Salud

“Tu garganta roja, solo por pasión”: cómo es la innovadora iniciativa por el Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello

Los tumores de la cabeza y el cuello incluyen aquellos en la cavidad oral, la faringe, la laringe, la fosa nasal y las glándulas salivales (Freepik)

Este sábado 27 de julio es el Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, una jornada que tiene el objetivo de sensibilizar sobre este grupo de enfermedades. Y otra cuestión: la importancia de la detección a tiempo, que permite un mejor pronóstico.

¿Por qué se habla de un grupo de enfermedades? Según el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), “los cánceres de cabeza y cuello incluyen aquellos que afectan la laringe, la garganta, los labios, la boca, la nariz y las glándulas salivales. Factores como el uso de tabaco, el consumo excesivo de alcohol y la infección por el virus del papiloma humano (VPH) incrementan el riesgo de desarrollar estas enfermedades”.

En vísperas de la jornada internacional, la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (LALCEC), con el acompañamiento del Club Atlético Independiente y el laboratorio Merck, comenzó hoy una innovadora campaña para concientizar sobre el cáncer de cabeza y cuello. Bajo el lema “Tu garganta roja, solo por pasión. Aprendé cómo cuidarte”, la iniciativa cuenta con distintas activaciones originales relacionadas con el fútbol.

Cáncer de cuello
Cada año se diagnostican cerca de 560.000 nuevos casos de tumores en la boca, laringe o faringe a nivel mundial (Getty)

El lanzamiento de la campaña es este martes en el estadio Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini, durante el partido de Independiente contra Barracas Central. ¿De qué se trata? Con el puntapié inicial en la cancha del Rojo, la iniciativa continúa en todos los partidos de la séptima fecha del torneo “Liga Profesional 2024″ de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

En cada encuentro, los equipos se tomarán la foto inicial con un cartel con la leyenda “Dejá todo en la cancha, menos tu salud”. Además, a la salida de ambos equipos por el túnel habitual en cada estadio, hay una extensión de la manga con imágenes y el eslogan de la campaña.

“El objetivo de esta propuesta es crear conciencia sobre la importancia de estar atentos a cualquier cambio en la boca o en la voz, para acudir a la consulta médica. Es muy posible que el signo o síntoma corresponda a cualquier otra condición y no a un tumor, pero si así fuese, la detección a tiempo nos permite llevar adelante un tratamiento temprano con mucho mejor pronóstico”, afirmó el médico oncólogo Dr. Carlos Silva (MN N° 62.549), Coordinador Médico y co-coordinador Psicosocial de LALCEC.

De qué hablamos cuando hablamos de cáncer de cabeza y cuello

Cáncer de cabeza y cuello
Entre los principales factores de riesgo están el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y la infección por el virus del papiloma humano (Getty Images) (boonchai wedmakawand/)

“Cuando se habla de tumores de la cabeza y el cuello, se incluyen todos aquellos que se desarrollan en la cavidad oral, la faringe o la laringe, o sea, todo lo que se conoce como vía aérea digestiva superior, y también la fosa nasal y las glándulas salivales. Se incluye también a los de tiroides, pero no a los tumores cerebrales, que pertenecen a la neurooncología”, informó el Dr. Marcos David Pereira (MN Nº 107.929), médico oncólogo y radioterapeuta, Integrante de la Unidad Funcional de Tumores de Cabeza y Cuello del Instituto de Oncología Ángel H. Roffo (UBA).

De acuerdo a la Sociedad Estadounidense de Cáncer, cada año se diagnostican en el mundo cerca de 560.000 nuevos casos, cifra que toma todos los tumores que se manifiestan en la boca, laringe o faringe. En Argentina, la incidencia se clasifica como media-alta y se estima que más de mil personas mueren anualmente por esta causa, lo que equivale a un promedio de casi tres casos por día.

¿A qué hay que prestar atención para la detección temprana? Primero, a los factores de riesgo. Entre los principales factores que favorecen el desarrollo de algún tumor de cabeza y cuello se encuentran: ser o haber sido fumador, ingerir alcohol en forma sistemática y excesiva y la combinación de ambas conductas.

