Los números que sorprendieron al Gobierno del nuevo programa que convierte los planes sociales en capacitación laboral
Hay muchísimos beneficiarios de planes sociales que quieren capacitarse para poder conseguir un empleo. La noticia derriba la extendida imagen de los “planeros” que sólo buscan cobrar un subsidio sin trabajar y los números que lo certifican sorprendieron al gobierno de Javier Milei: en poco más de 45 días de funcionamiento del nuevo plan Volver al Trabajo, el 76% de un total de 1.012.356 beneficiarios ya ingresaron en un portal oficial para capacitarse en algún oficio y tener un trabajo.
Se trata de 764.340 personas que mostraron esa voluntad de conseguir un empleo más allá del cobro de un subsidio, según las primeras estadísticas de la Secretaría de Trabajo, e incluso el 83% de los que ingresaron en el portal (636.748 personas) ya se registraron y comenzaron a cargar sus currículum para llegar a los cursos de formación laboral que les permitirán salir del esquema asistencialista.
Las cifras entusiasman a los funcionarios libertarios, que no tenían certezas acerca de poder cumplir con éxito el desafío que se había propuesto el Gobierno al comienzo de su gestión: convertir los planes sociales en programas de capacitación y salida laboral, sin intermediarios. Incluso ya hay importantes empresas que, contactadas por las autoridades laborales, se mostraron interesadas en firmar convenios para darles empleo a beneficiarios del programa que se hayan capacitado.
Todo comenzó cuando la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, anunció en febrero la decisión de eliminar el plan Potenciar Trabajo, que alcanzaba a alrededor de 1,4 millones de personas, para sacar del sistema de asistencia a los intermediarios, como los movimientos sociales y municipios, y reemplazarlo con dos nuevos programas, Volver al Trabajo y Acompañamiento Social.
En un contacto con 3 medios nacionales, entre los que estuvo Infobae, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, explicó el origen del cambio en este esquema: “Vimos que con el plan Potenciar Trabajo de alguna manera se congeló a las personas donde estaban, durante generaciones. El que estaba en un lugar con mucha pobreza siguió en el mismo lugar o incluso empeoró su situación. Nos pareció que no había ningún motivo para no darle a las personas la posibilidad de tener su derecho al trabajo. Hacía tiempo que veíamos que si alguien perdía el plan cuando empezaba a trabajar pasaban dos cosas: o se fomentaba el trabajo informal o la gente trabajaba igual pero pedía que no lo inscribieras. El plan Volver al Trabajo justamente consiste en que puedan seguir cobrando, no más allá de dos años, pero mientras se capaciten y podamos ayudarlos a conseguir empleo”.
De acuerdo con un relevamiento inicial del Ministerio de Capital Humano, de las personas que estaban inscriptas en el plan Potenciar Trabajo solamente el 1,3% terminaba consiguiendo empleo, por lo que la mayoría de las salidas del sistema de los beneficiarios se debía a incompatibilidades que tenían con la asistencia (viajes al exterior o un salario registrado, por ejemplo), jubilación o fallecimiento. Por eso la administración libertaria concluyó que ese plan tan extendido estaba “mal diseñado” y que durante el tiempo en el que estuvo vigente no cumplió con los objetivos para los que fue creado.
La transformación de esos planes se ideó en un equipo dirigido por Pettovello e integrado por expertos laborales de La Libertad Avanza como Miguel Angel Ponte y Luis Palomino, a quienes luego se sumó Cordero. Allí se diseñó el programa Volver al Trabajo, dirigido a la población de 18 a 49 años, cuyo objetivo, según su presentación oficial, “apunta a fortalecer las habilidades laborales y mejorar la empleabilidad con el fin de incorporar a sus adjudicatarios al mercado de trabajo formal”.
En el primer gabinete de la actual Secretaría de Trabajo, Palomino quedó a cargo de la instrumentación de los cambios como subsecretario de Empleo y Formación Laboral y sigue manteniendo su influencia en el área pese a que fue reemplazado en mayo por Eugenia Cortona, una socióloga que se desempeñó durante años en el área educativa del gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
Cortona, quien participó de la rueda de prensa junto con Cordero, afirmó que “una vez que se decidió crear este nuevo programa y pasaron a la órbita de la Secretaría de Trabajo 1.012.356 personas del Potenciar Trabajo, se determinó que no entrarían más beneficiarios y que ese iba a ser el universo para trabajar en la formación laboral durante los dos años que va a durar Volver al Trabajo”.
En función de un “perfilamiento” del plan, los mayores de 50 años y las mujeres con más de 3 hijos que estaban en el Potenciar Trabajo pasaron al otro programa nuevo, Acompañamiento Social, que depende de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia y cuyos beneficiarios cobran un subsidio sin necesidad de contraprestación, pero pueden aspirar a entrar al Volver al Trabajo.
