¿Conviene cargar nafta súper en lugar de premium para ahorrar?: todo lo que hay que saber sobre cuál combustible es mejor
La economía de los argentinos está en emergencia y cada ahorro que se pueda hacer, sirve para cerrar mejor las cuentas de gastos fijos familiares o personales. La diferencia de precio entre los dos tipos de combustible que se pueden cargar a los autos nafteros en Argentina, Súper y Premium, varió en los últimos años entre el 22% al 28%, sin embargo, con el precio del litro ya en diciembre esa brecha había superado los $100 pesos entre una y otra especificación de gasolina, y hoy, con los nuevos aumentos en el impuesto que rigen desde este 1 de abril, la diferencia es de casi $200 por litro.
En un tanque de un auto mediano convencional como puede ser un Fiat Cronos, llenar un tanque con Súper en la Ciudad de Buenos Aires cuesta $40.176 y con Premium ese precio salta a los $49.584, es decir un 23% de diferencia, o dicho de otro modo, cada cuatro tanques de combusitible Premium, se podría cargar uno de Súper adicional.
Sin embargo, la pregunta del millón está en saber en qué autos se puede cargar nafta Súper y no es necesario usar combustible Premium, sin poner en riesgo la vida útil de componentes vitales del motor o el sistema de combustible. Gracias a la evolución en los componentes del combustible Súper actual, que ya tienen propiedades de limpieza para los inyectores y las válvulas incluídas, la respuesta es afirmativa en la mayoría de los casos.
Pero para ser más precisos y argumentarlo, hay que hacer un poco de historia que permita comprender que en tiempos de ajuste de gastos, esta es una conducta que se puede adoptar, y que para quienes rellenan el depósito una vez por semana, puede significar ahorrarse un tanque cada cuatro.
“Hasta la década del 90 teníamos nafta común y súper en Argentina. Y fue entonces, cuando al llegar autos importados con otra tecnología, apareció la nafta premium. La nafta común se diferenciaba mucho de la súper por la calidad y el número de octanaje. La calidad está referida al filtrado, la limpieza del combustible, mientras que el octanaje es el modo que tienen las petroleras de medir el punto de detonación, eso que generalmente se nombra como explosión, y que en términos técnicos es la oxidación, porque la combustión es un proceso de oxidación violenta”, explicó Luís Toso, experto de la industria automotriz que suele ser fuente de consulta para Infobae.
En aquellos años, era frecuente que al colocarle nafta común, formalmente denominada como Normal, a un auto moderno, ocurría algo conocido como “pistoneo”, que era una detonación adelantada al momento de la chispa de las bujías. Esto se producía a causa del bajo octanaje de la nafta común respecto a la súper. Cuanto mayor es el octanaje, más precisa es la combustión.
En efecto, aquella nafta común tenía entre 85 y 89 de octanos. Ese combustible ya no existe. La súper tenía de 95 octanos hacia arriba y era la opción más cara y sofisticada pasó a ser la nafta más accesible.
“Cuando aparecieron los combustibles premium, su principal condición era que no tenían contenido de plomo en su composición, de hecho, se los promocionaba, como “nafta sin plomo”. Además teníamos pico ancho y pico fino en los surtidores, porque aquellos autos que entraron al mercado en los años 90, tenían un conducto más delgado en la boca del depósito de combustible. En ese momento era un modo de mostrar el cambio tecnológico, que lo era en verdad porque tanto la nafta común como la súper tenían plomo, y esta no.
“Lo que ocurrió fue que la común desapareció y la súper empezó a producirse sin plomo, unificando así los picos de todas las estaciones de servicio”, relató Toso.
Las naftas premium tienen un mayor octanaje, entre 98 y 100 octanos, pero además tienen componentes que contribuyen a una mayor limpieza de todos los conductos por los que circula dentro del motor. Entonces, un poco debido a que el costo no era una preocupación para los usuarios, época del 1 a 1 en el cambio del peso con el dólar, y un poco por desconocimiento, se tomó como una verdad absoluta que los autos modernos tenían que utilizar ese combustible en lugar del conocido como súper.
“Ahí nació un poco el mito. Porque como la nafta súper de ese tiempo no era de tan buena calidad, se creía que en los autos modernos había que cargar premium sí o sí. Pero la Súper mejoró rápidamente su calidad y quedó esa idea equivocada. Lo que hacemos siempre en los departamentos técnicos de las automotrices es respetar lo que menciona el manual del usuario. El 95% de los vehículos que están hoy en el mercado local de nafteros, sugieren simplemente un octanaje mínimo del combustible, que en general es de 94 o 95 octanos hacia arriba. Entonces, una nafta súper de buena calidad, es decir que se venda en estaciones que la almacenen en tanques en buen estado, es suficiente para que el motor tenga un rendimiento óptimo sin ningún tipo de riesgo”, aseguró el especialista.
Oreste Berta es palabra autorizada en materia de motores desde los años 60, pero su empresa, ahora liderada por su hijo homónimo, tiene una vasta experiencia en combustibles. Así, la consulta con Oreste Berta (h), permite tener alguna precisión mayor sobre este tema.
“Las propiedades de la nafta Súper actual son mucho mejores que las de años anteriores. La mayoría de los autos pueden usar nafta Súper sin problema, especialmente con una diferencia de precio como la que hay actualmente. En un motor antiguo, tanto de inyección directa como en los de inyección indirecta, la diferencia no es apreciable. Puede haber un poco de mayor depósito de carbón en el inyector, que se soluciona fácilmente con un limpia inyectores, ya que tiene un poder detergente muy efectivo e instantáneo, con colocar uno cada 5 o 6 tanques de combustible está perfecto. Eso sí, es importante cargar nafta de buena calidad, Súper, pero de buena calidad”, dice el experto.
La pregunta inevitable es, entonces, cuál es el beneficio de un combustible premium si el 95% de los autos que se venden en Argentina pueden usar sin problemas la nafta súper. ¿Es cierto que los motores “no sienten” la diferencia entre un combustible y otro?
“Las naftas premium en general lo que tienen a favor, más allá del octanaje, es una mayor calidad de limpieza del combustible, y sobre todo en lo que hacen mucho hincapié las petroleras, es en la presencia de algunos componentes aditivados que tienen, y que también hacen un proceso de limpieza de los ductos y los inyectores, que pueden mejorar la vida útil de esos componentes mecánicos del motor. Cargar un premium puede considerarse como darnos un lujo cada tanto, pero no más que eso”, afirma Toso.
Un último consejo muy importante a partir de esta última explicación, es que ante la evidencia de no necesitar el combustible más caro del mercado para que el motor funcione mejor, no es bueno cargar súper y agregarle un aditivo para reemplazar las cualidades de la nafta premium. Si esa es la idea, en todo caso hay que consultar en un concesionario oficial al respecto, ya que, al menos en autos que todavía están en garantía, aplicar un aditivo no recomendado por la marca puede ocasionar un daño a algún componente que no será reconocido como un reemplazo o reparación que tenga que asumir la marca sino el cliente.