Política

En un acto con poca convocatoria, el kirchnerismo reclamó el juicio político a la Corte Suprema frente a Tribunales

Hugo Yasky, uno de los principales oradores del acto (Fotos: Gustavo Gavotti)

El escenario se montó sobre la esquina de Talcahuano y Viamonte, a metros y de espalda al Palacio de los Tribunales. En el cuarto piso de ese imponente edificio están los despachos de los jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Hacia ese lugar fueron dirigidos los discursos de los dirigentes kirchneristas que organizaron una marcha, a la que concurrieron pocas personas, para pedir la renuncia y en todo caso el juicio político de los cuatro integrantes del máximo tribunal.

El locutor del acto fue Claudio Orellano, quien se hizo conocido hace unos años por trabajar en CrónicaTV. Abrió su discureso enfervorizado al grito de “basta de esta Corte Suprema corrupta y maldita”, fue quien presentó con tono boxístico a cada uno de los oradores, pidió “solidaridad con los patriotas de Lago Escondido” que habían viajado al Sur a intentar llegar a la casa de Joe Lewis, y cerró el acto con un “viva Perón, carajo”. Hubo himno nacional y reclamos varios relacionados con la Corte Suprema o con la situación judicial de Cristina Kirchner y de Milagro Sala.

Hablaron Taty Almeida y Nora Cortiñas, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Y también el diputado sindicalista de la CTA Hugo Yasky. También el dirigente de los Canillitas Omar Plaíni y el juez de Tribunal Oral en lo Criminal Juan Ramos Padilla, a quien el locutor describió como una “persona valiente, corajuda y noble”. También fueron oradores Hugo “Cachorro” Godoy de ATE, Ramiro “Vasco” Berdesegar, de la Corriente Clasista y Combativa, el diputado nacional Juan Marino (de la Patria es el Otro) y el dirigente de los gráficos Héctor Gringo Amichetti, entre otros.

Marcha del Kirchnerismo a tribunales contra la corte suprema
El juez Juan Ramos Padilla

Se leyeron decenas de adhesiones al acto, entre las que se destacaron las de Abuelas de Plaza de Mayo, Hijos Capital, CTA Autónoma, CTA de los Trabajadores, La Cámpora, Movimiento Evita y de la CGT. Los conductores nombraron a dirigentes que estaban allí, como el sindicalista Roberto Baradel, o Cristina Caamaño, que encabeza Justicia Legítima y antes estuvo al frente de la Agencia Federal de Inteligencia. Estuvo Cristina Álvarez Rodríguez, ministra de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, y el ministro de Trabajo del gabinete de Axel Kicillof, Walter Correa.

Yasky hizo un discurso encendido. Aseguró que se vivía un “momento histórico” en la marcha. “El juicio político a la Corte es una realidad, hace un año estuvimos acá y fuimos los primeros. Queremos que la justicia sea independiente, que valga lo mismo el laburante que trabaja todo el día. No queremos una justicia que garantice que los dueños del poder económico sean cada vez más ricos y los trabajadores más pobres. No queremos una justicia que convalide la persecución a Cristina, que proscriba y que esté al servicio de la clase dominante”, expresó el sindicalista.

Marcha del Kirchnerismo a tribunales contra la corte suprema
Todos los reclamos fueron a favor de Cristina Kirchner

Y agregó: “El intento de asesinato de Cristina se investiga lento porque no quieren que se sepa quién está detrás porque el día que se sepa van a quedar expuestos muchos poderosos. Hay que seguir en la calle. La cabeza está podrida, no son todos los jueces iguales, hay buenos y honestos, para que esos se sientan reconfortados hay que conseguir una justicia independiente”. Y cerró con un “viva la clase trabajadora, los organismos de derechos humanos y el pueblo en la calle”.

Hubo quienes se solidarizaron con las luchas en Perú, otros que pidieron la reforma de la Constitución para volver a aquella de 1949 cuando gobernaba Juan Perón. Varios hablaron de la proscripción de Cristina Kirchner a raíz de la condena -no firme- por los negociados con la obra pública cedida a Lázaro Báez. También hubo pedidos por la libertad de Milagro Sala. Y por supuesto críticas a los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación: el de la coparticipación, el del Consejo de la Magistratura y el del 2×1 de hace unos años. Se acusó a la Corte de ser cómplice de los intereses foráneos y del poder concentrado y de favorecer a las minorías en contra del pueblo. También fue acusada de ser funcional al macrismo y de defender a los latifundistas y formadores de precios.

Marcha del Kirchnerismo a tribunales contra la corte suprema
Roberto Baradel junto a Cristina Álvarez Rodríguez

Se pidió terminar con “la mafia judicial”, “el partido judicial” y a “apoyar el juicio a la Corte para defender la democracia”.

El orador estrella de la tarde, Ramos Padilla, estuvo un poco confuso. Dijo en un momento que durante el gobierno de Alfonsí el FMI había parado los juicios a los represores. Dijo que en el cuarto piso del edificio de Tribunales “están esos cuatro delincuentes” y pidió “volver a sentir el orgullo de ser juez y que los jueces se comporten como trabajadores y atiendan a su pueblo.

Sobre Cristina Kirchner sostuvo: “La quisieron muerta y ahora proscripta”. Para cerrar, dijo que la presencia -poca por cierto- en la Plaza Lavalle lo había “llenado de felicidad”. Hizo una observación sociológico-gastronómica. Dijo que a la plaza “le faltan chorizos para que le manden el olor a estos atorrantes y crápulas a ver si se dan cuenta”. El sujeto tácito eran los jueces de la Corte.

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