Precios relativos: ¿en qué bienes y servicios hay enormes distorsiones?
El periodista económico británico Tim Harford sostiene que la economía afecta todos los aspectos de nuestras vidas, desde las decisiones de compra hasta las interacciones sociales. En su libro “El economista camuflado” expresa: “Las ideas poderosas están en tu bolsillo”, sobre cada una de las decisiones por parte de la demanda que pueden condicionar la oferta en el mercado.
La inflación es la tasa de variación promedio de los precios en forma generaliza, las cuales se producen a diferentes ritmos respecto al nivel general, sea por cierta regulación donde atrasa su precio, sean productos estacionales que como su nombre lo indica se encarecen en ciertas épocas del año, por la misma ley de oferta y demanda hay diversos motivos por lo que los precios varían más que otros
En la Argentina esos movimientos de precios se han transformado en una enfermedad que deteriora el valor del dinero porque adquiere tasas de dos y tres dígitos porcentuales al año, y por tanto diluye su poder de compra, a tal punto de perder sus principales características del dinero (unidad de cuenta, depósito de valor y medio de pago generalmente aceptado), y llevó a adoptar como moneda al dólar estadounidense. De ahí que se hable a menudo de sistema bimonetario, con fuertes distorsiones en la determinación de los precios.
Tarifas de colectivos
Las tarifas del transporte público de colectivos de todas las principales ciudades del país están subsidiadas y reguladas. Desde hace años, una parte es subsidiaba por el Estado nacional y otra parte por la provincia.
El gobierno nacional, desde el Fondo Compensador (FC), otorgaba los subsidios al transporte, dirigidos a las empresas, con el fin de que los usuarios no abonen la tarifa plena. Desde febrero de 2024, se eliminó el FC y se dirigió el subsidio a los usuarios del transporte mediante la tarjeta SUBE, y sean las provincias quienes subsidien el servicio.
Las tarifas del transporte público de colectivos de todas las principales ciudades del país están subsidiadas y reguladas
Cabe tener en cuenta que las provincias, más allá de colaborar con el subsidio, también otorgan otros subsidios como el Boleto Educativo Gratuito (BEG), boleto obrero, boletos para jubilados, etc. Y, como todo servicio público, los aumentos deben ser aprobados por un ente regulador de cada gobernación, se entiende que no exista una tarifa uniforme en todo el país, o región.
En el cuadro se analiza el costo para un pasajero en cada provincia y cuanto gastaría por mes, en el caso de viajar 5 días a la semana, ida y vuelta.
Los subsidios en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) han hecho que la tarifa de $270 que abone el usuario no cueste ni un “criollito” para desayunar, llegando a tal punto de pagar 13% de la tarifa plena y 63,71% menos del promedio de lo que se abona en el país, muestra clara del exceso de financiamiento vía subsidio.
En Corrientes y Bariloche se abonan los pasajes más caros, con una tarifa de $990 y $980 respectivamente, mientras que, en el AMBA y Rawson, se abonan las tarifas más bajas, acusan una brecha de más de 260%. Claro ejemplo de la asimetría existente entre las tarifas abonadas en el centro del país respecto al interior.
El ejercicio permitió detectar que un usuario de la provincia de Corrientes destina $39.600 en el mes solamente para colectivo, 33,06% más de lo que abona el promedio de los usuarios de las 24 ciudades más importantes del país.
Tarifas de servicios del hogar
Previo a las fiestas navideñas de 2023, la carne sufrió un fuerte aumento de precio, el kg de asado saltó a un valor promedio de $4.900, y en los primeros días de julio 2024 ya valía $8.500, subió 73%, mientras que, en los servicios, el promedio de los aumentos fue del 982 por ciento.
La conectividad a internet fue la que presentó el menor incremento, con 365%, y las tarifas de gas llevan acumulado en 7 meses un aumento de 1.485 por ciento.
Esas disparidades de aumentos llevaron a que mientras en diciembre último con el precio de 2,06 kg de asado se podía pagar el consumo habitual de una familia de los servicios de luz, gas, agua e internet; en julio se elevó a 10,73kg, creció 420 por ciento.
Para un salario promedio, en diciembre 2023 el trabajador destinaba solo 6% de su ingreso para abonar estos servicios, mientras que en julio pasó a representar 16%, casi se triplicó con la desregulación y quita de subsidios a las tarifas de servicios públicos.
El problema de las tarifas comenzó como una cuestión microeconómica y se transformó en un problema macro debido al volumen que adquirió el concepto subsidios, que abonan el Estado nacional y las provincias, por el congelamiento con fines antiinflacionarios, y generó una brecha creciente entre lo que se abona vs el costo de provisión del servicio por parte de las empresas.
El gobierno de Javier Milei decidió reducir esos subsidios en los servicios públicos, para lograr por un lado el deseado superávit fiscal y por otro lado tender a la correspondencia de abonar las tarifas lo que realmente cuestan.
El problema de las tarifas comenzó como una cuestión microeconómica y se transformó en un problema macro debido al volumen que adquirió el concepto subsidios
En muchos casos, las intervenciones estatales derivan en más intervenciones, como en el mercado de trabajo, de bienes y se tergiversan los incentivos a la producción, debido a la destrucción del sistema de precios.
De ahí que aún prevalece cierta inflación reprimida por delante. Uno son las tarifas de servicios públicos y otro es el tipo de cambio que eventualmente el Gobierno se propone corregir ante el eventual levantamiento del Cepo sin fecha ni condiciones definidas para su salida aún. De ese modo, la micro se resiente y la macro se privilegia. Del resultado de la segunda también dependerá el devenir de la primera.
El autor es Analista Económico