Milei habló en el foro conservador más importante de EE.UU.: apuntó contra el socialismo y defendió sus ideas liberales
Durante su visita de fin de semana a Estados Unidos, Javier Milei dio un extenso discurso esta tarde en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), mejor conocida como TrumpFest, en Washington, luego de que Donald Trump diera inicio al tercer día de las jornadas republicanas. El Presidente retomó las polémicas ideas que había planteado en el Foro de Davos semanas atrás, apuntó nuevamente y con dureza contra los planteos del “socialismo”, el “estatismo” y el “populismo”; y llamó a los republicanos a “pelear por la libertad”.
Milei habló largamente en el salón situado en la capital estadounidense, entre arengas de los presentes, que lo aplaudieron y vitorearon en distintos tramos de su alocución, sobre todo los más agresivos contra las ideas contrarias a la extrema derecha en el ámbito económico. “Dado el impacto de la conferencia en Davos, en la que señalé que occidente está en peligro debido al avance de las ideas estatistas y socialistas, haré foco en los fundamentos técnicos que sustentaban esas apreciaciones políticas de aquella conferencia. Haré foco en cómo la economía neoclásica de fallos de mercado es funcional al avance del estatismo y cómo ello destruye el crecimiento económico, poniendo un freno a las mejoras en el bienestar y la lucha contra la pobreza”, inició su discurso el jefe de Estado, frente a decenas de seguidores republicanos alineados con Trump.
El Presidente habló principalmente desde el punto de vista de la teoría macroeconómica, pero por momentos planteó referencias concretas a la situación en la Argentina. “Tomarán conciencia de esta batalla que estamos dando, pero no nos vamos a rendir en hacer a Argentina grande nuevamente”, dijo, tomando prestado el slogan de Trump, que un par de horas antes también había usado esa frase, pero en ingles. “Esta aberración se toma en nombre de la justicia social, y Hayek hablaba de las “palabras comadreja”, donde cada vez que se pone un adjetivo, significa lo opuesto. La justicia social es violenta e injusta, es una aberración”, lanzó.
Luego aseguró, como en otras ocasiones, que la Argentina “entró al siglo XX siendo uno de los más ricos del mundo y hoy está en el puesto 140 en el ranking mundial, con más del 50 por ciento de pobres y más del 10 por ciento de indigentes”. Atribuyó esta situación a la cantidad de regulaciones: “En nuestros equipos de gobierno, descubrimos 380 mil regulaciones que traban el funcionamiento de la economía”, expresó.
Fue entonces cuando se refirió a la falta de apoyo a la ley Ómnibus: “De hecho, nuestras dos grandes primeras medidas de reformas estructurales, el Decreto de Necesidad y Urgencia y la ley de Bases, propuestas que buscan dar más libertad a los argentinos, ir a estructuras de mercado más competitivas y eliminar la corrupción de la política, nos encontramos con grandes resistencias de los beneficiarios de este sistema decadente y la casta política corrupta”, sostuvo.
Y listó la lista de sus oponentes: “Políticos ladrones que ponen sus privilegios por encima del bienestar de los argentinos, empresarios prebendarios que hacen negocios con los políticos corruptos, medios de comunicación corruptos, sindicalistas que se ocupan de sus negocios en contra de la gente y profesionales que viven de defender a estos corruptos”, añadió.
También se refirió al régimen político y cuestionó la democracia “ilimitada”. “Esto se agrava con la idea de la democracia ilimitada. La democracia originalmente fue diseñada para respetar el derecho de la más pequeña de las minorías, el individuo. Pero cuando ingresan las ideas socialistas e ingresa la idea de la democracia ilimitada, aparece el socialismo”, sostuvo. Y comparó a la Argentina con Venezuela, para luego considerar: “La Argentina es un país que produce alimentos para 400 millones de seres humanos. Y la presión sobre el sector productor es del 70 por ciento. Es decir, que el Estado se queda con el alimento de 280 millones. A pesar de ello, hay 5 millones que no les alcanza para comer gracias al maldito Estado”, expresó.
En el último tramo de su mensaje, Milei abordó la discusión sobre el aborto legal, del cual está en contra, y lo atribuyó a intenciones económicas: “A los socialistas los tenemos más que en jaque mate. Por eso les voy a dar un bis. Naturalmente, cuando uno regula los monopolios, las empresas bloquean los procesos distributivos, esto conduce al estancamiento. Y este estancamiento lleva al empobrecimiento paulatino de este país. ¿Cómo corrigen esto? Con la agenda asesina del aborto”, hiló sus ideas el jefe de Estado. Y aseguró que se trata de una “agenda asesina”. “Podemos encontrar las raíces en los egipcios tratando de exterminar a los judíos, o en la promoción del control de la natalidad”, deslizó.
Y finalizó con una arenga: “En definitiva, el mensaje es que no dejen avanzar al socialismo. No avalen la regulación. No avalen la idea de los fallos de mercado. No permitan el avance de la agenda asesina. Y no se dejen llevar por los cantos de sirena de la justicia social. Vengo de un país que compró esas ideas estúpidas y pasó de estar entre los más ricos del mundo a estar en el lugar 140. No entreguen su libertad, peleen por su libertad. Si no pelean por la libertad, los van a llevar a la miseria. Pero quiero dejarles un mensaje de optimismo. Argentina parecía un país de ovejas condenado a la pobreza que nos marcan los socialistas”, cerró.