Economía

Marcela Cristini, economista de FIEL: “El Gobierno debe eliminar el sesgo anti exportador de la Argentina”

"Al concentrar las exportaciones entre 50% y 60% en productos agroindustriales el país está sujeto a esos ciclos de precios internacionales, pero también se beneficia de demandas relativamente estables en el mediano plazo" (Sebastian Pani / www.sebastianpa/)

El Índice de Precios de las Materias Primas (IPMP) que elabora el Banco Central de la República Argentina, sobre la base de la evolución de los precios internacionales de productos primarios del agro, como de la energía y metales que representan cerca del 50% de las exportaciones de Argentina, acusa desde el último pico alcanzado en el segundo trimestre de 2022 una disminución de 29%, y mantiene una clara tendencia declinante que se acentuó desde diciembre, cuando en la Argentina asume un presidente necesitado de revertir las abultadas reservas en divisas que heredó del gobierno del Frente de Todos.

Y si bien en comparación con el nivel promedio de la serie que se inicia en diciembre 2001 mantiene una suba de poco más de 16%, no deja de inquietar a los exportadores que por un lado, a diferencia de poco más de 23 años atrás no existían las retenciones sobre las ventas externas, y por el otro, la política de devaluación fija en 2% desde enero muy inferior a la tasa de inflación, porque ha llevado a una severa pérdida de competitividad cambiaria.

El Gobierno se propone neutralizar esas restricciones con mayor apertura comercial y oferta de productos con valor agregado, en particular con la búsqueda del ingreso a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico fundada en 1961, compuesta por 34 países miembros, especialmente de Europa, de ahí su sede en Francia, pero también hay representantes de Oriente, África, Oceanía y del continente americano EEUU, Canadá, Chile, Colombia).

Con ese escenario, Infobae entrevistó a Marcela Cristini economista de FIEL (Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas) y profesora de la Universidad Torcuato Di Tella en Política y Financiamiento de la Vivienda, por su especialidad en el seguimiento de la economía internacional, y en particular del estado del Mercosur.

— La Argentina se encuentra en pleno proceso de recuperación de reservas netas en el BCRA ¿Cuánto puede afectar la continuidad de ese proceso la caída del precio internacional de los granos que más exporta?

— La Argentina es uno de los 20 países más importantes en el abastecimiento de alimentos al mundo y ese rubro es sólo una fracción de la producción mundial ya que todos los países procuran mantener algún nivel básico de producción local, aunque limitados por la aptitud de sus recursos.

“La Argentina es uno de los 20 países más importantes en el abastecimiento de alimentos al mundo y ese rubro es sólo una fracción de la producción mundial”

En el corto plazo, los precios internacionales fluctúan en respuesta a variaciones climáticas que aumentan o disminuyen las cosechas, sobre todo cuando el clima afecta a grandes abastecedores (Brasil y Argentina con la sequía reciente) o a países muy poblados (el caso del arroz en Asia).

En el mediano plazo, los cambios tecnológicos hacia una mayor productividad y las variaciones de los ingresos de los países en desarrollo marcan la tendencia de los precios. A su vez, las demandas de alimentos básicos, en general, responden poco a los cambios de precios comparados con otros productos como los industriales.

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"Debe preocuparnos el hecho de que el crecimiento mundial se pronostique como muy moderado en los próximos años" (Fuente: FIEL con base de datos del Indec)

Así, al concentrar las exportaciones entre 50% y 60% en productos agroindustriales el país está sujeto a esos ciclos de precios internacionales, pero también se beneficia de demandas relativamente estables en el mediano plazo.

Por otra parte, un aumento persistente de los ingresos en los países en desarrollo lo favorece significativamente ya que en esas naciones lo primero que se amplía es la demanda de alimentos. Por eso debe preocuparnos el hecho de que el crecimiento mundial se pronostique como muy moderado en los próximos años.

Más allá de esta descripción estructural, en la coyuntura argentina las expectativas con respecto a un cambio de paradigma hacia una economía pro-exportadora han generado una respuesta, en mi opinión, importante que ya comenzó a notarse en las decisiones de aumento de las exportaciones en volumen, a pesar de la baja generalizada de precios.

