Los riesgos ocultos de la controversial app Worldcoin que debes conocer antes de escanear tu iris
En los últimos meses, largas filas se han formado en distintas ciudades del mundo, desde Nueva York hasta Berlín, Tokio o Argentina. Cientos de personas, en su mayoría jóvenes, esperan pacientemente su turno para acceder a una misteriosa esfera metálica conocida como “ORB”.
A cambio de escanear su iris, reciben una suma de dinero en criptomonedas y una promesa: formar parte de una nueva era de identidad digital global. Detrás de este proyecto se encuentra Worldcoin, una controvertida iniciativa impulsada por Sam Altman, el creador de la famosa inteligencia artificial ChatGPT.
El objetivo declarado de Worldcoin es crear un sistema de identidad digital inmutable y universal, basado en la biometría del iris. Según sus impulsores, esto permitiría diferenciar de manera infalible a los seres humanos de los robots y las inteligencias artificiales en el creciente ecosistema digital.
Para lograrlo, han desarrollado el dispositivo ORB, que escanea el iris y genera un identificador único llamado World ID. A cambio de someterse a este escaneo, los usuarios reciben tokens de la criptomoneda WLD, que actualmente cotizan alrededor de los 60 dólares, según Time.
Sin embargo, el proyecto ha despertado numerosas preocupaciones en torno a la privacidad y la seguridad de los datos biométricos recopilados. Expertos advierten sobre los riesgos de almacenar y centralizar información tan sensible, así como la posibilidad de que sea vulnerada o utilizada con fines no consentidos.
Además, se ha cuestionado la transparencia de Worldcoin en cuanto al tratamiento y almacenamiento de estos datos, así como la suficiencia de la información provista a los usuarios. Según Bloomberg, los tokens de la criptomoneda WLD cotizan alrededor de USD 2, lo que hace que el escaneo del iris valga aproximadamente USD 50.
Acusaciones de tácticas engañosas y cuestionamientos sobre la utilidad
Acusaciones de tácticas engañosas y cuestionamientos sobre la utilidad según un informe de Bloomberg, Worldcoin ha enfrentado acusaciones de emplear tácticas de venta engañosas que se aprovechan de personas en situaciones desesperadas, quienes pueden no comprender completamente la tecnología detrás del proyecto o los riesgos potenciales que implica.
Esto ha llevado a cuestionar los motivos reales detrás de la recopilación masiva de datos biométricos, especialmente considerando que actualmente los tokens ofrecidos a cambio del escaneo del iris no tienen ninguna utilidad práctica.
Los usuarios más vulnerables
Los críticos argumentan que Worldcoin parece estar enfocándose en usuarios de países en desarrollo, quienes pueden encontrarse en una posición más vulnerable y menos capacitada para evaluar adecuadamente los compromisos de privacidad que conlleva participar en el proyecto.
Esto ha generado preocupaciones sobre la posibilidad de que se esté explotando la necesidad económica de estas personas para obtener sus datos sensibles, sin ofrecerles beneficios concretos a cambio.
Además, se ha planteado que la empresa puede ser un proyecto innecesario, una solución a un problema que no existe en la actualidad y que quizás nunca llegue a existir. Si bien sus impulsores afirman que en un futuro dominado por la inteligencia artificial, contar con una prueba irrefutable de la condición humana será indispensable, esta justificación se basa en un escenario hipotético y no en una necesidad apremiante.
Esto ha llevado a cuestionar si los riesgos y compromisos de privacidad que implica Worldcoin realmente se justifican por sus supuestos beneficios a largo plazo.
Imputación por presuntas cláusulas abusivas en Argentina
En Argentina, la Provincia de Buenos Aires ha imputado a Worldcoin por la inclusión de presuntas cláusulas abusivas en los contratos que los usuarios deben aceptar para acceder al servicio.
Según la investigación llevada a cabo por la Dirección Provincial de Defensa de los Derechos de las y los Consumidores, estos contratos vulnerarían la Ley Nacional de Defensa del Consumidor.
Captura de datos de menores
La investigación se originó a partir de denuncias sobre la captura de datos de menores por parte de Worldcoin, lo cual es particularmente preocupante desde el punto de vista de la protección de datos personales de individuos vulnerables.
A pesar de que la empresa asegura contar con un proceso de verificación de identidad que impediría el escaneo de menores, las fiscalizaciones realizadas por las autoridades bonaerenses han detectado irregularidades en este aspecto, según informó Página 12.
Radicación en las Islas Caimán
Otro punto controvertido es que Worldcoin, a pesar de presentarse como una organización sin fines de lucro, está radicada en las Islas Caimán, una jurisdicción conocida por sus ventajas fiscales y su opacidad financiera.
Esto ha generado dudas sobre la transparencia y los objetivos reales del proyecto, y ha sido calificado como “llamativo” por las autoridades argentinas.
Complejidad y falta de claridad en los contratos
Las autoridades argentinas también han cuestionado la complejidad de los contratos de Worldcoin y la falta de claridad en torno a las reglas y el funcionamiento de toda la operatoria. Esto dificulta que los usuarios comprendan plenamente las implicaciones de participar en el proyecto, lo que podría constituir una vulneración a sus derechos como consumidores.
