Salud

Alerta de calor extremo: su impacto en el cerebro, el comportamiento y la salud mental

El calor extremo produce el recrudecimiento de patologías de base, como cuadros psicóticos, bipolares y depresivos (Imagen ilustrativa Infobae)

Independientemente de las causas que lo originen, sean el cambio climático originado por el hombre, la actividad solar u otras o, inclusive, la participación de varios factores de manera conjunta, hay algo que se viene comprobando de manera concreta en diferentes regiones del mundo desde hace algunos años y es el aumento de la amplitud térmica, así como los fenómenos meteorológicos por fuera de la media o esperables, para distintas épocas del año.

Esto representa entre otras cosas, que se registran temperaturas extremas tanto bajas como altas, no sólo en su magnitud sino cada vez con más frecuencia.

En esta semana tenemos una alerta de temperaturas altas en la totalidad del territorio argentino, con zonas con diferentes niveles de alerta, pero una constante de un incremento medio de entre 6-8 grados con respecto a la semana precedente.

Normalmente, en estos casos se dan indicaciones de rigor, como no exponerse en ciertos horarios de mayor temperatura, disminuir la actividad física, hidratarse, etc. En general se pone énfasis en las consecuencias de tipo general sobre el organismo, en particular sobre el medio interno, presión arterial etc., pero ¿cuáles son los efectos que tiene sobre nuestro sistema nervioso, nuestros comportamientos, y en particular qué efectos tiene en personas con algún cuadro de base y/o estando bajo los efectos de alguna medicación psiquiátrica?

verano, summer, refrigeración, grados - (Imagen Ilustrativa Infobae)
La medicación psiquiátrica modifica la capacidad termorregulatoria del organismo (Imagen Ilustrativa Infobae)

El concepto de los efectos de las diferentes condiciones climáticas sobre la salud es reconocido en nuestro medio desde hace tiempo (”El tiempo y la salud”, Helmut Landsberg, Eudeba, 1972) y hasta revela de características zonales, como puede ser en nuestro caso el viento zonda en San Juan y Mendoza y sus efectos sobre el estado de ánimo, a tal punto que forma parte de la sabiduría popular. El fenómeno ha sido estudiado y se puede encontrar, entre otros, en un trabajo del doctor Carlos Trad Fager, publicado por la Sociedad Argentina de Evaluadores de Salud (SAES) “Viento Zonda y salud”.

Los efectos más habituales referidos a este fenómeno en particular nos pueden dar un indicio de los que vamos a observar en general con el calor extremo: es frecuente observar síntomas de abatimiento, languidez, angustia, dolor de cabeza, depresión, falta de coordinación, etc.

En relación a esto otro médico también mendocino en este caso psiquiatra el doctor Benigno Gutiérrez, refiere cuadros depresivos, trastornos de angustia y dolores crónicos que se exacerban con este tipo de viento cálido y seco. De manera interesante, ya que replica lo que vemos en otras estadísticas criminológicas mundiales, el doctor Gutiérrez, también médico legista, menciona el incremento de crímenes en momentos de viento zonda.

Es decir, el calor nos altera: ¿cómo y de qué manera? Empezando por lo último mencionado en cuanto al incremento de la violencia y la criminalidad, un estudio de 2016 (”Seasonal Influence on Mass Shootings”) muestra el aumento de los episodios, lamentablemente frecuentes, de matanzas o tiroteos masivos en Estados Unidos en los meses de verano. El estudio también correlaciona índices de violencia de otro tipo.

cerebro, ola de calor, calentamiento global, emociones, estudios, alza de temperatura, fuego - Imagen Ilustrativa Infobae
Según estudios, el calor extremo produjo el aumento de episodios de matanzas o tiroteos masivos en Estados Unidos (Imagen Ilustrativa Infobae)

También señala algo que es de particular interés y es el recrudecimiento de patologías de base, como cuadros psicóticos, bipolares y depresivos. Estos hallazgos son congruentes con los referidos a nivel nacional.

