Un teclado puede albergar más gérmenes que un inodoro: qué tipo de bacterías
El teclado es un elemento fundamental en el uso diario del computador y, en medio del teletrabajo o las largas jornadas en la oficina, es posible que comamos o que hablemos frecuentemente junto a ellos, situaciones que hacen que sea propensa la acumulación de gérmenes, incluso más que en un inodoro.
Un estudio realizado por Reader’s Digest, al pasar un hisopo por 25 teclados, encontró que el 96% de estos accesorios tenían uno o más tipos de bacterias. A esto se suma una investigación llevada a cabo por la organización británica de apoyo al consumidor Which?, donde se halló que algunos teclados albergaban más bacterias peligrosas que los propios asientos de inodoro.
Lo que genera una alerta inmediata sobre la limpieza constante de este periférico, con el que estamos en contacto constantemente a través de nuestras manos, lo que puede generar que las bacterias que estén sobre él lleguen a nuestro cuerpo.
Qué tipo de bacterias puede albergar un teclado y cómo llegan ahí
Entre los microorganismos que se pueden encontrar en los teclados de computadora, se incluyen bacterias como la E.coli, conocida por causar problemas gastrointestinales, así como otras bacterias potencialmente dañinas que pueden causar resfriados y enfermedades estomacales.
Estos gérmenes pueden transmitirse fácilmente de una persona a otra a través del contacto con el teclado, lo que puede resultar en la propagación de enfermedades en entornos como oficinas y lugares de trabajo compartidos.
Una de las principales razones detrás de la suciedad en los teclados es la falta de hábitos de higiene adecuados. El microbiólogo Peter Wilson describe los teclados como un reflejo de lo que hay en nuestra nariz, boca e intestinos.
Las partículas de saliva y los gérmenes que se depositan en el teclado cada vez que hablamos o estornudamos pueden contribuir a la acumulación de bacterias. Además, la costumbre de comer o beber sobre los teclados y la falta de lavado de manos antes de teclear también pueden aumentar el riesgo de contaminación.
“Si hay alguien que tenga un resfriado en la oficina, o incluso gastroenteritis, es muy probable que lo contraigas de un teclado”, dijo Wilson a la BBC.
A esto se suma, que normalmente en las oficinas los computadores se comparten con otras personas o están en entornos donde hay muchos más trabajadores, lo que los hace propensos a recolectar todos estos gérmenes de la persona que lo usa y de las que están cerca.
Un ejemplo de esta situación es la investigación que hizo Which? en sus oficinas. Allí examinaron 33 teclados y cuatro de ellos fueron considerados como un potencial riesgo para la salud de los trabajadores, ya que uno de ellos albergaba cinco veces más gérmenes que uno de los inodoros.
Además, durante las pruebas realizadas, uno de los teclados tuvo que ser removido completamente del sitio de trabajo y puesto en cuarentena porque tenía 150 veces el límite recomendado de bacterias.
Cómo limpiar un teclado de forma adecuada
- Dar la vuelta al teclado y sacudirlo suavemente para eliminar la suciedad y los residuos atrapados entre las teclas.
- Utiliza aire comprimido para eliminar la suciedad y el polvo que pueda quedar atrapado entre las teclas.
- Usar un paño suave y húmedo con alcohol isopropílico para limpiar cuidadosamente cada una de las teclas y eliminar los gérmenes.
- En el caso de los teclados mecánicos, algunos de ellos cuentan con botones desmontables, lo que permite hacer un aseo mucho más completo de todo el armazón del accesorio y de cada una de las teclas.
- Nunca aplicar ningún líquido de forma directa en el teclado, ya que se puede dañar su funcionamiento y, en el caso de los portátiles, es posible afectar a todo el computador.