Por qué la soledad puede ser un enemigo silencioso para los sobrevivientes de cáncer

La soledad se sabe con certeza está relacionada con la salud, tanto física como mental. En 2023, Vivek Murthy, el Cirujano General de EEUU publicó un informe llamado “Nuestra epidemia de soledad y aislamiento” sobre el impacto de esa situación en todos los aspectos, desde el estado de ánimo hasta la función cognitiva y el bienestar físico.

Según dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, basándose en referencias científicas, dijo que “las personas que no tienen suficientes relaciones sociales estables corren un mayor riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, ansiedad, demencia, depresión y suicidio”.

En sintonía con esto, según una nueva investigación, los sobrevivientes de cáncer que se sienten solos tienen un mayor riesgo de morir. El estudio, dirigido por la Sociedad Estadounidense del Cáncer (ACS por sus siglas en inglés) y publicado en el Journal of the National Comprehensive Cancer Network (JNCCN), encontró que los sobrevivientes de cáncer con los niveles más altos de soledad tenían el mayor riesgo de mortalidad.

Los investigadores analizaron a 3.447 sobrevivientes de cáncer de 50 años o más, extrayendo datos del Estudio de salud y jubilación de 2008-2018. Utilizaron la Escala de Soledad de UCLA (Universidad de California, Los Angeles) para medir los niveles de soledad, desde ninguno hasta severo.

“En este estudio, encontramos que la soledad elevada se asociaba con un mayor riesgo de mortalidad entre los sobrevivientes de cáncer”, dijo a Fox News Digital el autor del estudio, Jingxuan Zhao, científico asociado principal de investigación de servicios de salud en la ACS.

Y añadió: “Este estudio es especialmente oportuno dado el reciente Aviso sobre los efectos curativos de la conexión social y la comunidad del Cirujano General de EEUU, que destacó el impacto adverso de la soledad para los individuos y también para la salud pública”.

Dicen los investigadores en el estudio: “En 2022, hubo más de 18 millones de sobrevivientes de cáncer en los Estados Unidos, y se espera que este número aumente a 22 millones para 2030 debido al envejecimiento de la población y las mejoras en la detección temprana del cáncer y los tratamientos efectivos”.

Destacaron que el diagnóstico y el tratamiento del cáncer pueden tener efectos adversos a largo plazo, incluidos problemas físicos, cognitivos, pérdida de audición y dificultades emocionales, como ansiedad y depresión: “En conjunto, estos efectos adversos pueden impactar negativamente las relaciones sociales de los sobrevivientes y contribuir a la soledad, un sentimiento subjetivo de aislamiento social”.

Los expertos afirmaron que la soledad se asocia con mayor riesgo de morbilidad y mortalidad en la población general: “Su importancia como cuestión médica quedó subrayada por el aislamiento social generalizado impuesto por la pandemia de COVID-19″, destacaron. Como ejemplo, citaron un estudio de personas sanas en Suecia que encontró que aquellos que declaraban tener un alto nivel de soledad presentaban un riesgo de mortalidad un 27% mayor en comparación con las personas que no lo padecían.

Los sobrevivientes de cáncer pueden experimentar fuentes únicas de soledad asociadas con su diagnóstico y su historial de tratamiento. “Es posible que los familiares y amigos no comprendan sus inquietudes relacionadas con la enfermedad, que duden en compartir sus temores y preocupaciones relacionados con el cáncer y que no hayan recibido el apoyo que esperaban y/o necesitaran durante su experiencia con el cáncer, todo lo cual podría potencialmente aumentar sentimientos de aislamiento social”, indicaron los investigadores en el estudio.

La última encuesta nacional de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) publicada a principio de año señaló que el 30% de los adultos experimentó sentimientos de soledad al menos una vez a la semana. “Las investigaciones han descubierto que la soledad y el aislamiento social pueden ser tan perjudiciales para la salud como la obesidad o fumar 15 cigarrillos al día, y tienen un impacto significativo en la salud mental”, advirtió la entidad que nuclea a los psiquiatras de EEUU.

Cómo combatir la soledad entre los sobrevivientes

Basándose en la conclusión de su estudio, se pidieron más programas para detectar la soledad y mejorar el apoyo social a los sobrevivientes del cáncer.

“Nuestros hallazgos también resaltan la importancia de la coordinación de la atención por parte de los médicos oncológicos y otros proveedores de atención primaria para garantizar que los sobrevivientes de cáncer reciban pruebas de detección oportunas e intervención efectiva para la soledad”, indicó el autor del estudio.

Mantener una red activa de amistades e interacciones sociales está relacionado con múltiples factores que inciden en el bienestar y la salud. La doctora en Neurociencias Teresa Torralva, neuropsicóloga y presidenta de la Fundación Ineco remarcó en una nota reciente que “las personas con mayor actividad social, presentan un índice más bajo de depresión, una menor frecuencia de enfermedades en general, un mejor funcionamiento inmunológico y un menor riesgo de ataque cardíaco. No hay mejor estímulo para un cerebro que el vínculo con otro cerebro”.

Así, para la construcción del bienestar individual es necesario el tejido social, pues el bienestar es, entre muchos aspectos, resultado de las relaciones con otras personas. “En ese sentido, una serie de estudios científicos revelan que fomentar relaciones positivas de familia, amistad y comunidad, protege a nuestro cerebro y a nuestro cuerpo de la enfermedad, el estrés y la soledad”, agregó Torralva.

Para lograr una vida social óptima es necesario planificar, propiciar y fomentar los vínculos sociales. “No siempre esto viene dado y nuestras funciones ejecutivas son claves en este proceso -comentó Torralva-. Hacer planes, establecer metas comunes o anticipar reacciones de los demás nos entrena en la relación con el otro”.

La conexión social implica tener vínculos interpersonales que a veces son saludables y otras no tanto. Las relaciones sanas “se construyen sobre la base de una comunicación sana, el respeto mutuo y la confianza, y permiten sentirse valorados y respetados; es necesario intentar identificar ese tipo de vínculos para poder impulsarlos”, completó la neuropsicóloga.

Finalmente, concluyó el doctor Zhao: “Comprender si estos factores relacionados con el cáncer pueden modificar la asociación entre soledad y supervivencia será importante para futuros estudios” y también para un mayor bienestar psicológico del paciente.