Manteca vs margarina: ¿cuál es mejor para la salud del corazón?
En la búsqueda de un estilo de vida saludable, la elección entre mantequilla y margarina se ha convertido en un tema de interés para quienes desean cuidar la salud del corazón. Según Katherine Zeratsky, nutricionista, en términos generales, la margarina es la opción más beneficiosa para la salud cardíaca.
La margarina se elabora principalmente a partir de aceites vegetales, los que contienen una mayor proporción de grasas insaturadas en comparación con la mantequilla, que es un producto derivado de la crema o la leche y contiene altas cantidades de grasas saturadas. Las grasas saturadas son conocidas por su impacto negativo en la salud cardiovascular. “Sustituir las grasas saturadas por grasas insaturadas puede disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares”, explicó Zeratsky.
Un factor crucial a tener en cuenta es la composición de las diferentes margarinas disponibles en el mercado. Mientras que en Estados Unidos las margarinas no pueden contener grasas trans, en otros países estas grasas dañinas aún pueden estar presentes. Las grasas trans son especialmente perjudiciales, ya que “incrementan el riesgo de tener una enfermedad cardíaca”.
La solidez de la margarina también afecta su contenido de grasa saturada. “Cuanto más sólida es la margarina, más grasa saturada contiene”, subrayó Zeratsky. Las margarinas en barra suelen tener más grasa saturada comparadas con las margarinas blandas o líquidas que vienen en recipientes. Por lo tanto, es recomendable optar por margarinas blandas o líquidas para reducir el consumo de grasas saturadas.
Además, es esencial revisar las etiquetas de los productos untables. “Escoge un producto untable que tenga la menor cantidad posible de grasas saturadas”, puntualizó Zeratsky. Una buena recomendación es seleccionar aquellos con menos del 10% de la cantidad diaria recomendada de grasas saturadas. También se deben revisar las etiquetas para verificar el contenido de sal y preferir productos con baja salinidad.
El consumo moderado de margarina ayuda a gestionar los niveles de colesterol y también puede tener un impacto positivo cuando se reemplazan las grasas saturadas por grasas poliinsaturadas, como las que se encuentran en aceites de soja. Estas grasas pueden “reducir el colesterol total y el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (colesterol malo)”.
La información sobre los aceites y la receta de la margarina es también vital para evaluar su impacto en la salud. Dependiendo de estos factores, las margarinas pueden contener diferentes cantidades de grasas saturadas, sal y vitaminas, lo que afecta su perfil nutricional.
Similitudes y Diferencias entre la Manteca y la Margarina:
Similitudes: a nivel visual, la manteca y la margarina presentan un aspecto casi idéntico y ambos productos son comúnmente utilizados en la cocina para fines similares. Además, ambos son altamente energéticos y aportan una gran cantidad de calorías, son alimentos frecuentes en los hogares argentinos y en otras partes del mundo. Sin embargo, debido a su contenido calórico, se aconseja consumirlos con moderación.
Diferencias: La principal diferencia entre la manteca y la margarina radica en su origen. La manteca es un producto de origen animal, obtenida al batir leche o crema para separar sus componentes sólidos de los líquidos. Por otro lado, la margarina es un sustituto creado a partir de aceites vegetales, lo que la convierte en un producto de origen vegetal.
En cuanto a su contenido en grasas, la manteca es rica en grasas saturadas, lo que ha sido asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y colesterol alto. Este factor negativo llevó a muchas personas a reducir su consumo. En contraste, la margarina suele tener menos grasas saturadas y las versiones más modernas están formuladas para ser bajas en grasas saturadas, altas en grasas insaturadas y libres de grasas trans.
La elección entre margarina y mantequilla entonces radica en considerar todos estos aspectos y optar por productos que favorecen la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas mediante un consumo consciente y moderado de grasas insaturadas.