Qué son los miomas uterinos y cuáles son las opciones de tratamiento
Los miomas uterinos, también llamados fibromas, son los tumores más comunes de todo el aparato genital femenino. Están formados predominantemente por músculo liso y tejido fibroso y son de origen benigno.
Suelen afectar a más de un 50% de las mujeres en edad reproductiva, ya que su crecimiento depende de las mismas hormonas que controlan el ciclo menstrual. Y si bien su prevalencia aumenta luego de los 25 años, la edad más frecuente de diagnóstico es entre los 35 y 45 años.
En la mayoría de los casos, los miomas no presentan síntomas y el diagnóstico se realiza en el marco de los controles ginecológicos anuales.
Según explicó a Infobae el médico ginecólogo y especialista en fertilidad Lucio Ratto (MN 134.850), “cuando un mioma genera síntomas, la clínica va a depender de su cantidad, la localización y el tamaño del mismo”. Algunas de las manifestaciones pueden ser “sangrado uterino anormal y trastornos reproductivos, en aquellos miomas que afectan el endometrio, dolor, sensación de peso en el abdomen, trastornos miccionales o estreñimiento sobre todo en los subserosos”.
Cuántos tipos de miomas existen
Una mujer puede presentar uno o múltiples miomas, con distinto tamaño y en diferentes localizaciones del útero. Y dependiendo qué capa del útero comprometa pueden clasificarse en:
- Submucosos: aquellos que se desarrollan dentro de la cavidad endometrial o protruyen hacia esta.
- Intramurales: aquellos que se desarrollan en el espesor de la pared uterina.
- Subserosos: los que crecen desde la pared hacia el exterior del útero.
“Se dice generalmente que una de cada cinco mujeres puede llegar a presentar miomas de distintas características”, sumó en este punto consultado por este medio, el médico ginecólogo especialista en reproducción y cirugía endoscópica Javier Singla (MN 74.001), ex médico del Servicio de Ginecología del Hospital de Clínicas y médico en Orchid Fertility y en Mediclinic Parkview, en Dubai.
Y acerca de cuáles son las causas de estos tumores benignos, señaló: “No hay una causa única; se cree que hay una tendencia que es poligénica, o sea que hay varios genes involucrados en que el tejido muscular del útero en algún momento empiece a crear estas formaciones, que son definitivamente hormono dependientes de los estrógenos, que es la hormona que las mujeres producen durante su vida fértil”.
De qué manera los miomas afectan la fertilidad
Guillermo Vigliocco es médico ginecólogo (MN 61.968) y acerca de la relación entre estos tumores benignos y los problemas de fertilidad en algunas mujeres explicó que “los miomas que afectan la fertilidad son generalmente los ubicados dentro de la cavidad uterina, es decir los miomas submucosos”.
“La cavidad uterina es donde se aloja el saco gestacional y si en ese lugar hay un mioma, es muy probable que afecte la fertilidad —ahondó el especialista—. Estos miomas se extirpan por vía vaginal mediante la técnica de histeroscopia, de manera rápida y sencilla, en forma ambulatoria y con reinserción a la vida normal a las 48 horas”.
Asimismo, según apuntó Singla, “el tamaño que tengan los miomas puede afectar la fertilidad”. En ese sentido, destacó que “pueden afectar la probabilidad de quedar embarazada si están en el lugar donde se tiene que implantar el embrión”, al tiempo que aclaró que “no sólo pueden interferir en la posibilidad de una mujer de quedar embarazada, sino también generar complicaciones a lo largo del embarazo ya que los miomas durante el embarazo tienden a crecer por los cambios hormonales que tiene la mujer embarazada”.
En esos casos, según dijo, “a veces es necesario extraerlos para que la paciente pueda quedar embarazada sin ningún problema”. Pero más allá de cada situación particular, “no todos los miomas comprometen la fertilidad y es por eso que muchas la indicación del ginecólogo es controlarlos y no hay que tomar ninguna conducta; todo dependerá de la localización, del tamaño, de la cantidad de miomas que tenga la paciente y de los síntomas”.
¿Cuáles son las diferentes opciones terapéuticas para la ablación de miomas?
– Vigliocco: De acuerdo al tipo de mioma o dónde esté ubicado, se decide la conducta quirúrgica o el control periódico.
No todos los miomas es necesario extirparlos. La mayoría de los miomas no son quirúrgicos y se controlan con examen ginecológico y ecográfico en forma periódica. Los miomas son quirúrgicos por tamaño, si son mayores a 6-7 centímetros, por sintomatología —la más común es el sangrado abundantes o sangrados anormales— y también por compresión de órganos vecinos, como la vejiga o el recto por ejemplo.
De ser necesaria la cirugía, por los motivos antes descritos, ese tipo de miomas puede abordarse por vía laparoscópica —a través de una óptica que se introduce por una incisión en el ombligo, más una o dos pequeñas incisiones a nivel del abdomen inferior se extirpa el o los miomas—. En algunos casos es necesario, ya sea por tamaño o por el número de miomas, extirparlos por vía convencional, es decir la laparotomía con miomectomía, esto es, una incisión quirúrgica en abdomen a nivel suprapúbico.
