La trama detrás del pedido por la candidatura presidencial de Kicillof que lanzó un intendente K sin La Cámpora
El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, no tuvo reparos cuando desde Lanús -municipio gobernado por un hombre de Máximo Kirchner- dijo que “la gran mayoría de ustedes expresaron que Axel tiene que ser nuestro próximo presidente”, y que hay que “construir en un lugar distinto”, para darle “fortaleza y volumen a la candidatura de Axel”. En la propuesta de Ferraresi hay otros destinatarios, además de la militancia que lo acompañaba durante un encuentro de la organización La Eva Perón de Lanús, donde planteó esa idea: Máximo Kirchner y La Cámpora.
Las palabras de Ferraresi se dieron días atrás y esta semana empezaron a replicarse por un video de esa reunión que estuvo organizado por la concejal de Lanús, Belén Berrueco; quien se alejó del bloque de concejales de Unión por la Patria, donde gobierna el camporista Julián Álvarez. Berrueco, que armó en diciembre del año pasado el monobloque Peronismo Bonaerense, responde al intendente de Avellaneda, que viene mostrándose con dirigentes de lejanía a Máximo Kirchner y La Cámpora.
En ese combo, la figura de Kicillof empieza a ser parte de la discusión presente y futura. Es que mientras el gobernador bonaerense -que no tiene reelección- gestiona con los recursos de la Nación pisados y disputa política y judicialmente con el gobierno de Javier Milei por los fondos que hasta diciembre del año pasado estaban garantizados; a su alrededor se precalienta la maquinaria de una construcción política con miras, en principio, a la listas legislativas del 2025. En el horizonte asoma un punto de inflexión para el peronismo de la provincia de Buenos Aires.
El intendente de Avellaneda planteó que “estamos generando una señal y una idea de que la construcción va para otro lado”. Hablaba de cómo el peronismo bonaerense se movió hasta el momento. Otra crítica -sin nombrarlo- a Kirchner. “Seguramente en el año 25 esa construcción nos va a encontrar en lugares distintos; no nos va a encontrar en el mismo lugar. Entonces ¿para qué vamos a perder tiempo?”.
El cierre de listas del 2023 fue otro punto de inflexión para el universo peronista-kirchnerista. Para los lugares en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires -Cámara de Diputados y de Senadores- no hubo nombres que tengan como terminal directa a Kicillof. El gobernador no habría pedido por ningún apellido. Sin embargo, en el último período, la relación Ejecutivo-Legislativo dentro de Unión por la Patria fue-de mínima- distante. Hay intenciones, al menos desde el palacio legislativo, de generar un acercamiento.
Ferraresi parece decidido. Días atrás también se reunió con varios que supieron ser ministros provinciales durante la gobernación de Daniel Scioli. Más atrás en el tiempo se mostró con Juan Zabaleta; el ex intendente de Hurlingham y adversario interno de La Cámpora, que terminó vendiéndolo en las PASO 2023. Quiere que el gobernador tenga representación directa en la composición legislativa del 2025.
Tras plantear que Kicillof tiene que ser candidato presidencial, el jefe comunal de Avellaneda, algunos de sus pares del conurbano y ministros de corte político se reunieron este miércoles en la Gobernación bonaerense. Según pudo saber Infobae, el tema de debate fue la rebelión fiscal propuesta por el diputado nacional, José Luis Espert y avalada por el presidente Javier Milei.
Sin embargo, nadie le va a pedir a Ferraresi que frene en su avanzada que desde finales del año pasado parece ser un objetivo en la “reconstrucción”. Si bien en Lanús dijo que a él no lo iban a escuchar “hablar mal de Julián” (Álvarez), sí le construye a la par. En principio, el despliegue es por la Tercera sección electoral; donde La Cámpora también se hace fuerte. Además de Lanús, gobierna el municipio de Quilmes con Mayra Mendoza electa en 2019 y reelecta en 2023. En esta discusión, La Cámpora habla en plano resultadista. Desde diciembre de 2023 gobiernan o tienen fuerte injerencia en 12 municipios. Antes de las elecciones solo contaban para sí Mercedes y Quilmes.
Hay otros intendentes que piensan igual que Ferraresi. En La Plata tratan de pasar por el costado de una interna que tiene sus momentos de tensión y otros de distensión. Sin embargo, esquivarlo a veces se torna difícil. En la gobernación argumentan, también, que no es una preocupación hoy una candidatura, que falta mucho y que el problema es Milei. Pero también deslizan que “está bien que los compañeros discutan política”.
Ferraresi es parte integrante de una mesa política que se junta con mayor o menor regularidad según el tiempo político que rodea a Kicillof y que tiene también a algunos intendentes como Fernando Espinoza de La Matanza, Andrés Watson de Florencio Varela y algunos ministros provinciales como Carlos Bianco (Gobierno), Andrés Larroque (Desarrollo de la Comunidad), Gabriel Katopodis (Infraestructura) o Cristina Álvarez Rodríguez (Jefa de Asesores).
La foto tampoco es nueva. En plena campaña electoral, Kicillof había planteado “componer una nueva canción”. Lo dijo en un tiempo sensible para un peronismo que se aferraba a la ilusión de una remontada electoral bajo la figura de Sergio Massa: el período entre las PASO y las generales. Kirchner contestó que él no se dedicaba a la música, que era militante y dirigente. En el último tiempo, sin embargo, la relación se pudo encauzar e incluso hubo gestos de respaldo en términos de gestión; además de otros de carácter más personal.
Hay quienes no saldrán en este momento a plantear lo mismo que Ferraresi, pero que por lo bajo lo respaldan o al menos lo entienden. Sostienen que es “su forma de defenderse” y le valoran que el intendente “nunca se fue” y que armó el Instituto Patria “con Cristina y cinco más”. Del otro lado, en La Cámpora plantean que el avellanedense busca romper, que ya lo hizo en Lanús y que buscará lo mismo, en el mediano plazo, Quilmes. En el medio -o no tanto- Kicillof.