Economía

El Banco Central espera una fuerte mejora del crédito al sector privado con una de suba de 20% a fin de año

Foto de archivo: imagen de la fachada del edificio del Banco Central de la República Argentina en el centro financiero de Buenos Aires, Argentina REUTERS/Agustin Marcarian/ (AGUSTIN MARCARIAN/)

Los números están lejos por ahora de acercarse a la realidad que imaginan en el equipo económico para los próximos meses pero los funcionarios mantienen las expectativas intactas. Mientras que el ministro de Economía, Luis Caputo, insistió en que habrá una recuperación en “V”, lo que significaría que el proceso de reactivación es inminente o, incluso, ya habría empezado, desde el Banco Central aportan su grano de arena para alimentar tales estimaciones. Por caso, existe un importante entusiasmo en el directorio de la autoridad monetaria por la evolución de los créditos al sector privado.

Las cifras oficiales que la propia entidad difundió ayer para el primer trimestre no son suficientes para fundamentar el optimismo pero lo cierto es que, de marzo a la fecha, la inflación consolidó la tendencia a la baja, las expectativas se reducen día a día y las bajas tasas de interés en profundo terreno negativo pueden representar una oportunidad.

De ahí que el director del BCRA, Juan Curutchet, a cargo de la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias, aseguró que ya se advierte mayor dinamismo en el sector y que los bancos reportan un alto nivel de consultas y potencial demanda de préstamos destinado no sólo a individuos sino también a empresas. “Ya estamos viendo un repunte, nuestra estimación es que el crédito al sector privado va a crecer en los próximos meses y va a cerrar el año con una suba real de 20% respecto al 2023″, dijo Curutchet.

“La baja de tasas de interés fue demasiado rápida para lo que el mercado podía tolerar, no era necesario bajarlas tanto tan rápido porque la economía tal vez necesitaba algo más de tiempo” (Miguel Kiguel)

Vale remarcar que, por séptimo año consecutivo, el año pasado cerró con el stock de préstamos en pesos con una caída de 24% respecto al año anterior, lo que marcó niveles mínimos en casi 20 años. Desde ese subsuelo, creen en el Gobierno, se empezó a remontar la cuesta.

De hecho, hacia fines de abril, según los datos preliminares del Banco Central, se habría frenado ese derrape, que continuó en los primeros tres meses del año. Así quedó reflejado, al menos, en el Informe de Bancos publicado ayer por la autoridad monetaria en el que se advirtió que “en marzo la actividad intermediación financiera con el sector privado tuvo un desempeño heterogéneo, con reducción de los saldos reales de créditos y depósitos en pesos e incremento del segmento en moneda extranjera”.

En ese marco, se informó que el volumen de financiamiento en pesos al sector privado disminuyó 2,7% real en marzo, con caídas generalizadas entre las asistencias crediticias respecto a febrero. Comparado con el año pasado, el retroceso superó 30 por ciento. En cambio, el saldo de crédito en moneda extranjera al sector privado se incrementó 30% respecto al mes anterior y 26,3% contra el año pasado. Esa mejora, sin embargo, no es atribuible a ningún atisbo de recuperación económica sino que es un fenómeno impulsado principalmente por las prefinanciaciones a la exportación.

“Estamos viendo un repunte, nuestra estimación es que el crédito al sector privado va a crecer en los próximos meses y va a cerrar el año con una suba real de 20% respecto al 2023″ (Juan Curutchet)

Pero los datos de abril marcan un cambio. No está claro qué evolución tuvo el nivel de actividad económica pero el nivel de crédito sí habría tocado piso el mes anterior. El principal factor que habría impulsado ese cambio, asumen los analistas del sector, es la baja de tasas y también la necesidad de los bancos de colocar su excedente de liquidez ya que las colocaciones al sector público disminuyen aceleradamente en la medida que el Gobierno ya no recurre a esos fondos para financiar déficit fiscal.

Esa idea es, por caso, la que sostuvo el economista Miguel Kiguel, socio de la consultora Econviews, quien consideró innecesaria una baja tan pronunciada en tan poco tiempo de la tasa de interés pero rescató que, al menos, ese movimiento contribuirá a la reactivación económica.

“La baja de tasas de interés fue demasiado rápida para lo que el mercado podía tolerar, no era necesario bajarlas tanto tan rápido porque la economía tal vez necesitaba algo más de tiempo”, afirmó Kiguel aunque agregó que “sí pueden ayudar por el lado de la actividad y ayudar un poco a la recuperación a través del crédito”.

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