En el caso del programa Volver al Trabajo, quienes se registran tampoco están obligados a una contraprestación laboral para cobrar el subsidio, punto que puede sonar polémico y Cortona lo explicó en estos términos: “En el plan Potenciar Trabajo la persona tenía que brindar una contraprestación que era en función de un servicio que brindaba, como cortar el pasto en un municipio o participar de alguna actividad productiva, y quien certificaba esa contraprestación eran las organizaciones sociales. Ahí estaba la intermediación. Hoy no hay contraprestación obligatoria. Por eso nos sorprende la cantidad de gente que se inscribió de forma espontánea en el portal porque no era una condición que habíamos puesto”. Enseguida, Cordero enfatizó: “Es algo muy fuerte. Si no querés trabajar, no trabajás y vas a cobrar por dos años porque es un derecho, no es una obligación. Quisimos tomar al trabajo verdaderamente como un derecho, no como una mercancía”.
Los beneficiarios del Volver al Trabajo cobran una asignación de $78.000 mensuales, pero el pago es incompatible si registran un vínculo contractual de empleo público o un trabajo bajo relación de dependencia en el sector privado iniciado con posterioridad a su incorporación al programa con una remuneración bruta mensual superior a 3 Salarios Mínimos, Vitales y Móviles (702 mil pesos).
Antes, con el Potenciar Trabajo, que tenía una asignación igual a la de un solo salario mínimo vital y móvil, “la gran mayoría elegía no tener un trabajo registrado para que no salte esa incompatibilidad con las consecuencias que trae en el empleo informal”, resaltó Cortona. Ahora, para los beneficiarios de Volver al Trabajo, con un límite que triplica el tope anterior, “quien consigue un trabajo de esos valores quizá no necesite la ayuda, pero una vez que las personas se registran de manera voluntaria se cruzan sus datos” con las bases oficiales del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y de la AFIP: “Así sabemos si efectivamente está en un empleo formal o no -destacó- y eso nos permite tomar la decisión de si podemos pagarle o no en función del límite de los 3 Salarios Mínimos, Vitales y Móviles. Y el empadronamiento en el portal de empleo nos permite tener más información acerca de la experiencia previa de la persona y de su conformación familiar”.
Respecto de la capacitación, Cordero explicó que “primero se hizo un relevamiento de cuáles eran las actividades que tienen hoy mejor salida laboral” y en función de las conclusiones se diseñaron los módulos de capacitación que brindan cámaras empresariales, fundaciones de los sindicatos, ONG y municipios, y la formación que ofrecen es fiscalizada a nivel territorial por un equipo especializado que hace una supervisión del cumplimiento del curso de capacitación y sus resultados.
Cortona señaló que están “trabajando fuerte en el diseño de capacitaciones, mirando la demanda que existe actualmente en los sectores productivos, por cada región, y si tienen capacidad ociosa y pueden incorporar gente, por ejemplo”. “Miramos cuáles eran las necesidades -agregó Cordero- y las llevamos a las empresas para que se habilitara una salida laboral. Empezamos a hablar con empresas grandes y hay algunas muy comprometidas con este programa que ya van a tomar gente”.
Como parte de este programa, según Trabajo, existen “cursos de formación laboral inicial en formato presencial o híbridos en diversas temáticas como tecnología, metalurgia, mecánica, construcción, gastronomía, turismo, diseño, textil e indumentaria, entre otras, que apuntan a brindar las competencias necesarias para el desempeño en los niveles de calificación inicial, de un oficio o rol ocupacional”. Y también hay con “cursos en formato a distancia, con o sin instancias de tutoría, a cargo de instituciones oficiales de formación, y cursos autoasistidos para hacer a tu propio ritmo a través de nuestro campus virtual; todos ellos en temáticas destacadas tales como marketing digital, programación y otros”. Adicionalmente a la formación laboral en oficios específicos, “hay talleres presenciales de orientación laboral, cuyo propósito es acompañar la definición de las estrategias personales de formación y búsqueda de inserción laboral”. Todas las actividades, aclararon en el Gobierno, son completamente gratuitas y cuentan con certificación de la Secretaría de Trabajo.
Los números iniciales del programa Volver al Trabajo indican que en poco más de 45 días de funcionamiento ya se registraron de manera voluntaria 636.748 personas. Un 48% reside en las provincias de Buenos Aires y Tucumán. El 70% son mujeres y el 63% se encuentra en el rango de edad entre 18 y 35 años. El 56% tiene hijos y el mismo porcentaje alcanzó el nivel secundario incompleto. El 20% dijo tener interés en formarse en gastronomía, turismo y textil e indumentaria.
“Lanzamos Volver al Trabajo hace un mes y pico y ahora el problema ya no son los punteros ni la utilización de la gente -concluyó Cordero-. Con la tercera generación en la pobreza, muchos inscriptos en Volver al Trabajo pueden ver otra salida para estar mejor. Nos dicen: No hagas nada, dejame a mí que quiero capacitarme y encontrar trabajo. Nosotros estamos para ayudarlos”.