Reincorporar la carne después de años de dieta vegetariana: consejos para una transición saludable
La actriz argentina Agustina Cherri sorprendió al revelar un cambio significativo en su alimentación. Después de 16 años siguiendo una dieta vegetariana, decidió volver a comer carne durante su último embarazo, tal como contó en un intercambio con sus seguidores en redes sociales.
Cherri explicó que la motivación para este cambio surgió durante el embarazo de su cuarto hijo, Bono. “Fui vegetariana durante 16 años, desde mi último embarazo comencé a incorporar todo tipo de alimento (me dieron ganas de volver a comer carne) y le di lugar a mi necesidad”, señaló Cherri.
La actriz también compartió que hoy en día sigue una dieta balanceada. Ante la pregunta de una seguidora sobre el secreto de su radiante apariencia, la actriz respondió que la clave está en comer de manera equilibrada y variada. Este enfoque le ha permitido mantener una salud óptima y una imagen saludable, algo que sus seguidores no dejaron de notar.
Como en el caso de Cherri, ¿qué sucede cuando un vegetariano o vegano decide volver a consumir carne después de un largo período?
En diálogo con Infobae, Nadia Hrycyk (MN 5430), nutricionista de la Universidad de Buenos Aires, respondió: “Al cuerpo le cuesta mucho menos trabajo digerir un carbohidrato o los vegetales que digerir la carne, que necesita más enzimas digestivas. Pero por más que hayan pasado muchos años, el organismo siempre va a tener la capacidad de digerir carne porque está preparado para hacerlo”.
“Entonces -amplió la experta-, la persona que es vegetariana y que durante muchos años no consumió carne, lo que tiene que empezar a incorporar son carnes que tengan menos contenido de grasa y que se digieran de forma más fácil, como las carnes blancas, cuya proteína es un poquito más simple de digerir”.
Antes de este cambio, Cherri supo ser un ícono de la alimentación verde, con ingredientes de su huerta que predominaron en su escena culinaria. Expertos de Mayo Clinic indican que las dietas vegetarianas y veganas pueden ofrecer importantes beneficios para la salud y el medioambiente.
Estas dietas, bajas en grasas saturadas y colesterol, pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas como las cardiopatías y la diabetes. Sin embargo, realizar cambios abruptos en la alimentación requiere un análisis cuidadoso. Excluir grupos de alimentos sin una evaluación adecuada puede tener implicaciones negativas para la salud. Por tanto, es esencial considerar todas las opciones y necesidades individuales antes de realizar cambios significativos en la dieta.
Hrycyk aconsejó para los casos de vegetarianos o veganos que vuelven a comer carne: “El principal consejo sería que empiecen a incorporar porciones chicas de carne y no porciones abundantes. Una porción en general común puede ser de 200 gramos. Hay que tratar de incorporar una vez al día la carne, no en almuerzo y en cena, sino solamente en una de las dos comidas. Y si son carnes blancas, mejor”.
“Una alimentación siempre va a ser saludable cuando la mitad de nuestro plato esté cubierto por vegetales. O sea, cuando hablamos de las comidas, pueden llegar a ser cuatro comidas principales y en todas las comidas tiene que haber algún vegetal. Entonces, el hecho de consumir carne puede ser desequilibrado si no tiene vegetales. O, por el contrario, una persona que es vegetariana o vegana, si no come carbohidratos integrales y consume harinas refinadas no va a estar saludable”, consideró la nutricionista.
Al tiempo que resaltó: “La proteína principal de un vegano es la legumbre, y de una persona que come carne, esta última es la proteína principal. Nuestro cuerpo siempre va a tener capacidad de digerir proteínas. No obstante, la proteína de la carne tiene otra estructura que cuesta más digerirla, por lo tanto, está más tiempo en el estómago y hace que el cuerpo se demore”.
“En tanto, cuando una persona que come carne decide ser vegetariana o vegana, se busca que sea una transición. Entonces, el reemplazo de lo que sería la carne habría que hacerlo de forma gradual”, relató Hrycyk.
Según MedlinePlus, el sitio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, “es necesario consumir proteínas en la dieta para ayudarle al cuerpo a reparar células y producir células nuevas. La proteína también es importante para el crecimiento y el desarrollo de niños, adolescentes y mujeres embarazadas. Las proteínas de los alimentos se descomponen en partes llamadas aminoácidos durante la digestión. El cuerpo humano necesita un gran número de aminoácidos en cantidades suficientemente grandes para mantener una buena salud”.
“Los aminoácidos se encuentran en fuentes animales tales como las carnes, la leche, el pescado y los huevos. También se encuentran en fuentes vegetales como la soja (soya), los fríjoles, las legumbres, la mantequilla de nueces y algunos granos (como el germen de trigo y la quinua)”, de acuerdo a MedlinePlus.
Desde los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), aportan: “La carne roja magra (sin grasa), consumida con moderación, es una gran fuente de proteínas, hierro, vitamina B12 y zinc”.