“Las expectativas con respecto a un cambio de paradigma hacia una economía pro-exportadora han generado una respuesta, en mi opinión, importante que ya comenzó a notarse en el aumento en volumen”

A eso se suma que las importaciones también se han recortado significativamente por dos razones:

  1. el encarecimiento del tipo de cambio debido a la devaluación y al aumento del Impuesto PAIS desde diciembre de 2023; y
  2. la menor actividad económica local.

En resumen, los datos acumulados del primer trimestre mantienen un importante cambio de comportamiento con respecto a los dos años anteriores que alienta la idea de mayor acumulación de reservas.

— El presidente Javier Milei dijo que no se puede saber cuál es el tipo de cambio real de equilibrio para la economía argentina ¿Qué piensa? ¿Cuáles cree que son las variables claves para generar un abultado superávit comercial?

— Actualmente, el objetivo excluyente de la política económica es el de lograr la estabilización de precios y el saneamiento de la política monetaria y fiscal. Estamos en una fase de ajuste de las variables macroeconómicas que era inevitable dado el rumbo de colisión que llevaba la economía desde 2021.

En ese escenario las autoridades económicas han optado por un mecanismo de “rompecabezas” en el que se utilizan bonos para regularizar pagos de importaciones o la remesa de utilidades de las empresas internacionales, se autorizan pagos inmediatos de compras externas de bienes seleccionados para su ingreso como control inflacionario y se mantiene un tipo de cambio nominal creciendo a una tasa por debajo de la tasa de inflación a modo de ancla cambiaria.

"Las autoridades económicas han optado por un mecanismo de rompecabezas en el que se utilizan bonos para regularizar pagos de importaciones o la remesa de utilidades de las empresas internacionales y se mantiene un tipo de cambio nominal creciendo por debajo de la inflación"
"Las autoridades económicas han optado por un mecanismo de rompecabezas en el que se utilizan bonos para regularizar pagos de importaciones o la remesa de utilidades de las empresas internacionales y se mantiene un tipo de cambio nominal creciendo por debajo de la inflación" (Sebastian Pani / www.sebastianpa/)

Con tantas variables económicas en proceso de ajuste es muy difícil definir una estrategia detallada de mediano plazo a priori, aunque está claro que el Gobierno debe eliminar el sesgo anti exportador que ha caracterizado a la Argentina por muchos años.

Además, la transición en curso podrá ser de mayor o menor duración dependiendo de la credibilidad que se genere hacia el exterior (FMI, inversores internacionales, otros organismos multilaterales, principales países socios, etc) y hacia el interior (inversores locales).

Las crisis macro recurrentes como la actual se suman además a una lenta pero persistente declinación de la productividad local que se refleja en la caída relativa del ingreso por habitante con respecto a otros países de la región.

“La transición en curso podrá ser de mayor o menor duración dependiendo de la credibilidad que se genere hacia el exterior”

Luego de un período de convergencia regional, en la década del 60, de alto crecimiento para la región latinoamericana, la Argentina comenzó a rezagarse y su ingreso per cápita pasó de ser el doble del promedio de los países comparables (México, Perú, Colombia, Chile y Brasil) a caer a prácticamente la paridad de ingresos per cápita en la actualidad.

Entre 1997 y 2023 el PBI por habitante creció tan sólo al 0,4% anual.

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"Entre 1997 y 2023 el PBI por habitante creció tan sólo al 0,4% anual" Fuente: FIEL en base a datos del FMI

Esto implica que los vaivenes de los mercados internacionales pueden afectarnos, pero no han sido lo determinante en el mal desempeño económico de la Argentina, dado que otros países de la región los han enfrentado con mayor éxito.

— La ministra Diana Mondino mantiene desde el primer día al frente de la Cancillería una activa agenda internacional ¿Qué espera de esas misiones?

— Del lado exportador la Cancillería ya había anunciado en febrero un Plan Nacional de Promoción de las Exportaciones y las Inversiones 2024 por el que se espera activar y dar eficiencia a una serie de instrumentos ya existentes como el apoyo a las pequeñas y medianas empresas exportadoras, la mayor participación en ferias internacionales, la detección de barreras al comercio en terceros países y su negociación, el desarrollo de la marca país, el financiamiento para la exportación, etc.

