Cuáles son las buenas prácticas que cuidan la salud mental en el ámbito laboral
El mundo laboral se está volviendo cada vez más duro y competitivo, y las amenazas cada vez son más: desde la precariedad, los nuevos desafíos tecnológicos hasta el miedo a perder el puesto de trabajo, todos ingredientes ideales para el caldo de cultivo de trastornos de salud mental en relación al trabajo, como son, entre ellos, el estrés laboral, la ansiedad, la depresión, el burnout y/o la sisifemia.
En el marco del Día Mundial de la Salud, los expertos de INECO remarcan la importancia de comprender que la salud mental es parte integral de la salud general.
La salud no es solamente la ausencia de afecciones o enfermedades sino un estado de completo bienestar físico, mental y social. Por ese motivo, no hay salud sin salud mental. Un punto clave con respecto a la salud mental es lo valioso que resulta su cuidado en el ámbito del trabajo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 15% de los adultos en edad laboral padecen un trastorno mental en algún momento de su empleo, siendo los más frecuentes la ansiedad y la depresión. Sin embargo, cuando se habla de salud mental no se habla solo de enfermedad sino también de la promoción de la misma.
En ese sentido, las empresas no sólo deben cuidar y promover la salud física de sus colaboradores sino también generar entornos de trabajo seguros y saludables en lo que respecta a la salud mental. Además de ser un derecho fundamental de los colaboradores, mejoran la fidelización del personal y su rendimiento.
Reportes recientes indican que cada vez son más las personas que priorizan la salud emocional y que, dentro de las intervenciones disponibles que puedan hacer las organizaciones, lo que más valoran es tener una cultura saludable de trabajo, estando este punto por encima de lo que pueden ser tratamientos en salud mental, recursos de cuidado, y una cultura que brinde ayuda a quienes requieran de la misma.
Si bien no se puede construir este tipo de cultura de un día para el otro, deben realizarse diversas intervenciones, comenzando por el hecho de hablar acerca de la salud mental. Considerarla una prioridad, trabajar con las áreas de recursos humanos y capacitar a los líderes en las temáticas es fundamental.
“En primer lugar, es importante comprender que existen diferentes mitos acerca de la salud mental. Algunos de los más habituales hacen referencia a que los trastornos de salud mental no son frecuentes, que duran para toda la vida y no se curan, que no pueden prevenirse, y que las personas con problemas de salud mental son débiles y no pueden trabajar, entre otros”, explicó la doctora Florencia Vallejos, quien se desempeña como coordinadora médica del área de Salud Mental de INECO y trabaja en Buenas Prácticas en Bienestar Mental en las organizaciones.
En línea con ello, la profesional afirmó: “Resulta esencial derribar esas creencias erróneas. En lo que respecta específicamente al ámbito de las organizaciones, es necesario entender que un trastorno mental no es sinónimo de incapacidad laboral”.
A su vez, la doctora María Roca, directora de INECO Organizaciones, expresó: “Para construir un ambiente de trabajo saludable, no alcanza con hablar de la patología sino que las compañías deben además promover prácticas de trabajo y de liderazgo saludables”.
La especialista mencionó sobre ese punto que, en ese marco, desde INECO Organizaciones se encuentran trabajando fuertemente en iniciativas en las que interactúan profesionales de la salud y colaboradores de las organizaciones para generar manuales de buenas prácticas en salud mental en las empresas, con el objetivo de contribuir a promoverlas en el trabajo y de brindar apoyo a aquellos que puedan enfrentar desafíos en este ámbito.
“Desestigmatizar la salud mental en el lugar de trabajo es crucial para fomentar una cultura de diversidad e inclusión laboral. Las compañías que abracen la temática e incorporen el bienestar emocional y la salud mental en sus prácticas y beneficios, serán más valoradas por los trabajadores, lo cual tiene luego un retorno en la productividad”, concluyó la doctora Roca.
Tal como se ha remarcado, la salud mental es parte integral de la salud y no implica únicamente la ausencia de enfermedad. Las empresas están comenzando a atender no sólo la seguridad física de sus empleados sino también a generar espacios de trabajo que no pongan en riesgo su salud mental.