el año pasado yo no veo que esté cambiando ahora. Lo veo en el mismo lugar. Lo cual puede ser un acierto en términos de convicción, de consistencia, o puede ser persistencia en el error. Yo creo que nuestro votante está pidiendo muchas más definiciones ideológicas mucho más claras y mucho más concretas.

— En el plano personal, ¿cuál es su norte en lo político? ¿va a trabajar en una construcción política en la provincia?

— Quiero ser el mejor intendente que haya tenido San Isidro hasta ahora y quiero contribuir a levantar la vara en la discusión política en Argentina mostrando que se pueden hacer las cosas bien, las cosas de manera distinta, las cosas de manera transparente. Entonces mi vocación de trascender los límites de mi partido, de mi municipio, tienen que ver con mostrar que se pueden hacer las cosas bien en San Isidro. Bien en el sentido más profundo de lo que es hacer las cosas bien. No solamente en términos de resultados de la política pública sino que el proceso sea virtuoso. Sea honesto. Sea transparente. Sea moderno. Sea cuidando a las personas. Y entonces desde ese lugar obviamente que tengo vocación de que lo que hagamos en San Isidro derrame en otros lugares. Pero hoy mi desafío es ser el mejor intendente que haya tenido San Isidro hasta ahora.

— En un futuro, ¿le gustaría ser gobernador?

— Hoy no se me cruza por la cabeza. No se me cruza por la cabeza ni a mí ni a mi mujer ni a mis hijos.

— Ahora que menciona a su familia, ¿se puede articular la vida familiar con la exigencia de gestionar un municipio grande, de muchos habitantes?

— Tengo una familia que para mí son parte importante de hacer bien mi trabajo. O sea, cuando yo me ocupo de mi familia no tiene que ver solamente con ocuparme de mi familia sino que creo que líderes o personas que están en posiciones de responsabilidad importante que cuiden su eje toman mejores decisiones. Entonces trato casi todos los días de levantarme tempranito, llevo a mis hijos al colegio y de ahí vengo a la oficina o a alguna reunión en algún barrio de San Isidro. Así que, trato de combinar la cuestión familiar con la agenda de gestión de las reuniones de equipo de trabajo y de planes de seguimiento de las distintas áreas, con el contacto en la calle con el vecino, el cara a cara.

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