Prueba política y económica: el Gobierno busca recrear expectativas y también habla de segunda etapa de gestión
El primer éxito legislativo del oficialismo llegó pasados los seis meses desde la asunción de Javier Milei. El tiempo transcurrido -combinación de desmesuras propias, mezquindades ajenas y una compleja aceptación de negociaciones- dejó a la vez un antecedente fuerte para nuevos proyectos y cierta sensación de un primer tramo agotado o superado. El Gobierno lo advirtió y salió a explotar sin demora la sanción de la Ley Bases y el paquete fiscal. No pareció sólo un gesto hacia los mercados. De hecho, no incluyó medidas concretas, aunque sí énfasis en el anuncio, impreciso, de una nueva andanada de normas sobre reformas y poda de regulaciones. Fue un modo de darle contenido discursivo al título de “segunda etapa de gestión”.
La idea de una segunda etapa fue alentada desde el propio oficialismo y utilizada también en espacios opositores, aunque con sentido diferente. Milei marcó la línea, en una entrevista televisiva. Puso el foco en la economía y, a su modo, colocó la formalización del ingreso de Federico Sturzenegger -que se vino postergando- como parte de este segundo capítulo. Dijo que se concretará la semana que viene y que se concentrará en reformas estructurales. Luis Caputo, que fue parte de la puesta que siguió a la aprobación de Diputados, ya había salido a negar puntos de fricción.
Existe una realidad económica que se refleja no sólo en informes específicos púbicos y privados, sino que además aparece en la mayoría de las encuestas que circulan en el mundo político, sobre todo con gestión efectiva a nivel nacional y de los distritos. El punto es la lectura, porque puede generar equívocos sobre el rubro referido a preocupaciones centrales de la sociedad.
Vale el ejemplo de la caída de la inflación en la tabla de principales problemas. En general, los relevamientos indican que temas como el grave problema de empleo y la pobreza ya igualan o superan la preocupación sobre la marcha de los precios. Y muestran que bastante por debajo aparecen cuestiones como la inseguridad y la corrupción.
Está claro que la suma de los rubros vinculados con la economía supera en conjunto a cualquier otro ítem. Un experimentado consultor señala que eso mismo es inquietante para el Gobierno por partida doble. Expone, naturalmente, que la situación económica sigue dominando por mucho las preocupaciones y angustias colectivas, pero a la vez muestra que la demanda es amplia y no alcanzaría con atender uno solo de los rubros.
Por supuesto, los trabajos de esa consultora coinciden con la mayoría de los sondeos en que Milei mantiene un significativo nivel de aprobación. Con un añadido que refiere a la crisis: es muy fuerte el registro sobre la responsabilidad del gobierno de Alberto Fernández, por encima de la actual gestión. Son pinceladas de un cuadro complejo, donde juegan resultados y expectativas.
Visto de ese modo, la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal asoma como un elemento central para el discurso: cierra el primer semestre de gestión con el primer logro legislativo. El oficialismo, como reflejo, siente que oxigena políticamente. Si hubiera sido al revés, el fracaso habría dejado al Gobierno al borde de un abismo. La votación de Diputados agregó el condimento de mejores resultados que los esperados. La Ley Bases -sin tocar la versión acotada por el Senado- sumó 147 votos contra 107. Y en cuanto al texto fiscal, fueron aprobados con menos margen pero con tranquilidad -que no existía unas horas antes de bajar al recinto- la reversión parcial de Ganancias (136 a 116 y 3 abstenciones) y la modificación de Bienes Personales (134 a 118 y 3 abstenciones).
Esa sanción fue posible después de extensas y por momentos tediosas negociaciones con los espacios de la oposición “dialoguista” y gobernadores de casi todas las fuerzas: la decena que sigue utilizando la marca JxC, provinciales y algunos peronistas. Los bloques mostraron en muchos casos fisuras -la UCR y algunos provinciales en primera línea- y fueron visibles también algunas astillas en el peronismo/kirchnerismo.
La cuestión, ahora, es cómo se planta Milei en el juego de apoyos y reclamos -o diferenciación- que será visible entre los espacios que resultaron cruciales para darle el primer éxito legislativo. Es algo fundamental, porque se vienen temas como la reforma de la movilidad jubilatoria -descalificada en términos más que ásperos por el Presidente- y también proyectos de peso impulsados por el Gobierno.
Milei sostuvo que la incorporación de Sturzenegger se producirá junto al impulso de lo que denominan Ley de Hojarascas. Y agregó que se trata de una movida para eliminar un centenar de regulaciones que “entorpecen” el crecimiento económico. No hubo precisiones, pero está claro que habría que modificar o hacer caer leyes.
Nada indica que los espacios de la oposición “dialoguista” pasen del acompañamiento, en base a negociaciones, al obstruccionismo. Trasciende, en cambio, que aún con tensiones y contradicciones internas, quedó como balance haber allanado el camino para las leyes básicas del Gobierno. Eso no significa alineamiento, aun teniendo en cuenta el flanco más delicado de los gobernadores en el marco del ajuste.
De todos modos, los jefes de distrito que se mantienen como JxC -a diferencia de los bloques y como capital para negociar como conjunto- resolvieron en un breve comunicado la posición de acompañamiento en este caso y de cambio de clima. “Ahora tienen las herramientas para que comience una nueva etapa, que debe ser de crecimiento, inversión y empleo”, dijeron los cinco mandatarios radicales y los cinco del PRO y aliados.
En otras palabras, sostienen que en un proceso inhabitualmente largo respetaron la tradición de facilitar las herramientas iniciales para un nuevo gobierno. De ahora en más, se verá en cada caso y, en paralelo, con un ejercicio de diferenciación y algunas iniciativas propias.
El Gobierno, a su vez, expuso balance y necesidades en velocidad. La celebración en el Congreso -con Karina Milei y Guillermo Francos presentes- fue seguida por las declaraciones de Milei con foco en lo que viene como nuevo paso. Y el ministro Caputo junto a Santiago Bausili dio una conferencia de prensa para ratificar posiciones. Hubo referencias implícitas y expresas a una segunda etapa. Una prueba política y económica.