Si el mioma es submucoso, o sea, se ubica en el interior de la cavidad uterina, se opera por vía histeroscópica, a través de la vagina y del cuello uterino, a donde se accede con una óptica y se extirpa el mioma en forma completa. Tanto la laparoscopía como la histeroscopia son técnicas muy poco invasivas con una rápida y excelente recuperación para la paciente.
– Singla: Fundamentalmente podemos hablar de tratamientos médicos y tratamientos quirúrgicos. Entre los primeros podemos dividirlos en disminuir la cantidad de estrógenos que la mujer produce y otra opción terapéutica es bloquear los estrógenos con medicamentos hormonales que tienen el efecto contrario de los estrógenos y se llaman progestágenos. Otra opción es no bloquear los estrógenos ni dar hormonas progestágenos o reducir la cantidad de estrógeno, pero sí el receptor donde el estrógeno se pega a la célula del mioma para estimular su crecimiento. Esas son las opciones terapéuticas, que la gran contra que tienen es que son transitorios y paliativos y una vez que se suspenden, los miomas vuelven a crecer muchas veces.
Por otro lado, el tratamiento clásico que todavía no ha sido superado en eficiencia es el tratamiento quirúrgico, del cual hay distintos tipos según las características de los pacientes. Puede ser convencional con una cirugía a cielo abierto, o por cirugías endoscópicas, ya sea por laparoscopía o por histeroscopia o combinación de ellas.
¿Qué opinión le merecen las nuevas técnicas de ablación de miomas por radiofrecuencia?
– Ratto: Creo que es una muy buena opción cuando se utiliza en los casos correctos. Es crucial una evaluación previa e individual de cada paciente. Es una técnica moderna, segura y que está brindando muy buenos resultados a nivel global.
La radiofrecuencia es una técnica mínimamente invasiva, que consiste en la aplicación de una corriente eléctrica de alta frecuencia que genera calor por encima de los 65°C en el interior del mioma. Esto produce la desnaturalización de las proteínas de las células tumorales llevándolas a un proceso de muerte celular. Este calor también logra el colapso de la trama vascular del mioma, bloqueando así las posibilidades de nutrirse.
Es una herramienta que actualmente está muy difundida en España y Europa y es un tratamiento alternativo a las cirugías. Se realiza de manera ambulatoria, no requiere anestesia general, sino una sedación similar a la de una endoscopia, y el objetivo es lograr una reducción del volumen tumoral de hasta un 80% en los seis a 12 meses de la intervención.
Como todos los tratamientos, tiene indicaciones precisas y no es aplicable a todos los casos, ya que idealmente el o los miomas no deben tener más de siete centímetros de diámetro y como máximo se pueden tratar tres miomas. También está contraindicado en aquellos miomas pediculados o que crecen hacia afuera del útero.
– Vigliocco: La radiofrecuencia es una técnica que destruye el mioma con calor produciendo la necrosis del mismo. Tiene como contraindicación la imposibilidad de analizar histológicamente el tumor extirpado. Y no asegura la extirpación completa del mioma.
Estadísticamente se describen algunas complicaciones en el postoperatorio, como sangrado o dolor que pueden terminar en cirugía convencional. Dada la seguridad probada de las otras técnicas mencionadas como la laparoscopía y la histeroscopia, más la poca experiencia en radiofrecuencia, no me parece una técnica aconsejable para el tratamiento de los miomas.
– Singla: La radiofrecuencia es uno de una serie de tratamientos invasivos, que no son el estándar, que no tienen la misma efectividad y que tienen indicaciones a veces muy precisas y algunas todavía muy discutidas. Dentro de este grupo de abordajes se encuentra también la embolización del mioma por hemodinamia, la necrosis de los tumores con distintos tipos de energía, como energía bipolar, láser o ultrasonido, todas técnicas relativamente nuevas, que no tienen la efectividad que tiene la cirugía y la extracción de los miomas de los tratamientos convencionales.
Qué posibilidades de recurrencia tienen los miomas
Sobre el final, este medio quiso saber si las técnicas existentes para tratar miomas uterinos son definitivas o existe la posibilidad de que este tipo de tumores vuelvan a formarse.
En opinión de Ratto, “si el mioma está tratado de manera efectiva, está sentenciado a muerte, con lo cual es muy difícil que ese mismo vuelva a crecer, lo que no quita que en una paciente que tiene tendencia a desarrollar miomas a futuro no desarrolle otro”.
Para Singla, “la posibilidad de recurrencia de los miomas es muy alta y depende de varios factores”. “El más importante es la cantidad de miomas que tenga la paciente, la edad, y los antecedentes de previas resecciones de miomas —explicó—. Las pacientes con miomas múltiples tienen tendencia a recurrir con más facilidad que las pacientes que han tenido miomas únicos, del mismo modo que las pacientes más jóvenes con miomas múltiples a muy temprana edad tienen más tendencia a recurrir a lo largo de su vida fértil, antes de la menopausia”.
En la misma línea, Vigliocco consideró que “como todo tumor de origen desconocido, es probable que un mioma vuelva a formarse”. “Son tumores hormono dependientes y en mujeres jóvenes puede volver a aparecer un mioma en pacientes que ya han sido intervenidas por la misma causa”.
En esos casos, según su tamaño y ubicación se decidirá la conducta a seguir.