Por qué el peligroso virus Chandipura, que ya causó 60 muertos en India, estaría relacionado al cambio climático
La India atraviesa uno de los peores brotes del virus Chandipura en más de dos décadas, con más de 70 muertes reportadas por encefalitis aguda, especialmente en niños y adolescentes.
Esto ha encendido las alarmas en el país oriental ya que los más jóvenes se ha constituido como el grupo más vulnerable a esta infección letal. A pesar de las medidas adoptadas para contener la propagación, la situación sigue siendo crítica, especialmente en el estado de Gujarat, el más afectado hasta el momento.
Desde mediados de julio, India ha estado lidiando con un incremento preocupante de casos de encefalitis aguda, una condición inflamatoria del cerebro que puede progresar rápidamente y resultar fatal en cuestión de días. Según las cifras del gobierno de Gujarat publicadas esta semana, el número de casos positivos del virus Chandipura ha aumentado a 60, mientras que los casos de encefalitis viral notificados ascienden a 159. El número de muertos se eleva a 70, una cifra que refleja la gravedad de la situación.
Gujarat ha adoptado diversas medidas de salud pública para frenar el brote, incluyendo la pulverización de insecticidas para el control de vectores, la sensibilización del personal médico y la remisión de los casos a instalaciones designadas. “Hemos visto una tendencia a la baja en los nuevos casos diarios del síndrome de encefalitis aguda desde el 19 de julio”, aseguró un portavoz del Ministerio de Salud de India, lo que proporciona una leve esperanza en medio de la crisis.
El doctor Osvaldo F. Teglia especialista en Clínica Médica e Infectología, Profesor Asociado a Cargo de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral de Buenos Aires, explicó a Infobae que el virus Chandipura (CHVP), un arcano agente infeccioso, pasa de insectos a humanos.
“El virus vive en la glándula salival de flebótomos que son insectos hematófagos. También pueden transmitirlo las garrapatas, las moscas y los mosquitos (incluso Aedes aegypti). Solo las hembras se alimentan de sangre y su picadura puede ser el medio de transmisión de enfermedades. Y a través de picaduras se trasmite a personas y a diferentes vertebrados como animales domésticos”, explicó Teglia, y aclaró que a los flebótomos se les suele denominar así por castellanización del nombre en latín de su género más importante: los Phlebotomus, que de hecho significa “cortador de venas”. En inglés se los conoce como Sandflies, o “Moscas de la arena”. Ese pequeño insecto mide menos que un mosquito, entre 2 y 4 mm.
“Son bastante más pequeños que los mosquitos, peludos, y difíciles de ver por su vuelo rápido y saltarín. Pican muy rápido y a menudo de forma múltiple, en secuencia lineal sobre la piel. Sus larvas se desarrollan en suelos húmedos, así como en los excrementos de los animales; no como los mosquitos que ponen sus huevos en acumulaciones de agua estancada”, agregó el experto.
Y precisó que a los flebótomos le son propicias zonas terrestres con suelos húmedos y ricos en materia orgánica como parques, jardines, establos, grietas del terreno, casas derruidas o precarias, vertederos, alcantarillas, sótanos mal ventilados, huecos en vallas y árboles, cobertizos del ganado, entre otros lugares. En ámbitos rurales de India, dijo, usan pintura con estiércol de vaca como revoque lo que significa un nicho propicio que atraen a los flebótomos.
La hembra de la mosca de arena Phlebotomine prevalecen en el período temprano del monzón en India, es cuando el virus más se ha registrado. Incluso, el virólogo John, T. Jacob, en un trabajo para el Indian Journal of Medical Research, describe a las moscas de arena Sergentomyia, como vectores, al igual que varias especies de mosquitos.
Chandipura y el cambio climático
Los expertos señalan que la prevalencia del virus Chandipura en India probablemente esté relacionada con el cambio climático. El aumento de las temperaturas y la alteración de los patrones climáticos han contribuido a la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos. En los últimos años, India ha registrado un aumento significativo en los casos de infecciones transmitidas por mosquitos, incluyendo el zika, el dengue y el nipah.
“Cabría preguntarse entonces si este fenómeno anual climatológico de imperturbable y habitual exactitud estuvo siempre presente, por qué la India paso casi 20 años sin eclosiones de Chadipura. Según algunos, la voz del monzón no sería tan obvia ahora, y la reciente reaparición del virus probablemente esté relacionada con el cambio climático y su propagación facilitada por el calentamiento ocasionado por las altas temperaturas que azotan ese país. Como consecuencia de esto último, en los últimos años los casos de zika, dengue y nipah también han estado incrementando en India”, afirmó Teglia.
Y destacó: “Hasta ahora, esta enfermedad sólo ha ocurrido desde los insectos a los humanos y en la India y parece improbable que trascienda los océanos y llegue hasta estas orillas. No obstante, la emergencia de infecciones nos tiene acostumbrados a cosas inesperadas, y a veces la ficción puede hacerse realidad y sorprendernos al enfrentarnos a lo desconocido. El maltrato dispensado por el hombre a los ecosistemas parece ejercer influencias facilitadoras en tal sentido”.
Infección en el cuerpo humano
El virus puede progresar rápidamente de síntomas iniciales similares a la gripe a encefalitis, coma y muerte en un lapso de 24 a 48 horas. La infección viaja a través de la sangre hasta el sistema nervioso central, donde el virus atraviesa la barrera hematoencefálica e ingresa al cerebro.
