Economía

El mercado y los argentinos, una clave para crecer

Un hombre camina frente a la entrada de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, en Argentina, REUTERS/Agustin Marcarian (Agustin Marcarian/)

Mucha gente me pregunta por qué hay tanto foco en los mercados en alza y por qué es importante en un contexto de recesión económica donde a la mayoría de los argentinos no los afecta de manera directa. Siempre trato de explicar que para que un país crezca la economía tiene que crecer y para que una economía crezca se necesita un inversor.

Que la Argentina tenga un mercado compatible con los mercados internacionales, con tasas razonables, con un solo dólar, que no haya brecha, hace más fácil que un inversor de la economía real empiece a mirar al país como su próximo destino.

El mercado ha celebrado cosas que no tienen que ver con el bienestar de los argentinos, pero insisto en que debe haber una correlación. El foco de la gestión actual tiene que ver con ordenar la situación financiera para luego ver si eso alienta la inversión.

Para que una economía crezca, se necesita que el mercado empiece a mostrar confianza. Es mucho más fácil hacer una inversión en bonos que en una inversión productiva. El primer indicio de que un país está abierto a una economía real es tener un mercado de capitales maduro, con profundidad y con niveles de endeudamiento razonables.

La economía está en una etapa de una transformación que llevaría a una normalización. Con datos económicos que muestran más aciertos que desaciertos.

La tasa de política monetaria tiene una tasa efectiva mensual del 6,8%, cuando la inflación corre al 13%. En este punto la salida de las restricciones llevaría a tasas reales positivas más alineadas con la estructura de la economía, dando un escenario más propicio para las inversiones.

Mejora en el BCRA

El Gobierno está trabajando en mejorar la hoja de balance del Banco Central y logró una reducción muy importante de los pasivos remunerados con el objetivo de llevarlos a cero. Asimismo, sorprendió al mercado con una baja de tasas, que no provocó un aumento sobre la brecha.

La desaceleración de la inflación estaría consolidándose. Hoy estamos viendo una tendencia decreciente con un componente regulados que da cuenta que se están subsanando la distorsión de precios relativos.

Foto de archivo: imagen de la fachada del edificio del Banco Central de la República Argentina en el centro financiero de Buenos Aires  REUTERS/Agustin Marcarian/
Foto de archivo: imagen de la fachada del edificio del Banco Central de la República Argentina en el centro financiero de Buenos Aires REUTERS/Agustin Marcarian/ (AGUSTIN MARCARIAN/)

La caída de los dolores financieros y la brecha son por motivos más técnicos y regulatorios que derivados de una demanda genuina de pesos. Sin embargo, también tras la recuperación del poder de fuego del Banco Central, que está comprando dólares a muy buen ritmo, hoy la devaluación ya no parece ser una preocupación.

El riesgo país en los niveles del 2021 cercanos a los 1,550 puntos básicos demuestra una mejora significativa en el riesgo de “reperfilamento” de los bonos soberanos, también influyendo positivamente en la seguridad jurídica.

Por eso hay una relación muy estrecha entre el bienestar de la gente y el mercado de capitales, aunque la mayoría de los argentinos puede que nunca vaya a tener un bono o una acción. Que los mercados acompañen no significa que sólo ganan los especuladores y no impacta en la economía real. Si la tasa baja, si la Argentina puede volver a financiarse a tasas razonables, va a ser más fácil atraer inversiones, que aumente la productividad y que volvamos a crecer.

No se va a combatir el largo plazo sin inversión. Una vez que la etapa de estabilización y los indicadores financieros sean más sanos, será importante apalancar estas buenas noticias con leyes que den la previsibilidad necesaria. Esa es la asignatura pendiente.

El autor es Managing Partner de Adcap Grupo Financiero

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