Multas potenciales de hasta 1000 millones de pesos
Las infracciones imputadas a Worldcoin en Argentina son de tal gravedad que la empresa podría enfrentar multas de hasta 1000 millones de pesos, según lo informado por Página 12.
Esta cifra da una idea del potencial impacto económico que podría sufrir la compañía si se comprueba que ha incurrido en prácticas abusivas y violatorias de la ley.
Contexto global de mayor control regulatorio
El caso de Argentina se enmarca en un contexto de creciente preocupación y control regulatorio sobre las actividades de Worldcoin en diversos países.
Esto sugiere que los problemas identificados en el país sudamericano podrían ser indicativos de falencias sistémicas en el diseño y la implementación del proyecto a nivel global, y que las autoridades de distintas jurisdicciones están tomando medidas para proteger los derechos de los consumidores y la privacidad de los datos personales frente a posibles abusos por parte de la empresa.
Contratiempos reglamentarios y prohibiciones
Estas preocupaciones han llevado a distintos reguladores a nivel mundial a investigar las actividades de Worldcoin. En España, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha tomado medidas contundentes, ordenando a la empresa el cese inmediato de la recopilación y tratamiento de datos personales en el país, además de exigir el bloqueo de los datos ya recolectados, según informó la propia AEPD.
La decisión se fundamenta en la especial protección que el Reglamento General de Protección de Datos otorga a los datos biométricos, debido a los elevados riesgos que su tratamiento conlleva para los derechos de las personas.
La medida cautelar, con una duración máxima de tres meses, es resultado de varias reclamaciones recibidas por la AEPD, en las que se denunciaron irregularidades como la insuficiente información provista a los usuarios, la captación de datos de menores y la imposibilidad de retirar el consentimiento una vez otorgado.
Además, las fiscalizaciones realizadas por la AEPD han revelado contradicciones entre lo declarado por Worldcoin y sus prácticas reales, según se desprende de la resolución del organismo.
Ante esta situación, Worldcoin ha anunciado que iniciará acciones legales contra la orden de la AEPD, reiterando que cumple con todas las leyes y reglamentos aplicables. La empresa argumenta que la AEPD se ha extralimitado en su competencia, ya que su sede europea se encuentra en Alemania y, por tanto, sería la autoridad de protección de datos de Baviera la competente para supervisar sus actividades, de acuerdo con lo declarado por la compañía.
Pero España no es el único país donde Worldcoin enfrenta obstáculos regulatorios. En Francia, la autoridad de protección de datos ha abierto una investigación sobre la legalidad de la recopilación de información biométrica por parte del proyecto, según informó Bloomberg.
Mientras tanto, en Kenia, el gobierno ha ordenado la suspensión temporal de las actividades de Worldcoin, citando preocupaciones sobre la protección de los datos personales, tal como reportó TechCrunch.
Estos contratiempos reglamentarios y prohibiciones evidencian la creciente preocupación de las autoridades en diferentes países sobre las prácticas de recopilación y uso de datos biométricos por parte de Worldcoin.
Mientras la empresa defiende la legalidad de sus operaciones, los reguladores buscan garantizar la protección de los derechos de los usuarios y la privacidad de su información personal.
El mercado negro de credenciales en China
Pero los desafíos para Worldcoin no se limitan al ámbito regulatorio. Según Coindesk, en China, donde la aplicación no está oficialmente disponible, ha surgido un mercado negro de credenciales de World ID. A través de redes sociales y sitios de comercio electrónico, usuarios chinos están adquiriendo identificadores verificados provenientes de países en desarrollo como Camboya y Kenia.
Según reportes, estos identificadores se están vendiendo por sumas tan bajas como 20 dólares, lo que ha generado preocupación sobre la seguridad del sistema de Worldcoin. La empresa ha reconocido la existencia de esta actividad fraudulenta, pero asegura que no se ha compartido información sensible y que los usuarios afectados pueden recuperar el control de sus World ID escaneando nuevamente su iris.
Este mercado negro parece socavar uno de los propósitos fundamentales de Worldcoin: crear un método de identificación global basado en la tecnología blockchain y el reconocimiento del iris. Además, plantea interrogantes sobre la capacidad del proyecto para proteger la privacidad y seguridad de los datos biométricos recopilados.
A pesar de estos contratiempos, Worldcoin mantiene su ambiciosa visión de convertirse en la base de la identidad digital del futuro. Sus impulsores argumentan que, en un mundo cada vez más dominado por la inteligencia artificial, contar con una prueba irrefutable de la condición humana será indispensable.
Sin embargo, los cuestionamientos regulatorios y los desafíos de seguridad que enfrenta el proyecto ponen en duda su viabilidad a largo plazo.
Más allá de las promesas de una nueva era de identidad digital, Worldcoin deberá demostrar que es capaz de proteger los datos sensibles de sus usuarios y operar dentro de los marcos legales de cada país si quiere consolidarse como una solución confiable y ampliamente adoptada.