Milei sostuvo que se equivocó en criticar al papa Francisco: “No ameritaba que yo diga los calificativos que utilicé”
“El Papa Francisco tiene una visión de las cosas que es directamente opuesta a la que yo tengo”. Javier Milei definió con estas palabras su vínculo con el sumo pontífice, que durante la campaña electoral del año pasado había sido ríspida, pero que mutó a cordial luego de la visita del Presidente al Vaticano en el mes de febrero.
Ahora, las declaraciones de Milei se dan en un contexto donde la relación entre el gobierno nacional y la Iglesia atraviesa un momento de tensión por los cuestionamientos que desde los sectores eclesiásticos se hicieron hacia la política económica y social del líder libertario.
Consultado por el periodista Antonio Laje, en LN+, sobre la calificación de Francisco como “representante del maligno en la tierra”, el Jefe de Estado aseguró: “Me equivoqué. Por más que tengas una visión distinta, eso no ameritaba que yo diga los calificativos que utilicé”.
Además, explicó las diferencias entre ambos: “Tienen que ver con su forma de ver (las cosas), él las ve desde la perspectiva de un jesuita”. Unos minutos antes, había dicho que no iba a proceder de la misma manera, con una disculpa, con relación a las diferencias que mantiene con los presidentes de Brasil, Lula da Silva, y de España, Pedro Sánchez.
“En el fondo, (al Papa Francisco) le estaba diciendo algo por tener una mirada distinta de las Sagradas Escrituras. Él no tiene por qué comprar mi argumento de Samuel 8 y mi argumento sobre San Lucas”, detalló.
“Yo caí en la trampa, de creer que era por una cuestión de índole de que es peronista. Pero ese fue mi error, por eso contesté como contesté. Y cuando me fui desasnando sobre el tema de las Sagradas Escrituras, lo entendí. Sobre algunas cosas tenemos la misma visión y sobre otras no”, expresó para desvincular las distancias políticas de las que tienen que ver con lo estrictamente religioso.
Luego del encuentro en el Vaticano de febrero, el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Oscar Ojea, había descrito en una entrevista con Infobae la difícil situación social que afrontaban los sectores más pobres de la Argentina y la falta de respuestas que notaba desde el Ejecutivo.
“En algunos comedores del gran Buenos Aires, donde había 50 personas, ahora hay más de 100″, dijo en esa ocasión y agregó que “para hacer llegar el pan a los barrios es necesario no discontinuar a los grupos ya existentes que están trabajando. Todo lo que atente a que los bienes primarios, como son los alimentos, no lleguen a nuestra gente no es bueno. Este es el modo concreto como están llegando actualmente a la gente”, en alusión directa a los problemas en la distribución de alimentos que el Gobierno tenía con los comedores populares.
El tema alimentos, que manejó el ministerio de Capital Humano a cargo de Sandra Pettovello, fue uno de los temas que cuestionó la Iglesia. También se sumaron algunas misas en parroquias de la Ciudad de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires, en los que se escucharon cánticos en contra de Milei. En una de ellas, en el barrio de San Cristóbal, que estuvo monseñor Gustavo Carrara, vicario general y obispo auxiliar de Buenos Aires, la Iglesia debió salir a pedir disculpas.
El 19 de junio, en Ciudad Evita, La Matanza, Ojea encabezó una misa “en reconocimiento a las mujeres que sostienen los comedores populares en nuestros barrios”. Y en línea con varios de los lineamientos del Papa Francisco, el miércoles de esta semana en la localidad de Quilmes, en el sur bonaerense, hubo nuevos reclamos de los obispos por la cuestión alimentos, la reposición del fondo para obras en las barriadas (FISU) y programas preventivos.