Cáncer de endometrio: cómo funciona el nuevo tratamiento disponible en Argentina
Un nuevo tratamiento para el cáncer de endometrio se ha presentado en Argentina. Se trata del dostarlimab, una terapia innovadora que se aplica en la primera etapa de la enfermedad. Sin embargo, según indicaron en un comunicado de prensa, también “demostró eficacia en la tasa de respuesta objetiva y en la calidad de vida de las mujeres en estado avanzado y con inestabilidad o con deficiencia de las proteínas reparadoras del ADN”.
Cabe precisar que, según los expertos de Mayo Clinic, “el cáncer de endometrio comienza como una proliferación de células en el útero, que es el órgano pélvico hueco, en forma de pera, donde se produce el desarrollo del feto. A menudo, el primer síntoma es un sangrado vaginal irregular. Si se detecta precozmente, la extirpación quirúrgica del útero suele curarlo”.
Cómo actúa el dostarlimab
El dostarlimab es un anticuerpo monoclonal humanizado que actúa específicamente sobre ciertos tipos de tumores. Este fármaco ha mostrado eficacia en detener el avance del cáncer de endometrio: su acción principal radica en la inhibición de la proteína PD-L1 presente en las células tumorales, lo que permite al sistema inmunológico reconocer y atacar estas células malignas. Este medicamento no solo ha demostrado frenar el crecimiento tumoral, sino que también ha mejorado significativamente la calidad de vida de las pacientes, según los expertos.
La eficacia y seguridad del dostarlimab fueron evaluadas en el ensayo clínico Ruby, que incluyó a 494 participantes. Los resultados de este estudio han sido reveladores: una de cada tres personas tratadas con dostarlimab experimentó una respuesta positiva, algo que evidenció una reducción significativa en el riesgo de progresión de la enfermedad.
El ensayo clínico Ruby destacó la capacidad del dostarlimab para detener el avance del cáncer de endometrio en una proporción considerable de pacientes. Los datos sugieren que este tratamiento no solo prolonga la vida de las pacientes, sino que también mejora su calidad de vida, algo crucial en la lucha contra esta enfermedad.
El doctor Gonzalo Gómez Abuin, jefe de la Unidad de Cáncer de Mama y Tumores Ginecológicos del Hospital Alemán, subrayó la importancia de estos hallazgos. Aunque inicialmente se diseñó para la primera etapa de la enfermedad, el dostarlimab mostró beneficios, también, en casos avanzados de cáncer de endometrio.
En pacientes con inestabilidad o deficiencia de las proteínas reparadoras del ADN, el fármaco fue especialmente efectivo. Este grupo ha mostrado una notable tasa de respuesta objetiva, lo que sugiere que puede ser una opción viable incluso en estadios más avanzados de la enfermedad. Incluso, este fármaco también demostró eficacia como tratamiento de primera línea con quimioterapia
El doctor Mariano Carrizo, jefe médico de oncología del laboratorio GSK, explicó que el dostarlimab “inhibe la proteína PD-L1 que tienen las células tumorales y que hacen que el sistema inmunológico no las detecte como extrañas. Al desenmascararlas, las defensas las reconocen como extrañas y las atacan”.
Gómez Abuin agregó: “La combinación de inmunoterapia y quimioterapia reduce la probabilidad de que la enfermedad progrese, aumenta la supervivencia y mejora la calidad de vida, por lo que hoy lo más efectivo es aplicar la inmunoterapia en primera línea y no reservarla para la segunda línea. En dos años, más del 60% de quienes recibieron este tratamiento tienen la enfermedad controlada, y eso nunca lo habíamos visto antes”.
“Esta inmunoterapia representa un paso muy importante en la lucha contra el cáncer -afirmó Gómez Abuin-. Aunque debe pasar un buen tiempo para comprobarlo, hay indicios para pensar que muchas de estas mujeres están curadas”.
En esa misma línea, Gálvez Montosa reflexionó: “Si bien nos faltan datos de seguimiento a largo plazo para saber si vamos a poder hablar de una curación definitiva, sabemos por otras patologías en las que se aplica la inmunoterapia que si conseguimos mantener una respuesta en el tiempo, en muchos casos la enfermedad no vuelve a aparecer. Hasta hace muy poco se consideraba muy lejano hablar de curación, pero con la aparición de este fármaco, el concepto está cada vez más presente”.
Uno de los síntomas principales del cáncer de endometrio es el sangrado vaginal, lo que permite su detección temprana. En mujeres premenopáusicas, este síntoma se manifiesta de manera intermenstrual. La detección temprana es clave, ya que en estadios más avanzados o recurrentes, el pronóstico suele ser más desfavorable. La visita regular al médico es crucial para un diagnóstico precoz.
El factor de riesgo más común para el cáncer de endometrio es el sobrepeso, de acuerdo a Gómez Abuin, quien destacó la importancia de llevar una vida saludable, hacer ejercicio físico y consumir alimentos saludables como medidas preventivas.
Con respecto al diagnóstico de esta enfermedad, desde los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) explican: “Dado que el cáncer de endometrio comienza en el interior del útero, por lo general no aparece en los resultados de una prueba de Pap. Por esta razón, se debe extraer una muestra del tejido del endometrio y examinarlo al microscopio para detectar células cancerosas”.
Con respecto al tratamiento, los NIH plantean que el pronóstico y las opciones dependen de los siguientes aspectos: el estadio del cáncer (si el cáncer está solo en el endometrio, afecta la pared del útero o se diseminó hasta otros lugares del cuerpo); el aspecto de las células cancerosas al microscopio; si la progesterona afecta las células cancerosas”.