Gestiones a contrarreloj del Gobierno para desactivar la masiva protesta por los recortes de presupuesto a la UBA
Mientras el Presidente se encontraba abocado al relacionamiento con el esquivo empresariado en el Foro Llao Llao de Bariloche, su principal asesor, Santiago Caputo, intercambiaba mensajes con el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti sobre el conflicto por el presupuesto universitario. Se conocen desde que ambos militaban en la organización La Cantera de la Facultad de Ciencias Sociales, cuando el asesor estudiaba Ciencia Política, hace 15 años y tienen una relación relativamente fluida. Pero más tarde, cuando el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, convocó al funcionario académico para apaciguar los ánimos y transmitirle formalmente la propuesta de aumento en el presupuesto universitario, recibió un tajante rechazo.
El malestar en las universidades públicas por la falta de presupuesto en medio del ajuste y la inflación aumenta a medida que pasan las horas. Los intentos -tardíos- del Gobierno para desactivar la masiva marcha que organizan para el martes las casas de altos estudios y sus centros de estudiantes no dan frutos, mientras se replican en redes sociales las expresiones de reprobación y algunas encuestas empezaron a reflejar un fuerte descontento en la opinión pública por el recorte.
En alerta por el explosivo conjunto en un tema delicado, en la sede del gobierno nacional siguen de cerca y con cierta preocupación el creciente conflicto con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que provocó asambleas, clases en la vía pública y protestas. Según un trabajo de la consultora AdHoc, el conflicto con la UBA y los aumentos de sueldo que se auto-otorgaron los senadores estimularon la negatividad en la reputación digital del Presidente. Y en la Casa Rosada, aunque dijeron que no tienen registros de ese estilo, se adelantan al impacto que pueda tener la puja, y dieron por sentado que la manifestación de la semana que viene será masiva e imposible de frenar. Así, dejaron de hablar de vouchers y privatizaciones e hicieron una propuesta de aumento de fondos.
La forma en que el Ministerio de Capital Humano que conduce Sandra Pettovello comunicó su oferta presupuestaria -por la noche, a las apuradas, y con la palabra “acuerdo” en el título a pesar de que no era así- generó malestar en el ámbito universitario. Fue un error no forzado, que el segundo funcionario del secretario de Educación, Carlos Torrendell, Álvarez intentó resolver hoy al convocar a Yacobitti a una reunión presencial. No obstante la intención, la charla terminó siendo infructuosa.
Aunque dispuestos a negociar en el contexto de crisis, en el entorno del ex diputado y referente radical aseguraron que el planteo económico fue “insuficiente”. “El aumento, en total, significa un 105 en el año. Y la inflación fue de 300. El salario de los profesores y trabajadores perdió el 36 por ciento del valor real en cuatro meses, cuando el resto de los empleados perdieron el 18. La situación de los trabajadores es muy grave, arrancan en 400 mil pesos”, dijeron desde la cúpula de la universidad.
Ayer Capital Humano había comunicado que las asignaciones que envía el Tesoro se incrementaron un 70% en marzo y que que estaban dispuestos a dar un aumento igual en mayo, y aseguraron que se trataría de “una recomposición del 140%”.
En la sede del gobierno nacional aseguraron que por ahora no vieron un descontento social por el tema reflejado en sus investigaciones de opinión pública, a pesar de que las dificultades para pagar los servicios públicos redundaron en dramáticos cortes eléctricos en algunas sedes. Sí admitieron que no tienen formas de desactivar la marcha del martes, a la que incluso asistirán estudiantes de privadas, como la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y a la que se plegaron varios referentes de la oposición más distante como de las fuerzas aliadas, incluyendo al ex candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa.
En el ámbito universitario, aunque se muestran en pie de guerra por los aumentos, ratificaron la protesta, pero accedieron a retomar las conversaciones después del martes, después de haber mostrado el poder de fuego que genera el desfinanciamiento de la educación pública. “El diálogo es bueno”, deslizaron. Desde Educación, en tanto, llamaron formalmente al Consejo Interuniversitario Nacional para el martes 30 de abril, con agenda centrada en “financiamiento, junto con los procesos de auditoría y fiscalización de las Universidades”, y la “oficialización del cronograma de pagos a Hospitales Universitarios”.
En Balcarce 50, sin intenciones de profundizar las discusiones, remarcaron que hay “buena predisposición” del otro lado, e incluso valoraron una propuesta, aún informal, para evaluar los mecanismos para que el Estado se siga haciendo cargo de los gastos operativos y corrientes pero que las universidades cobren un monto opcional a los egresados para desarrollo académico. “El ideal para nosotros es que se privatice todo, pero pueden haber otras alternativas más acordes con la realidad”, deslizaron en el entorno del primer mandatario.