Inteligencia artificial: revoluciona la productividad y bienestar en plena incertidumbre
La irrupción de la IA no solo ha transformado la manera en que trabajamos, sino que también está redefiniendo nuestra calidad de vida, presentando nuevas formas de abordar la productividad y el bienestar. Sin dudarlo, es comprensible que esta transformación genere temores.
La integración de la IA al ámbito empresarial ha generado un aumento significativo en la productividad. Las empresas están utilizando algoritmos avanzados y sistemas de aprendizaje automático para optimizar sus procesos, bajar costos y mejorar la toma de decisiones.
Desde la automatización de tareas repetitivas hasta la personalización de bienes y servicios, la IA permite a las organizaciones ser más eficientes y competitivas.
Por ejemplo, en el sector logístico, se utiliza la IA para gestionar la cadena de suministro, desde la predicción de la demanda hasta la optimización de rutas de entrega, reduciendo costos, agilizando y dotando de mayor precisión a las entregas.
Desde la automatización de tareas repetitivas hasta la personalización de bienes y servicios, la IA permite a las organizaciones ser más eficientes y competitivas
En el sector financiero, ayuda a anticipar tendencias del mercado, gestionar riesgos y detectar fraudes con una rapidez y precisión soberbias, ofreciendo análisis y recomendaciones en tiempo real.
La IA está transformando el marketing, analizando ingentes volúmenes de datos sobre el comportamiento del consumidor, permitiendo a las firmas adaptar sus estrategias de manera precisa y categórica.
Según McKinsey, en algunos rubros (tales como recursos humanos y logística) las ajustes de costos por la implementación de IA alcanzan a cerca del 50% de las compañías relevadas, con reducciones que llegan a superar el 20 por ciento.
Hay consenso sobre el hecho de que la IA elevará los estándares de productividad de forma generalizada, engendrando una real revolución en la forma de hacer las cosas en la economía y en la vida cotidiana, y un salto de envergadura en el nivel de riqueza de la sociedad.
Esta “sacudida” tecnológica es comparable con la revolución industrial del siglo XVIII, que cambió no sólo la modalidad operativa de la economía y determinó un progreso notable de largo plazo en el nivel de vida de las personas, sino que trastocó con fuerza las estructuras sociales y las relaciones personales.
Efecto sobre el empleo
La IA está trayendo consigo mutaciones trascendentales sobre la sociedad en general y particularmente sobre las relaciones laborales. Hay especialidades que están en proceso de desaparición, mientras que en otros campos la utilización de IA potenciará a sus trabajadores.
La implementación masiva de la IA generará un impacto adicional del PBI global de un monstruoso 14% para 2030, empujada por ganancias de productividad por procesos de automatización que suplantarán humanos, pero también por la automatización que reforzará las habilidades de los trabajadores con “tracción a sangre” liberándolos de trabajos tediosos para enfocarse en actividades de mayor valor agregado y más estimulantes, y claro, con mayor remuneración y bienestar.
La implementación masiva de la IA generará un impacto adicional del PBI global de un monstruoso 14% para 2030
Conceptualmente, se puede analizar la situación específica de cada empleo desde por al menos dos dimensiones.
- Está la exposición que tiene cada trabajador a que sus actividades y funciones sean reemplazadas por la IA. Refleja la probabilidad de que se integre con todo su vigor y termine realizando todas las funciones del individuo. Personas dedicadas a la atención telefónica, analistas de crédito, cajeros, traductores, por caso, son labores cuyos procesos están más expuestos a ser replicables y recambiables. Estos trabajos evidenciarán una merma en la demanda. En contraposición, la práctica agropecuaria en el sitio, mozos, peluqueros, entre muchos otros servicios personalizados, son ocupaciones que no podrían ser sustituidas con simplicidad y no sufrirían sobremanera una reducción en la necesidad en lo inmediato.
- La otra dimensión es la complementariedad. Hay actividades humanas que pueden apalancarse, que le permitirían aumentar significativamente su rendimiento. En un extremo, un piloto de avión puede perfeccionar sobremanera su accionar adoptando nuevas técnicas de navegación, pero por ahora (nunca digas nunca, menos aun cuando el tópico son tecnologías disruptivas) no sería aceptable para los pasajeros que no haya un capitán de vuelo a bordo que puedan ver, escuchar y tocar.
Para el consumidor no es aceptable la IA sin una supervisión directa y enfocada de alguien altamente calificado. En la otra punta, hay labores tales como las artesanales, las artísticas y también los peluqueros, para la nueva tecnología no les mejora sustantivamente las tareas, no se complementan ni se potencian.
Así quedan definidos tres grandes grupos de trabajadores:
- Los que tienen baja exposición (vulnerabilidad) a ser reemplazados. Para este grupo, la complementariedad es indiferente. No serán desplazados y no sufrirían grandes cambios inmediatos. Sí sufrirán una caída en sus ingresos relativos.
- Aquellos recursos humanos que tienen un alto riesgo de ser sustituidos, pero al mismo tiempo pueden apalancar sus actividades con las nuevas tecnologías. Su trabajo será más productivo y mejor remunerado, siempre que se cumpla la condición de que pueda aprender e internalizar la IA. La capacitación en estas herramientas será decisiva para este agregado.
- Las personas que tengan trabajos muy expuestos al reemplazo pero no puedan potenciarse, necesariamente enfrentarán menor demanda. La única salida será la reconversión laboral.
El desafío para la sociedad es lograr capturar al máximo la mayor productividad que emana de la IA atendiendo a las necesidades específicas de cada uno de los grupos sociales vulnerables al cambio. Restringir el avance de las herramientas que alientan y potencian el mundo por las limitaciones que los grupos de poder (sindicatos, cámaras empresarias, colegios profesionales) implicará un rezago imperdonable del crecimiento (Hay 14 puntos del PBI sobre la mesa).
Los autores son Economista y Coach Ejecutiva y Economista, directores de VDC Consultora