Economía

Los inversores vuelven a un mercado signado por EEUU, mientras que en el país se habla de deflación y aparecen informes más optimistas

Un hombre observa una pantalla con información del índice Merval (REUTERS/Marcos Brindicci) (MARCOS BRINDICCI/)

El clima de negocios de Estados Unidos no mejora, a excepción de la baja de la tasa de retorno de los bonos del Tesoro norteamericano que cedió a 4,59 por ciento. Tras la reunión de dos días la Reserva Federal ayer mantuvo las tasas de interés sin cambios. El titular de la entidad, Jerome Powell, alejó la ilusión de una baja de las tasas, pero prometió que no las subirá a lo largo del año. Las tasas norteamericanas están en el nivel más alto de los últimos 23 años.

Los bonos soberanos argentinos en el exterior apenas se movieron y tuvieron bajas imperceptibles. El clima para los bonos de países emergentes no es el mejor; no se puede competir con el rendimiento de los bonos norteamericanos.

Tampoco hubo buena respuesta en los precios de la soja que subieron apenas 0,60 por ciento.

El feriado local fue propicio para sacar algunas conclusiones tras la media sanción de la Ley de Bases. A medida que se enfrían los ánimos, ahora se piensa con seriedad en lo que podrá ocurrir en el Senado.

El informe de la consultora de Salvador Di Stefano asegura que “el ministro no va a devaluar, hay desarbitrajes de tasas o se viene una gran deflación”. Cree que el dólar seguirá planchado.

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell (REUTERS/Kevin Lamarque)
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell (REUTERS/Kevin Lamarque) (Kevin Lamarque/)

Di Stefano señala que “mientras los bonos en pesos ajustados por inflación bajaron, los bonos soberanos no paran de marcar récords. Por ejemplo, el bono AL29 vale USD 62 y rinde el 20,6% anual. El bono AL30 vale USD 59 y rinde el 20,6% anual. El bono AE38 vale USD 53,20 y rinde el 16,7% anual. El riesgo país ya está en los 1.208 puntos, y no nos debería extrañar que en breve llegue a los 1000 puntos. Para que esto ocurra, bonos como el AL29 y AL30 deberían valer entre USD 65 y USD 68, con un 10% de suba por delante”.

“La aprobación de la ley bases sería de gran impulso para que Argentina logre un riesgo país de 1.000 puntos. Algo que le permitiría al gobierno volver a abrir los mercados financieros internacionales”, agrega.

Si algo así sucediera, sería más fácil para el Gobierno aliviar el ajuste porque tendría financiación internacional en vez de acudir a las licitaciones del Tesoro.

El clima para los bonos de países emergentes no es el mejor; no se puede competir con el rendimiento de los bonos norteamericanos

Otro tema sobre el que alerta el informe es que abril refleja una caída de actividad económica que podría ser superior a la de marzo. “El empleo formal viene cayendo y el informal aumentando, pero en menor proporción. Daría la impresión qué el desempleo pasaría a ser en breve la mayor preocupación de los argentinos”, detalló.

Las conclusiones del informe son:

  • El mercado de pesos está desarbitrado, ya que los bonos en pesos ajustados por inflación tienen tasas neutras o positivas, mientras que la tasa efectiva de plazo fijo se ubica en el 63,2% anual, en un nivel similar a la tasa implícita del dólar futuro.
  • Probablemente la afirmación del párrafo anterior esté equivocada y tal vez el mercado está descontando que la inflación a 12 meses vista se ubicaría en torno del 63,2% anual, y veremos una deflación de precios en la economía.
  • El valor en donde se colocará la inflación futura lo saldará el mercado con el correr de los meses, en el mientras tanto, los bonos soberanos de argentina siguen aumentando y la tasa riesgo país en breve perforaría los 1.200 puntos.
  • Las acciones medidas en dólares han crecido el 82,6% en los últimos 12 meses. El bono AL30 en los últimos 12 meses subió el 186,4% en dólares. La rentabilidad de los bonos más que duplicó a las acciones. Esto luce lógico para un Gobierno que asegura superávit fiscal y dice que va a honrar los contratos. Las acciones en ese contexto suben, pero no pueden quedar al margen de un escenario recesivo, sin inversión de obra pública, y mayores costos de los servicios públicos.

La Fundación Libertad y Progreso estimó que la inflación de abril será de 8,4% lo que implica una desaceleración de 2,6 puntos sobre marzo. “De esta manera, en los primeros cuatro meses del año el IPC acumula una suba de 64,4 por ciento. La variación interanual alcanza el 287,8%, similar al dato del mes anterior”, dijeron.

El informe indica que “es importante resaltar que la variación anual del IPC se ha estabilizado en torno al 290%, reflejando que las variaciones mensuales de 2024 son comparables a los mismos meses del 2023. De esta forma, el IPC de abril deja un arrastre de 1 punto porcentual para mayo, unos 0,8 puntos menos que en marzo”.

La fundación calculó una inflación para el mes que comienza “en torno al 7%, con un IPC núcleo moviéndose en torno al 5% mensual. De esta forma, el índice de precios se está moviendo a una velocidad similar a la que sostenía durante la primera mitad del 2023″.

“Es importante resaltar que la variación anual del IPC se ha estabilizado en torno al 290%, reflejando que las variaciones mensuales de 2024 son comparables a los mismos meses del 2023″ (Libertad y Progreso)

Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación, señaló que “no hay un nexo directo entre baja de la inflación y recesión. Esto se puede ver fácilmente viendo los últimos años de la historia argentina; en el 2022 y 2023 el país transitó con caída en la actividad y en los salarios reales y, en el mismo período, la inflación se cuadruplicó. Es más, los planes de estabilización que son creíbles son expansivos. Justamente este es uno de los principales desafíos que hoy tiene el Gobierno: lograr que su programa sea percibido como sostenible en el tiempo y que eso impulse la exteriorización de ahorros, el crédito y la inversión”.

Para Lautaro Moschet, economista de la entidad, “con la rápida desaceleración de la inflación estamos comenzando a ver una recuperación de los salarios en términos reales, que se ajustan con datos de inflación pasada. Según los datos de salarios del Indec, podemos ver que los salarios del sector registrado fueron superiores a la inflación en febrero, mientras que la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) de marzo creció 2,7% en términos reales. En la medida que la economía se recupere, también lo hará el poder de compra de los salarios, aumentando el bienestar social”.

Todo lo que se escuchó y vio en el feriado por el Día del Trabajador indica que los inversores serán cautelosos y no cambiarán el rumbo: seguirán posicionados en bonos soberanos, irán tras las acciones más retrasadas y continuarán deshaciéndose de los bonos que ajustan por CER que tienen menos rendimientos que los títulos a tasa fija, que son los más buscados porque dan una tasa de 4% mensual.

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