Quizás a nivel mundial el estudio más amplio en tiempo y población es un realizado publicado por la prestigiosa revista JAMA, realizado durante un periodo de 9 años sobre una población de más de 2 millones de personas sobre los ingresos en salas de guardia presentando cuadros de patología mental relacionados con días o ambientes de alta temperatura (”Asociación entre el calor ambiental y el riesgo de visitas al departamento de emergencias por motivos de salud mental entre adultos de EE. UU., 2010 a 2019″). El estudio mostró mayores ingresos por abuso de sustancias, trastornos por ansiedad, cuadros depresivos, e inclusive diversos cuadros psicóticos.

La razón, y refiere a algo que hemos venido comentando sobre el incremento de uso de drogas en el verano (Las adicciones y el verano: el vacío emocional detrás del consumo de drogas), es que no solo el aumento de estas y alcohol, sino que la propia medicación psiquiátrica modifica la capacidad termorregulatoria del organismo.

Esto se relaciona con la propia percepción de la temperatura del organismo, tema sobre el cual frecuentemente solo pensamos al hablar de fiebre, puede llevar a que no se acompañe de la vestimenta, las actividades o la hidratación necesarias, o que solo al percibir efectos ligados a lo cardiovascular con mareos, por ejemplo, la persona se hidrate, cuando ya es algo tardío.

LITIO MEDICAMENTO
El litio puede producir síntomas como confusión, niebla mental, somnolencia y mareos ante el calor extremo (Getty Images)

Al mismo tiempo, al ingerir una medicación solemos pensar en valores absolutos cuando, en realidad, es el nivel plasmático de la misma y en caso de alteración del medio interno, por ejemplo en la deshidratación por calor con alteración electrolítica, los niveles farmacológicos pueden variar. Un ejemplo muy concreto de esto es el litio usado en cuadros bipolares que es una sal y cuyo rango terapéutico es muy específico, y una ligera deshidratación actúa como si hubiésemos aumentado la dosis de la medicación.

En resumen, sobre este punto es frecuente que en la consulta los pacientes refieren un estado de cierta confusión, niebla mental, “cabeza vacía”, somnolencia, mareos, etc. pero no han reparado en la variable de la temperatura y el medio interno.

En cuanto al consumo de sustancias ya no de uso terapéutico sino en particular las anfetamino-similes como el MDMA (éxtasis), el incremento de la temperatura y la desregulación del medio interno, se exterioriza bajo la forma de una necesidad incrementada de ingerir líquido. El caso de la nutricionista en los últimos días es un ejemplo trágico de ello.

Cuáles son las recomendaciones

En principio, no esperar a tener síntomas, así sean ligeros, como desánimo, cierta incapacidad para concentrarse, cansancio o irritabilidad, para empezar a tomar medidas. Estas son en particular las que se exponen generalmente y mencionaba al inicio, pero con alguna salvedad.

Una persona toma agua de una botella (Imagen Ilustrativa Infobae)
La hidratación es esencial para enfrentar las olas de calor. Se debe beber agua; las infusiones no se recomiendan porque no hidratan (Imagen Ilustrativa Infobae)

La hidratación debe ser adecuada, no hidratan ni el mate, café, té, sino agua, y con una especial consideración y es que se debe beber líquidos con suplementos electrolíticos o con agregado de sales de hidratación que provean de sodio, potasio, cloro, magnesio, etc. Existen sales de uso deportivo que se pueden agregar.

Sobre este punto quizás no sea necesario aclarar que cualquier bebida alcohólica incrementa la temperatura corporal por lo cual están formalmente desaconsejadas. Por otro lado, usar medidas externas como las que aplicamos en bebés, es decir, tratando de humedecer o mojar la piel de alguna manera. Hacer uso del aire acondicionado o ir a lugares públicos que posean sistemas de refrigeración.

Una última consideración es la de tener particular atención quienes estén bajo medicación psiquiátrica considerando por defecto, que presentarán una menor capacidad regulatoria de la temperatura corporal, es decir, el cuerpo podrá desprenderse con menor facilidad de la temperatura, y al mismo tiempo habrá una menor percepción de la real temperatura corporal, lo que puede motivar no usar la vestimenta (o falta de ella) adecuada.

Guardando cuidado de estas indicaciones y las que dan habitualmente las autoridades en salud pública, posiblemente la semana sea menos complicada.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba