Salud

Por qué se produce la fatiga muscular y cómo combatirla

La fatiga muscular es la incapacidad o falta de fuerzas para continuar realizando una determinada actividad. (Gettyimages) (Patrik Giardino/)

La fatiga muscular es un fenómeno común que afecta a personas de todas las edades y niveles de actividad física. Se presenta como una disminución en la capacidad del músculo para generar fuerza, acompañada de síntomas como dolor y debilidad.

Este estado puede ser resultado de múltiples factores, tales como el ejercicio intenso, la falta de descanso o una inadecuada nutrición. Entender los mecanismos detrás de la fatiga muscular, así como las estrategias para mitigar sus efectos, es crucial para mejorar el rendimiento físico y prevenir lesiones. A continuación, analizamos las causas más frecuentes de la fatiga muscular y ofrecemos recomendaciones prácticas para combatirla de manera efectiva.

La fatiga muscular se manifiesta cuando las fibras musculares pierden su capacidad para contraerse y relajarse adecuadamente. Este fenómeno ocurre debido a una deficiencia en las moléculas involucradas en las reacciones químicas del ciclo de contracción y relajación. El doctor Ricardo Troncoso Contreras, coordinador de Bienestar Integral en CETYS Universidad Campus Internacional Ensenada, explica que este padecimiento, conocido comúnmente como calambre, puede ser identificado por su principal síntoma: un dolor muscular intenso e incapacitante.

Qué es la fatiga muscular

La fatiga muscular es la incapacidad o falta de fuerzas para continuar realizando una determinada actividad. Sucede cuando los músculos no tienen la fuerza suficiente para continuar, como si se hubiese agotado nuestra batería. Es, además, una sensación de mucho cansancio, con poca energía y un fuerte deseo de dormir que interfiere con las actividades cotidianas normales.

Puede ser el resultado de un esfuerzo físico prolongado, falta de descanso, o una combinación de ambos. Los síntomas incluyen dolor, debilidad y una disminución en el rendimiento físico. Estudios indican que la causa puede estar relacionada con la acumulación de ácido láctico en los músculos, agotamiento de reservas de energía como el glucógeno, y fallo en la transmisión de señales nerviosas. La recuperación de la fatiga muscular generalmente requiere descanso adecuado, hidratación y, en algunos casos, métodos de recuperación activa como masajes o estiramientos.

Causas de la fatiga muscular

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La fatiga muscular se manifiesta cuando las fibras musculares pierden su capacidad para contraerse y relajarse adecuadamente. Gettyimages (RealPeopleGroup/)

Existen varias teorías sobre las causas de la fatiga muscular. Una hipótesis sugiere que, por razones aún no determinadas, el cerebro reduce la capacidad de contracción muscular mediante mensajeros químicos. Otra teoría, conocida como fatiga central, postula que el alto consumo de oxígeno y nutrientes por parte de los músculos provoca una escasez de energía en el cerebro. La falta de electrolitos y oxígeno en las fibras musculares interrumpe el ciclo de contracción y relajación, desencadenando el calambre, según señaló el doctor Troncoso Contreras.

¿Qué hacer ante la fatiga muscular?

Frente a un episodio de calambre, es crucial mantener la calma y dejar de mover la zona afectada para interrumpir el ciclo de contracción-relajación. Troncoso Contreras sugiere inhalar profundamente y exhalar rápidamente para reoxigenar la región muscular hasta que el calambre desaparezca. Después del episodio, recomienda aplicar frío durante 5-10 minutos en la zona afectada para prevenir lesiones y reposar al menos 24 horas antes de retomar la actividad física. Es importante consultar a un médico si el calambre ha provocado una lesión moderada o grave.

Prevención de la fatiga muscular

Para evitar la fatiga muscular, el especialista de CETYS Universidad ofrece las siguientes recomendaciones:

  • Iniciar la actividad física de manera progresiva para alcanzar gradualmente la máxima resistencia muscular.
  • No realizar ejercicio en ayunas, ya que el cuerpo necesita nutrientes como vitaminas y minerales para el ciclo de contracción-relajación.
  • Mantenerse hidratado con electrolitos antes, durante y después del ejercicio.
  • Controlar la respiración durante el ejercicio para disminuir el riesgo de calambres.
  • Disfrutar la actividad física para reducir los episodios de fatiga central.

La fatiga muscular puede afectar a cualquier persona, no solo a los deportistas, lo que subraya la necesidad de una adecuada prevención y manejo.

En conclusión, la fatiga muscular es una respuesta natural del cuerpo al esfuerzo físico, pero puede gestionarse eficazmente mediante una combinación de estrategias. Identificar las causas subyacentes, como el ejercicio excesivo, la deshidratación o una deficiencia nutricional, es esencial para implementar medidas preventivas y de recuperación adecuadas. Practicar una buena higiene del sueño, mantener una hidratación óptima, llevar una dieta equilibrada y realizar estiramientos y masajes son pasos clave para minimizar los efectos de la fatiga muscular. Al adoptar estos enfoques, se puede mejorar el rendimiento físico y reducir el riesgo de lesiones, permitiendo una práctica deportiva más segura y sostenible.

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