Economía

La caída de la actividad pone un freno a las importaciones y ayuda al BCRA a sostener la compra de dólares

Efecto colateral no tan indeseado, no es solo el mayor flujo de divisas de los exportadores lo que está alimentando la reducción de la brecha cambiaria. No se trata solo de oferta: igual que en la economía real, en el mercado cambiario también la demanda está deprimida. No está tan claro que se trate de una evolución que el equipo económico tuviera prevista. Por el contrario, hacia mediados del verano, la expectativa de los funcionarios era que el habitual saldo comprador del Banco Central comenzara a disminuir con el correr de las semanas, en la medida que se acumularon los pagos pendientes de importaciones y se sumara el nuevo flujo. Incluso, aseguraban, la meta de acumulación de reservas prevista con el FMI de USD 10.000 millones se mantenía como un desafío.

Sin embargo, a punto de cumplir el primer trimestre de gestión, el Central ya compró casi USD 9.500 millones y las reservas ya superaron ayer el umbral de los USD 28.000 millones. De mantener el ritmo -y todo hace pensar que no hay motivos para que esa tendencia se modifique en la previa a la temporada alta de ingreso de divisas-, antes de que termine el semestre la meta podría estar más que cumplida y las reservas netas en terreno positivo. Probablemente, hacia el tercer trimestre, las condiciones sean ya más exigentes, con un ingreso de divisas menor y, eventualmente, con una economía que empieza a ponerse en marcha.

Pero, por el momento, tanto las restricciones que todavía siguen vigentes en el acceso al mercado de cambios como la caída de la actividad que mantiene bajo los volúmenes de importación, contribuyen al objetivo de seguir acumulando dólares. La autoridad monetaria compró ayer USD 254 millones y lleva adquiridos en los primeros cinco días del mes unos USD 934 millones. Ese resultado tiene su correlato en el dólar financiero, donde también la mayor oferta por el denominado dólar blend, es decir, el 20% de las liquidaciones de los exportadores que pueden ingresar a través del contado con liquidación plancha la cotización que se mantuvo ayer en $1.030.

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“El promedio, de compras (del Banco Central), desde el cambio de administración, es del 69%, lo que muestra que buena parte de la acumulación de reservas reciente se debe a un menor acceso al mercado de cambios por el lado de los importadores. Esto último como resultado de dos factores: la propia caída de la demanda de importaciones asociada a un nivel de actividad en franca contracción y el reperfilamiento de la mayor parte de los compromisos previos y las restricciones que aún continúan vigentes (particularmente, el cronograma de acceso en cuotas de 25%)”, explicó la consultora Outlier.

Los datos de la caída de la actividad son elocuentes: los más recientes dieron cuenta de un nuevo desplome de la construcción en enero de 21,7% y también de una caída de 12,4% de la industria. Los datos preliminares de febrero no indican ningún tipo de moderación: los despachos de cemento cayeron 23,4% y las automotrices produjeron 19% menos que en febrero del año pasado aunque, en este sector puntual, se estabilizó la caída respecto al mes anterior. Del defecto virtud, ese nivel de parate, también relacionado con las dificultades que aún persisten para el sector productivo dada la deuda comercial aún no resulta -el bono para los importadores resolvió una parte de ese problema pero no lo despejó por completo- termina impactando de manera positiva en el mercado de cambios

“El CCL y MEP continuaron la caída, y este último ya cotiza por debajo de los $1.000. La brecha ya está nuevamente por debajo del 20% y se acerca al mínimo que tocó a fines de diciembre. Seguimos identificando los mismos factores. Por un lado, un flujo comercial de 20% por el lado de la oferta que se ha venido incrementando desde febrero y con expectativas de que se incremente aún más de la mano de la cosecha Y por el otro lado, una demanda comercial restringida en este segmento por las regulaciones cruzadas con el mercado oficial y una demanda especulativa disminuida por la licuación y las expectativas de apreciación real”, concluyó el informe de Outlier.

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