París 2024: cómo el calor extremo puede impactar en el cerebro de los atletas y poner en riesgo su rendimiento
Los Juegos Olímpicos de 2024 en París prometen ser los más calurosos jamás registrados. Cabe recordar que en el verano del año pasado Francia estuvo entre los países que sufrieron olas de calor sin precedentes, indicó la oficina meteorológica francesa Météo-France a la agencia de noticias AFP. Más de 5.000 personas murieron en ese país el año pasado como resultado del calor extremo.
Los expertos expresan su preocupación debido a que los atletas están compitiendo en los últimos años con temperaturas cada vez más altas y un nuevo informe advierte que las altas temperaturas podrían suponer una amenaza mortal para los atletas olímpicos de este año.
El trabajo, llamado Rings of Fire: Heat Risks at the 2024 Paris Olympics (Anillos de fuego: riesgos de calor en los Juegos Olímpicos de París de 2024) reunió a deportistas, científicos del clima y destacados fisiólogos del calor de la Universidad de Portsmouth, Inglaterra, para advertir sobre el efecto de las altas temperaturas para los atletas.
El presidente de World Athletics, Sebastián Coe, expresó su preocupación en el prólogo del informe: “Para los atletas, desde problemas menores que afectan el rendimiento, como la interrupción del sueño (…) hasta estrés y lesiones relacionadas con el calor, las consecuencias pueden ser variadas y de amplio alcance”, dijo Coe.
En diálogo con Infobae, el doctor Jorge Rocco, médico psiquiatra especializado en deportes, comentó: “Las altas temperaturas obligan a tomar precauciones especiales porque se modifica todo el medio interno. Es decir, se altera la cantidad de minerales que tiene el cuerpo, porque se los elimina por la transpiración. Por lo tanto, la deshidratación puede traer serias consecuencias, porque se tiene un volumen de sangre que está terriblemente acelerado, hasta 140 pulsaciones por minuto y se precisa una buena cantidad de líquido para nutrir a todos los músculos que están en actividad. Entonces, si yo disminuyo la cantidad de líquido porque me deshidrato, además también bajan los minerales, estoy con un riesgo físico significativo, tanto físico como psicológico”.
En definitiva, lo que ocurre es que a medida que el cuerpo suda, el volumen sanguíneo disminuye, por lo que hay menos suministro de sangre para los músculos que trabajan. El corazón tiene que esforzarse el doble para hacer circular la sangre, para lograr mantenerse fresco y oxigenar los músculos.
Por su parte, Jackson Tuwei, presidente de Athletics Kenya y vicepresidente de World Athletics, expresó en el informe citado: “Los atletas se enfrentan a cada vez más desafíos en relación con la contaminación del aire, la inseguridad alimentaria y hídrica y la falta de sombra”.
El doctor Rocco destacó cómo el calor también afecta a nivel psicológico, en el rendimiento mental. “Si uno cuando hace mucho calor está molesto en una simple caminata, imaginemos en competencia, ya no se puede mantener la concentración que tiene cualquier individuo. ¿Por qué? Al sentirse mareado, molesto, transpirando muchísimo, el deportista empieza a tener otro foco de concentración. Ya no está enfocado en la actividad, en la pelotita de tenis, en los movimientos de brazos al nadar o en un pase. De hecho, se erra muchísimo en todos los juegos de precisión, ya sea el golf o el fútbol… todos los deportes que exijan precisión están complicados con calor”, afirmó el psiquiatra.
Cómo el calor impacta en la psiquis
La incomodidad que causan temperaturas extremas, así como la energía que el cuerpo gasta para mantenerse fresco, pueden producir una baja general en la resiliencia. Esto hace más difícil soportar la agitación, la irritación y el dolor, dicen los expertos.
Los efectos emocionales del calor y las consecuencias del cambio climático van desde la ansiedad, la depresión y la sensación de estar abrumado hasta la negación y la evitación, con implicaciones para la toma de decisiones.
Algunos científicos han planteado la hipótesis de que el calor quizá produzca un desequilibrio en las señales del cerebro o cierta inflamación. Otra teoría destacada sostiene que las interrupciones en el sueño a causa del calor podrían agravar algunos síntomas de salud mental.
Según advierte la Clínica Mayo de Estados Unidos, las dificultades para conciliar o mantener el sueño durante la noche puede afectar los niveles de energía de una persona, perjudicar la calidad de vida, el desempeño laboral o escolar —y la salud física y mental.
¿Qué pasa si se duerme poco? Según expresó en una nota reciente en Infobae Facundo Nogueira (MN 84970) jefe de la sección de Medicina del Sueño del Hospital Clínicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y director de la Fellowship de Medicina del Sueño de la UBA, “Dormir menos cantidad de horas no le da el tiempo a nuestro cerebro a recuperarse del trajín y el desgaste diario”.