La importancia que estas iniciativas tienen para el gobierno se reflejan, por ejemplo, en el DNU 70/23 donde se expresa que “el Poder Ejecutivo de la Nación elaborará y/o dictará todas las normas necesarias para adoptar estándares internacionales en materia de comercio de bienes y servicios, procurando armonizar el régimen interno, hasta donde sea posible, con los demás países del Mercosur u otras organizaciones internacionales.

“La Cancillería ya había anunciado en febrero un Plan Nacional de Promoción de las Exportaciones y las Inversiones 2024 por el que se espera activar y dar eficiencia a una serie de instrumentos”

En particular, se deberá procurar cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)” (art.3).

— ¿Cómo está el Mercosur como bloque?

— En el caso del “instrumento Mercosur” de política exterior, su reactivación podría mejorar significativamente el balance comercial de la Argentina. Repasando brevemente su desempeño económico, ha ocurrido una pérdida de importancia en las últimas dos décadas del comercio intraacuerdo que se ha ido reduciendo hasta representar tan sólo el 11% del comercio total de los países miembros con el mundo. En otros acuerdos, como el Umsca de América del Norte, la Unión Europea o en el comercio regional de cadenas de valor del Este Asiático, ese indicador oscila entre 25% y 50 por ciento.

Dos aspectos principales explican este hecho: 1) el desarrollo de China como proveedor principal de productos industriales al mundo y, en particular, a América Latina; y 2) la intensificación del desarrollo exportador agroindustrial de los países de la región (especialmente Brasil) que fomentó las exportaciones de los socios hacia el resto del mundo relativas al intercambio dentro del acuerdo. A la vez, sus economías se mantuvieron con altos aranceles y al margen de la ola de acuerdos preferenciales de comercio que se organizaban en el mundo.

"Algunas novedades recientes sugieren un tibio cambio de dirección del Mercosur ejemplificado por la firma a fines de 2023 del acuerdo de libre comercio con Singapur y la nueva ronda de negociaciones con el EFTA"
"Algunas novedades recientes sugieren un tibio cambio de dirección del Mercosur ejemplificado por la firma a fines de 2023 del acuerdo de libre comercio con Singapur y la nueva ronda de negociaciones con el EFTA" (Sebastian Pani / www.sebastianpa/)

Algunas novedades recientes sugieren un tibio cambio de dirección del Mercosur ejemplificado por la firma a fines de 2023 del acuerdo de libre comercio con Singapur y la nueva ronda de negociaciones con el EFTA (Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza) de abril de 2024. Estos hechos contrastan con el estancamiento del acuerdo ya firmado con la Unión Europea.

Este acuerdo sería de gran interés para la Argentina ya que la UE se ha mantenido como el segundo principal cliente de las exportaciones argentinas desde 2007, por detrás de Brasil, y es actualmente nuestro tercer principal abastecedor de importaciones luego de Brasil y China. Lamentablemente, su avance enfrenta un clima adverso debido a las reservas históricas del sector agropecuario europeo frente a la posible competencia de los países latinoamericanos. Esa reserva se encuentra hoy exacerbada por los mayores costos que imponen al productor europeo las disposiciones ambientales en la UE (Pacto Verde Europeo, por ejemplo) y el ingreso de productos desde Ucrania.

Por su parte, las autoridades locales van decidiendo su alineamiento estratégico al declinar, por ejemplo, la invitación de los Brics (grupo inicialmente integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) para sumarse dentro de un programa de ampliación y optar por renovar su gestión para el ingreso a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, que reúne a países de altos ingreso y en desarrollo como México, Chile, Colombia y Costa Rica).

“Me gustaría pensar que esta vez se va a aprovechar la oportunidad”

— ¿Con Vaca Muerta y la “Nueva Minería” ha cambiado la estructura de las exportaciones argentinas?

— Por el momento, la composición de las exportaciones locales no se ha modificado significativamente. La falta de diversificación exportadora es una de las falencias del desarrollo comercial de la Argentina. Según datos del Indec “de 5.103 productos exportados en 2023, apenas 50 concentraron 75,6% del total”.

Para las producciones que no son productos básicos, el proceso de ganar competitividad y lograr la colocación adicional o nueva en los mercados del resto del mundo implica un costo de acceso que debe financiarse y requiere tiempo para que los productos sean probados y demandados.

