El boleto de colectivos puede superar los $1.000 en el interior de la provincia de Buenos Aires sin subsidios
El boleto mínimo de colectivos en algunos municipios de la provincia de Buenos Aires podría superar los $1.000 de no ser por los subsidios que reciben las líneas operadoras, al igual que en muchas ciudades del interior del país. La disputa de Javier Milei con los gobernadores por los fondos que se destinan al transporte cristalizan los problemas del sistema y el límite del bolsillo.
En el interior de la provincia los fondos se destinan a compensar la diferencia entre lo que pagan los usuarios y el “costo real del servicio”, compuesto por los sueldos, el combustible y la evolución del tipo de cambio por algunos insumos. Los recursos provienen de lo que aporta el gobierno bonaerense y otra parte del Fondo Compensador del Interior (FCI) que el Gobierno nacional decidió hace dos semanas eliminar.
Según distintas fuentes del sector privado consultadas por Infobae, el boleto en Bahía Blanca se encuentra actualmente en $345, pero sin los recursos que destina la provincia y los que llegan del FCI pasaría a $580, es decir, un 68 por ciento. En el caso de General pueyrredón el salto sería desde los $297 a los $407 (37%), San Nicolás de los Arroyos pasaría de $266 a $507 (90%), en Tandil sería de $303 a $546 (80%) y en Villa Gesell de $470 a $578 (22%).
De todos modos, el sector afrontará el pago de la reciente paritaria firmada con UTA, se actualizará el valor del combustible y del tipo de cambio. Eso llevó al servicio a una nueva estructura de costos. A partir de ahí las líneas solicitarán mayores ingresos para cubrir el costo del servicio que debe ser cubierto por la tarifa, el subsidio o una conjunción de ambas.
En Bahía Blanca la tarifa con la nueva estructura de costos estaría cerca de los $635 pero podría pasar a los $1.067 sin los fondos de Buenos Aires y los que provenían del FCI. En General Pueyrredón el incremento sería desde $547 a $749, en San Nicolás de los Arroyos de $489 a $934, en Tandil de $588 a $1.005 y en Villa Gesell de $865 a $1.063 según estimaciones del sector.
La disputa que mantienen Milei y los gobernadores puede representar en los próximos meses un aumento en el precio de los boletos en todo el país. El monto devengado en 2023 desde el Tesoro a las provincias fue de $102.000 millones que surgían del Fondo Compensador del Interior. Su eliminación llevó a que en muchas ciudades del interior advirtieran que el boleto mínimo puede saltar arriba de los $1.000 en poco tiempo.
Un informe de la consultora Politikon Chaco, a partir de datos provistos por la Secretaría de Transporte hasta noviembre pasado, las provincias habían recibido un total de $70.712 millones. De ese monto Córdoba se quedó con $14.573 millones, es decir, el 20,6 por ciento. Luego se ubicó Santa Fe, con el 14,9% ($10.548 millones); Tucumán, con el 9,6% ($ 6.813 millones) y Salta, con el 8,8% ($ 6.195 millones). En estas jurisdicciones se concentró el 53,9% de las transferencias.
Más atrás se ubicaron la provincia de Buenos Aires, excluyendo los partidos del conurbano ($4.433 millones) y luego San Juan ($ 3.929 millones), Jujuy ($ 3.765 millones) y Entre Ríos ($ 2.652 millones).
En el caso de los municipios bonaerenses mencionados, si el gobierno de Axel Kicillof no decidiera cubrir la parte del FCI con recursos propios el boleto en Bahía Blanca podría saltar a $868 con la nueva estructura de costos. En General Pueyrredón a $651, en San Nicolás de los Arroyos a $726, en Tandil a $787 y a $974 en Villa Gesell. En ciudades del interior de la Argentina ya se avanzó hacia los $700 como en el caso de Córdoba, a $690 en Formosa o a $590 en Corrientes.
Con la eliminación del Fondo Compensador del Interior los gobernadores ahora se encuentran ante un dilema: permitir mayores incrementos a las empresas para cubrir el bache o aumentar las partidas para subsidiar el transporte. El problema de este último punto es que, en medio del ahogo financiero que señalan las provincias, para avanzar deberán recortar otros gastos, endeudarse o subir los impuestos para generar nuevos ingresos. Todo eso en un contexto de fuerte pérdida del poder adquisitivo de los ingresos de las familias.