Dólar, emisión y actividad: qué efectos puede tener la baja de la tasa de interés que aplicó el Banco Central
El Banco Central decidió ayer un nuevo recorte de 30 puntos a la tasa de interés, que llevó del 110% nominal anual al 80% al mismo tiempo que eliminó la tasa mínima para los plazos fijos. Es decir que, a partir de ahora, las entidades financieras podrán ofrecer libremente el rendimiento a sus clientes por las colocaciones en pesos.
Dos efectos, uno más inmediato que el otro, es el que prevén los analistas a partir de ahora. Por un lado, el Gobierno enfrentará con esta medida un test en el mercado cambiario. La primera reacción, se advierte, sería una suba de los dólares financieros, ante la menor ganancia que ofrecerá a partir de ahora la apuesta a los pesos, es decir, el carry trade. Por el otro lado, aunque tal vez mucho más imperceptible en el marco de la profunda recesión, mejorar las condiciones del crédito para liberar uno de los tantos frenos con los que cuenta hoy la actividad económica.
En ese sentido, el economista Gabriel Caamaño apuntó que la medida podría implicar una “vigorosa” reacción del contado con liquidación aunque advirtió que, en ese segmento, operan fuertes regulaciones que eventualmente podrían frenar la suba. A su vez, el trader Esteban Monte consideró que “al tener menor rendimiento por ganancias al hacer tasa, es esperable que los dólares financieros suban algo”. Sin embargo, consideró que “sería muy bueno para el Gobierno que el dólar no suba tanto o directamente no suba nada ya que ello demostraría la confianza del mercado” en el rumbo económico. El analista también interpretó la medida como una reacción a la fuerte recesión económica que se espera para este año.
En cualquier caso, desde el propio equipo económico aportaron uno de los fundamentos detrás de la medida: reducir la emisión monetaria. “Implica una baja de la tasa efectiva mensual de pases desde 8.6% efectiva mensual (TEM) a 6.8%, por lo tanto, una reducción de la emisión monetaria endógena (por intereses de pases) en torno a $530.000 millones por mes, equivalente al 5% de la base monetaria actual”, explicó Federico Furiase, asesor del ministro de Economía, Luis Caputo.
En esa misma línea, el Banco Central fundamentó ayer la decisión en un comunicado en “la moderación, en términos reales, de la emisión monetaria y la consecuente mejora del balance del Banco Central. Desde el 10 de diciembre, la base monetaria y la base monetaria amplia (incluyendo pasivos remunerados en pesos) se han reducido al 17% por mes y 14% por mes en términos reales, respectivamente. La contribución de esta ancla monetaria a la desaceleración de la inflación ha sido posible a partir de la resolución inmediata de dos grandes desequilibrios macroeconómicos acumulados”.
La autoridad monetaria también destacó “la trayectoria descendente de la inflación minorista”. Se conocerá hoy el dato de inflación de febrero, que en el Gobierno anticipan será un dato positivo. En el texto difundido a última hora de ayer, el Central aseguró que “tras el lanzamiento del ajuste inicial de precios relativos en diciembre 2023 se observa una pronunciada desaceleración de la inflación, a pesar del fuerte arrastre estadístico que acarrea la inflación en sus promedios mensuales. Los relevamientos de precios de mayor frecuencia han resultado útiles para apreciar la dinámica mensual punta a punta” y destacó también la trayectoria descendente de la inflación subyacente.
Según detalló, la inflación minorista refleja “una visible disminución del pass-through cambiario” (traslado a precios de la devaluación) en relación con experiencias previas y también una trayectoria inferior a la de las proyecciones implícitas en el memorando de políticas económicas y financieras acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Durante los próximos meses las autoridades del Banco Central de la República Argentina (BCRA) pondrán el foco en la evolución de la inflación núcleo, en vista de los ajustes de tarifas reguladas de servicios públicos anunciados”, anticipó.
En ese contexto, también anunció la normalización de la gestión de liquidez por vía de pases por la cual partir del 18 de marzo, el acceso a la ventanilla de pases volverá a ser exclusivo para las entidades financieras reguladas por BCRA y no para los fondos comunes de inversión.