También están la exposición prolongada y sin protección al sol, la infección por el virus del papiloma humano (VPH), una higiene bucal deficiente, dieta y nutrición deficientes, y un sistema inmunológico debilitado. A su vez, existen algunos factores “no modificables” como ser varón -la prevalencia es mayor en el sexo masculino- y ser mayor de 45 años.

Otros factores incluyen la exposición prolongada y sin protección al sol, la infección por el virus del papiloma humano (VPH), una higiene bucal inadecuada, una dieta y nutrición insuficientes, y un sistema inmunológico debilitado
Otros factores incluyen la exposición prolongada y sin protección al sol, la infección por el virus del papiloma humano (VPH), una higiene bucal inadecuada, una dieta y nutrición insuficientes, y un sistema inmunológico debilitado

Cuáles son los síntomas y el tratamiento

¿Cuándo encender las alarmas cuando se trata del Cáncer de Cuello y Cabeza? Los signos que requieren atención médica incluyen la aparición de un bulto en el cuello, manchas blancas, rojas o marrones en la boca o garganta, úlceras o llagas persistentes en la boca o garganta, cambios o ronquera en la voz, demora en la cicatrización tras una extracción dental o hemorragias inexplicables, endurecimiento o hinchazón sin dolor, dificultad para masticar o tragar y dolor en la lengua o mandíbula que se irradia al oído, así como dolor o zumbido en los oídos o problemas auditivos.

“A partir de la mayoría de estos síntomas, la campaña de LALCEC apela a cuidar la garganta y que esta se ponga roja solo por la pasión futbolera, pero no por una lesión tumoral. Y fomenta la realización de una consulta médica ante la presencia de cualquiera de estas señales”, dijo Silva.

“Es muy importante prestar atención a estos síntomas, porque en estos tumores, tanto en Argentina como en cualquier lugar del mundo, existe una demora muy grande entre la aparición del primer síntoma y el inicio del tratamiento”, señaló Pereira, quien también se desempeña en el Instituto Roffo como Jefe del Departamento de Docencia e Investigación.

Y agregó: “En general las personas dicen ‘estoy disfónico, ya se me va a pasar’ o ‘tengo una lesión en la boca, ya se me va a curar’, y esa es la causa de una primera demora, porque en realidad la gente no piensa que pueda crecer un tumor en esas zonas y demora en consultar. En ocasiones, también se da una segunda demora, entre la consulta y el diagnóstico, porque a veces en el ambiente médico falta conciencia sobre los tumores de cabeza y cuello”.

Cáncer de cabeza y cuello
Los síntomas que deben motivar una consulta médica incluyen bultos en el cuello, manchas en la boca o garganta y úlceras que no desaparecen (Getty Images) (NoSystem images/)

Pereira también advirtió sobre una cuestión llamativa en la formación profesional, que se vuelve clave cuando se trata del cáncer de cabeza y cuello. “El sector de los tumores de la cabeza y cuello es una zona que no le pertenece a nadie. De hecho, los oncólogos tenemos mucha derivación temprana de los odontólogos, que están acostumbrados a mirar la boca y suelen ser los primeros en descubrir esas lesiones, que a veces no son tan claras”, insistió.

Respecto al tratamiento, dependerá del momento del diagnóstico: cuanto más temprano, mejor será el pronóstico y mayores las chances de curación. “En líneas generales es un grupo de tumores locorregionales, que significa que no suelen migrar a otras zonas, salvo al cuello o a los ganglios del cuello. Esto permite contar con mayores posibilidades de curación, pero siempre dependiendo de la etapa de la enfermedad en la que se inicie el tratamiento”, completó Silva.

“Las principales opciones son la cirugía y la radioterapia. En algunos casos, sumando alguna medicación a la radioterapia para que el tumor sea más sensible a los rayos. Para los cuadros más avanzados, que afortunadamente son una porción relativamente pequeña respecto del total, contamos con opciones sistémicas como la quimioterapia, las terapias dirigidas y la inmunoterapia”, apuntó Pereira.

“Si el tumor está avanzado y requiere una cirugía muy grande, se corre riesgo de que el paciente pierda alguna función o deba agregar radioterapia en áreas más extensas, que se asocian a más efectos adversos. Por ello es central el tema del diagnóstico precoz. Nuestro objetivo siempre es tratar de curar a los pacientes, pero también que conserven una buena calidad de vida”, concluyó Silva.

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