“Lo que termina ocurriendo es que progresivamente se pierde la capacidad de atención, disminuye el rendimiento intelectual, aumenta el riesgo de hipertensión arterial, de arritmias, ataques cardíacos y cerebrales, diabetes y otras enfermedades crónicas, y está demostrado que dormir menos de 6 o 7 horas incrementa el riesgo de trastornos cognitivos del tipo de la demencia”, alertó el especialista.
El calor también afecta el neurotransmisor serotonina, uno de los reguladores del estado de ánimo más importantes, estrechamente relacionado con mantener la agresión bajo control. La serotonina ayuda a transmitir información sobre la temperatura de la piel al hipotálamo del cerebro, que pasa a controlar las respuestas de escalofríos y sudoración cuando es necesario.
Mentalidad ganadora
En el informe inglés, Jamie Farndale, jugador del equipo de rugby 7 de Gran Bretaña, advirtió: “Nos esforzamos al máximo y, si tenemos que hacerlo en condiciones que no son seguras, no creo que el atleta se contenga. No está en el ADN de un atleta detenerse y, si las condiciones son demasiado peligrosas, creo que existe el riesgo de muertes”.
Por otro lado, Christianne Eason, presidenta de seguridad y educación deportiva del Instituto Korey Stringer, confirmó esa apreciación: “Los deportistas trabajan para una oportunidad única en la vida”. Su instituto se fundó en 2021 después de que el jugador de fútbol americano de los Minnesota Vikings, Korey Stringer, muriera de un golpe de calor durante una sesión de entrenamiento.
Para vencer al calor, los deportistas entrenan la aclimatación semanas antes de la competencia. Esto implica normalmente entrenar en una habitación con calefacción, vestirse en exceso y hacer baños sauna para acostumbrar el cuerpo a temperaturas elevadas. Eason y sus colegas ayudaron a la selección nacional femenina de fútbol de Estados Unidos a prepararse para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 realizando ejercicios de acondicionamiento en una cámara de calor.
El doctor Rocco agregó: “Desde el punto de vista del entrenamiento, obviamente que se toman todas las precauciones que tienen que ver básicamente con trabajar en la sombra o cuando ya se fue el sol. Fijate que en los Emiratos, con los jugadores que yo atendí en su momento, entrenan siempre o muy temprano en la mañana o a la noche”.
Por otro lado, recalcó la importancia de la hidratación. “Por eso, en el fútbol, en el entretiempo, los jugadores se hidratan, están compensando lo que se descompensó por el gasto mismo del partido. Incluso había un error en algún momento, muchos años atrás, cuando se ponían gaseosas durante el entretiempo, en el vestuario para que se hidrataran. Pero en realidad lo que se recupera con la gaseosa es glucosa, no los minerales. Entonces hoy lo que se ofrece para hidratación en entretiempos es fundamentalmente agua mineral o bebidas con minerales o isotónicas.
Finalmente, Rocco expresó que ante la dificultad de tener que afrontar un calor extremo, el deportista la puede tomar como un problema o una oportunidad.
“Esto depende de la historia personal de cada uno. Hay jugadores que ante una dificultad ven un problema, y dicen: ‘Me siento agobiado por la temperatura; ‘Estoy molesto porque no estoy bien hidratado; ‘Tengo cefaleas… no voy a competir’. Pero también se lo puede ver como una oportunidad y buscarle una solución: ‘Voy a tratar de hidratarme, de descansar, de alimentarme bien, de administrar mi gasto, mi esfuerzo. Entonces, es como cualquier dificultad que pueda tener en la vida. Si tengo una tendencia depresiva, a preocuparme de más y a dar vueltas con la idea, seguramente me va a perjudicar muchísimo, pero si lo tomo como una oportunidad podré enfrentarlo de otra manera. Hay ejercicios que obviamente ayudan a enfrentar estas dificultades, como son la meditación, la relajación y la visualización que atenúan el problema”.
Hablando acerca de la psicología de Dibu Martínez, el arquero de la Selección Argentina de Fútbol, el doctor Rocco decía en una nota reciente en Infobae, que a veces el entrenamiento no tiene que ver con la competencia porque influyen muchas otras variables: el público, el rival real, el árbitro o el clima extremo, como es el caso de lo que aparentemente se avecina en Francia. “Por eso, con el entrenamiento, lo que hacemos desde nuestra especialidad de la Psicología Deportiva es limpiar todas las situaciones temidas del deportista”. Y en 2024, esa situación temida podrá ser el clima.