El peronismo crítico dejó atrás las diferencias internas para rechazar el Pacto de Mayo
Finalmente el presidente Javier Milei reunió a la mayoría de los gobernadores para avanzar con la firma del Pacto de Mayo, una apuesta a la que calificó como “un cambio de época”. Desde San Miguel de Tucumán volvió a invitar a quienes no participaron del acto a ser parte. Antes, planteó sobre los ausentes que “sus anteojeras ideológicas los hacen desconocer la raíz del fracaso argentino”, y que “no es casualidad que entre estos últimos se encuentren quienes intentan boicotear a este gobierno y conspiran para que fracase”. En este grupo aparecen los gobernadores más duros del peronismo.
La contrapartida del Pacto de Mayo también resultó en mostrar al peronismo unido en su rechazo a la iniciativa presidencial. No se hicieron presentes en Tucumán los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) ni Claudio Vidal (Santa Cruz).
Pero tampoco aceptaron el convite los diputados ni senadores nacionales; además de los ex presidentes Cristina Kirchner y Alberto Fernández. Entre los legisladores hay de todo el arco peronista: de La Cámpora, los movimientos sociales, el sector sindical y peronistas más autónomos. En el gobierno nacional tampoco había demasiada expectativa en que estos sectores fueran a participar de la iniciativa.
El bonaerense Kicillof fue uno de los mandatarios provinciales que desde hace tiempo manifiesta que el Pacto de Mayo “no es ningún pacto, es una imposición”. Lo hizo cuando el Presidente anunció la firma para el mes de mayo y lo ratificó en las últimas semanas cuando la firma se pasó para el 9 de julio. En el primer minuto de este martes, mientras se desarrollaba la firma de sus pares con el presidente en Tucumán, Kicillof volvió a plantear que “el único pacto que aceptamos en la provincia de Buenos Aires es el que defiende el federalismo, la industria, el trabajo y los recursos nacionales, el que garantiza los derechos y el bienestar de los bonaerenses. Eso es luchar hoy por nuestra independencia: trabajar por una Patria justa, libre y soberana donde todos puedan construir su futuro”.
Días atrás, ante sectores productivos también había dicho que “si en el Pacto de Mayo no aparece fomentar, proteger, cuidar la industria nacional, yo no puedo firmar el Pacto de Mayo”.
Las internas en el peronismo quedaron de lado con este tema. El rechazo a los 10 puntos propuestos por Milei fue unánime. Incluso, el mensaje que lanzó Kicillof en sus redes sociales fue replicado por distintos sectores peronistas que, al menos en la provincia de Buenos Aires, atraviesan una discusión puertas adentro por el proceso de conducción.
El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, es otro de los dirigentes más refractarios a las políticas del gobierno nacional. Días atrás, junto a algunos intendentes bonaerenses y legisladores nacionales como la diputada Victoria Tolosa Paz, le pidió a Milei que “se corra si no puede conducir los destinos de este país”.
Este martes, Quintela planteó que “La Rioja luchó y siempre luchará por una Independencia verdaderamente federal”. El gobernador de La Rioja tiene para sí el objetivo de recorrer -en el mediano plazo- distintas provincias en pos de la organización del peronismo. La semana pasada estuvo en Buenos Aires. Tras las vacaciones de invierno volverá a las giras. Está pendiente un encuentro oficial con Kicillof para firmar ciertos acuerdos. Días atrás, se reunió con la presidenta del Instituto Cultural bonaerense, Florencia Saintout, como avanzada a la firma de cooperación con Buenos Aires.
“Se están perdiendo puestos de trabajo, crece la pobreza y nos congelan fondos ¿Qué voy a firmar?”, se preguntó el gobernador fueguino, Gustavo Melella; otro de los que rechazó la invitación del Gobierno nacional. Como varias provincias que se están en la vereda de enfrente a la gestión de Milei, Tierra del Fuego tiene judicializado un reclamo para dar marcha atrás con la quita del subsidio del gas. El mandatario patagónico, además, lanzó un mensaje a sus pares: “Hay que tener cuidado, porque en nombre de la patria, de la unidad y las fuerzas del cielo, no se pueden firmar contratos en blancos”.
Sergio Ziliotto, de La Pampa, es otro de los peronistas duros. Antes del Pacto de Mayo había adelantado: “Si necesitan la foto para el Fondo (FMI) conmigo no cuenten. Yo no voy a firmar algo con un gobierno nacional que está quedándose ilegalmente con recursos que son de cada pampeano y cada pampeana”.
El Frente Renovador de Sergio Massa planteó su posición a través del presidente del partido a nivel nacional, el ex ministro de Transporte de la Nación, Diego Giuliano. El hoy diputado nacional por Santa Fe reclamó por los fondos que la Nación le adeuda a la provincia y remarcó que “entendemos que Santa Fe, así como todas las demás provincias de la Argentina, están siendo perjudicadas por el Gobierno Nacional. Por eso exigimos que se le devuelva a Santa Fe lo que le corresponde. Sin cumplimento no hay Pacto”.
Algunos dirigentes peronistas utilizaron este Día de la Independencia para realizar sus propios actos y mostrar sus diferencias con el gobierno libertario. Por caso, en el municipio de Almirante Brown, su intendente Mariano Cascallares aprovechó el acto para firmar junto al ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis la reactivación de la obra del Paso Bajo Nivel de la calle Dihel; una obra que estaba en ejecución por el gobierno nacional hasta diciembre del año pasado. “Con el esfuerzo del municipio y la Provincia decidimos terminar esta obra estratégica para la conectividad, a pesar de la mezquindad y la falta de respuesta del gobierno de Milei, para cumplir con un sueño que hace muchos años la comunidad de Longchamps venía reclamando”, planteó Katopodis.
La ex presidenta Cristina Kirchner había rechazado la invitación de Milei. El ex mandatario Alberto Fernández escribió una carta argumentando también su negativa a participar del acto. En ella hizo hincapié en el decálogo firmado esta madrugada. En el punto de la educación, el ex presidente planteó: “Por lo que han sido sus políticas, es evidente que el Gobierno nacional no valora la educación pública y su idea es promover la educación privada repartiendo ‘vouchers educativos’. ¡Cuál es el camino que elegiremos para mejorar los niveles de la educación?”
“La Argentina se encuentra ante un punto de inflexión. Los puntos de quiebre en la historia de una Nación no son momentos de paz y tranquilidad, son momentos de dificultad y conflicto donde todo parece cuesta arriba. Son momentos en donde el abismo se hace tan claro que el cambio se convierte en una obligación y en una urgencia, y la conquista de esa dificultad ocurre porque quienes ocupan lugares de liderazgo tienen la valentía de ser más grandes que ellos mismos, hacer a un lado los egoísmos y realizar sacrificios para emprender juntos un rumbo común. Así es como se escribe la historia grande de los países”, vaticinó el presidente en la madrugada de este martes. De extracción peronista, lo escucharon los gobernadores Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Sáenz (Salta); además del resto de los gobernadores del PRO, UCR y partidos provinciales que mostraron un perfil dialoguista a la iniciativa presidencial.