"La falta de diversificación exportadora es una de las falencias del desarrollo comercial de la Argentina"
"La falta de diversificación exportadora es una de las falencias del desarrollo comercial de la Argentina" (Sebastian Pani / www.sebastianpa/)

Por otra parte, existen barreras adicionales para ampliar las exportaciones, por ejemplo, las distancias a los puertos, que son importantes en la Argentina e infraestructura insuficiente y elevados costos logísticos.

La balanza externa de servicios es tradicionalmente deficitaria debido a los costos de transporte y al resultado del turismo internacional. Pero en el nuevo escenario, también ese saldo podría mejorar. Tanto en turismo como en las exportaciones tecnológicas y empresariales (servicios basados en el conocimiento) el país ya ha dado muestras de poseer un interesante potencial de crecimiento.

Hay una buena oportunidad en la cadena industrial de los eslabonamientos hacia atrás a partir de la agroindustria y la minería: herbicidas, fertilizantes, semillas en el agro o químicos y maquinarias en la minería. Algunos ejemplos lo demuestran en la Argentina con los desarrollos de maquinaria agrícola o tecnologías digitales agropecuarias, biotecnologías o empresas de servicios para la minería.

— ¿Qué le falta a la política económica para que el sector externo, junto con la inversión privada, adquieran un rol relevante como pilares del crecimiento del país y la mejora de los ingresos de la población?

— La prioridad argentina para insertarse comercialmente en el mundo deberá transitar una condición inicial en la que sus empresas exportadoras o competidoras de las importaciones, deberán volver a invertir y ganar competitividad.

“Tanto en turismo como en las exportaciones tecnológicas y empresariales (servicios basados en el conocimiento) el país ya ha dado muestras de poseer un interesante potencial de crecimiento”

Para que ello ocurra deberán cumplirse una serie de hitos que comienzan por la estabilización macro y siguen por la nivelación de los incentivos fiscales para exportar bajando la carga tributaria general, la facilitación del comercio, las negociaciones de acceso a los mercados, inversiones público-privadas en infraestructura y logística, etc.

Resueltas estas debilidades del país en un curso prudente pero no menor de tiempo, cabe tener cierto optimismo ya que en nuestra condición de país “pequeño” dentro del comercio internacional, una producción competitiva y ampliada podría comenzar a colocarse enfrentando pocas dificultades.

Con todo, debe tenerse presente que en el proceso de acceder o ampliar mercados, las empresas locales deberán lidiar con un mundo mucho más complejo que en el pasado, desde los alineamientos estratégicos que afectan al comercio hasta los mayores riesgos logísticos y de mercado. Una más estrecha colaboración entre las iniciativas públicas y privadas, como ha ocurrido en otros países de la región, podría ayudar mucho en la tarea.

— ¿Qué espera para el resto del año en el frente comercial externo y en la actividad fabril en general?

— Actualmente, las exportaciones totales del país no alcanzan a representar 0,4% de las exportaciones mundiales. En contraste, la Argentina ocupa el puesto 24 en el ranking mundial por tamaño de su PBI.

La incidencia del comercio internacional como factor de impulso a la actividad local es limitada dado que, por ejemplo, el comercio de bienes, promediando las exportaciones e importaciones, representa en torno del 15% del PBI (coeficiente de apertura). Chile, que es un ejemplo en la región latinoamericana de las ventajas de comerciar con el mundo, tiene un coeficiente de apertura en torno de 30% y ha logrado superar el ingreso por habitante de la Argentina en 60 por ciento.

Otro tanto ocurre con la recepción de flujos de inversión extranjera, que hasta el cambio de gobierno se componían básicamente de reinversiones de utilidades de empresas ya instaladas, en muchos casos forzadas por las circunstancias macroeconómicas. Como palanca del crecimiento esas inversiones representan la mitad de las inversiones que reciben Brasil o Uruguay, socios de la Argentina en el Mercosur (3,1% y 2,8% vs. 1,4% del PBI, respectivamente). Esta evidencia apunta a que una política consistente que desarrolle los objetivos anunciados de lograr mayores exportaciones y mejorar la inserción internacional debería conseguir un cambio importante y necesario en los factores de crecimiento del país.

Como en otras ocasiones, en estos meses se ha empezado a transitar el camino hacia esos objetivos, me gustaría pensar que esta vez se va a aprovechar la oportunidad.

Fotos: Sebastián Pani

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