No está claro exactamente cómo el virus llega al cerebro y causa encefalitis. “El CHPV, una vez ingresado al organismo humano, se replica activamente en el sistema nervioso central, ocasionando una rápida destrucción de las células neuronales, lo que se traduce en una enfermedad neurológica denominada encefalitis. Se ha propuesto que cuando un insecto infectado pica a una persona para alimentarse de sangre, secreta su saliva que contiene el virus”, sostuvo Teglia.
Y agregó: “Luego, el virus se propaga por el torrente sanguíneo de la persona e infecta fundamentalmente dos territorios. Por un lado, células inmunes llamadas monocitos (un tipo de glóbulo blanco), donde se replica sin que el sistema inmunológico pueda detenerlo. Además, el virus se traslada al sistema nervioso central, flanqueando una barrera protectora llamada hematoencefálica e ingresa en el cerebro. Al cabo de 6 horas de que la persona se haya infectado, el virus Chandipura secreta dentro de las células cerebrales una proteína deletérea. Estos sucesos podrían explicar su curso rápidamente letal”.
Según otro artículo de The Lancet, el virus se manifiesta en el cuerpo humano con fiebre, vómitos, alteración de los sentidos, convulsiones, diarrea, déficit neurológico (por ejemplo, incapacidad para hablar, pérdida del equilibrio, cambios en la visión) e irritación meníngea (dolores de cabeza, rigidez del cuello, fotofobia y convulsiones).
Se dice que el virus libera una proteína llamada fosfoproteína dentro de las células cerebrales en las seis horas siguientes a la infección de la víctima, lo que provoca una muerte rápida. Actualmente no existen medicamentos antivirales para tratar a las personas infectadas con la infección de Chandipura. Además, no existe una vacuna.
Lo único que se puede hacer es tomar medidas preventivas para no ser picado. “La prevención, incluye el control de vectores a través de distintas medidas como identificación de los lugares de reproducción de los flebótomos, pulverización con insecticidas, saneamiento, control ambiental, incluido el almacenamiento y eliminación adecuados de desechos y basuras, y la prohibición de la acumulación de excretas al aire libre. La prevención de las picaduras también es importante mediante el uso de ropa protectora, repelentes y mosquiteros”, indicó Teglia.
Esta falta de opciones terapéuticas subraya la necesidad urgente de investigación y desarrollo en el campo de las enfermedades virales transmitidas por vectores.
El estado de Gujarat ha implementado una serie de estrategias para combatir el brote. Equipos de respuesta rápida de salud, activistas de salud social acreditados (ASHA) y enfermeras auxiliares y parteras (ANM) han estado realizando vigilancia activa para identificar rápidamente los casos y remitir los sospechosos a hospitales y facultades de medicina cercanas. Estos establecimientos brindan servicios especializados las 24 horas del día, los 7 días de la semana, incluyendo apoyo ventilatorio crucial para los pacientes más graves.
Y remarcó: “Clínicamente se caracteriza por una enfermedad similar a la gripe que rápidamente puede dar lugar a disfunciones neurológicas. Las manifestaciones clínicas más comunes incluyen fiebre, vómitos, diarrea, sensorio alterado (cambios en el estado mental o la conciencia), convulsiones, dificultad para hablar, pérdida del equilibrio, cambios en la visión y signos de irritación meníngea del orden de dolores de cabeza, rigidez del cuello, fotofobia y convulsiones.
Si bien existen casos subclínicos o con mínima fiebre, los pacientes pueden comenzar con un cuadro pseudogripal, y morir dentro de las 24-48 hs. posteriores al inicio de los síntomas. Se ven afectados principalmente niños menores de 15 años, predominantemente en zonas rurales. En el brote de 2003 la edad promedio de afectación fue entre los 9 meses y los 14 años y la mayoría de las muertes se produjeron en las 48 horas siguientes al ingreso en el hospital”.
El virus Chandipura fue identificado por primera vez en 1965 en la localidad homónima en Maharashtra, India. Desde entonces, ha habido varios brotes en el país, con tasas de mortalidad alarmantes que han oscilado entre el 56 y el 75 por ciento en algunas regiones. El brote más reciente ha sido especialmente devastador, ya que afectó a más de 100 personas en Gujarat y ha resultando en un alto número de muertes entre niños menores de 15 años.
Aunque el virus Chandipura ha sido predominantemente un problema en el subcontinente indio, su alcance geográfico se ha extendido. Se han detectado anticuerpos contra el virus en monos salvajes en Sri Lanka, y el virus ha sido identificado en flebótomos en África Occidental. Además, se ha registrado en erizos en Senegal durante la década de 1990. Esto indica que el virus tiene el potencial de causar brotes en otras regiones si las condiciones lo permiten.
Según el Instituto Nacional de Salud (NIH) de EEUU, India ha sido testigo de varios brotes de encefalitis aguda en las zonas occidental, central y sur del país en los últimos años. Estos brotes han resultado en tasas de mortalidad preocupantemente altas, lo que subraya la necesidad de estrategias de control más efectivas y una mayor inversión en salud pública.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por el brote en India y ha ofrecido asistencia. Organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) están monitoreando la situación y proporcionando apoyo técnico y logístico. Sin embargo, la capacidad de respuesta de India será crucial para controlar el brote y prevenir futuras epidemias.