La ketamina puede combatir la depresión, pero las mujeres embarazadas enfrentan riesgos
JUEVES, 5 de septiembre de 2024 (HealthDay News) — La ketamina se está convirtiendo en un medicamento popular para la depresión, pero los médicos no tienen en cuenta el peligro que puede plantear para un embarazo, advierte un estudio reciente.
La ketamina puede ser muy dañina para un feto en desarrollo y no se debe usar durante el embarazo, dijeron los investigadores.
Pero solo el 20% de las clínicas de ketamina requieren una prueba de embarazo al menos una vez antes o durante el tratamiento, según los resultados publicados recientemente en el Journal of Clinical Psychiatry.
Además, solo un 26 por ciento de las clínicas hablan sobre la necesidad potencial de anticoncepción con los pacientes con ketamina, y menos de un 15 por ciento recomiendan o requieren específicamente el uso de anticonceptivos durante el tratamiento con ketamina, encontraron los investigadores.
Esto es preocupante porque más del 80 por ciento de las clínicas recetan ketamina de mantenimiento a largo plazo, y casi el 70 por ciento dicen que los pacientes reciben atención durante más de seis meses.
"Estos datos sugieren que una gran población de pacientes podría estar embarazada, o podría quedar embarazada, mientras recibe tratamiento con ketamina", señaló la investigadora principal, la Dra. Rachel Pacilio, profesora clínica asistente de psiquiatría de la Universidad de Michigan.
"Muchas pacientes no saben que están embarazadas en las primeras semanas, y los estudios con ketamina en animales son muy preocupantes por el daño potencial al feto durante este tiempo", añadió Pacilio en un comunicado de prensa de la universidad.
La ketamina se administra a las personas con depresión en forma de goteo intravenoso o a través de un aerosol nasal. Funciona de manera diferente a los antidepresivos estándar, según la Clínica Mayo, al promover más conexiones entre las células cerebrales.
Pero en estudios de laboratorio, la ketamina causó daño a los cerebros en desarrollo de ratas fetales y monos, según American Addiction Centers.
Para ver si las clínicas de ketamina están tomando en serio estas preocupaciones, los investigadores encuestaron a 119 centros en todo Estados Unidos que trataban a más de 7,000 personas con ketamina. Alrededor de un tercio de esos pacientes son mujeres en edad fértil.
Más del 75% de las clínicas dijeron que tenían un proceso formal de detección de embarazo, pero solo 1 de cada 5 requería una prueba de embarazo.
Más de un 90 por ciento también dijeron que les dicen a las pacientes en documentos o conversaciones que la ketamina no se debe tomar durante el embarazo, muestran los resultados.
Pero menos de la mitad dijeron que discutían con las pacientes los riesgos potenciales específicos del uso de ketamina en el embarazo, añadieron los investigadores.
Al examinar los documentos de consentimiento en los sitios web de 70 centros de ketamina, los investigadores encontraron que el 39% no incluía lenguaje sobre el embarazo en su documentación. Aquellos que mencionan el embarazo son generalmente vagos.
"La variabilidad en la práctica que observamos entre las clínicas de la comunidad en este estudio es marcada", dijo Pacilio. "El campo realmente necesita una estandarización en torno al asesoramiento reproductivo, las pruebas de embarazo y la recomendación de anticoncepción durante el tratamiento con ketamina".
Después de compartir estos hallazgos con University of Michigan Health, la clínica de ketamina de la institución comenzó a recomendar el uso de anticonceptivos altamente confiables a las pacientes que podrían quedar embarazadas mientras tomaban el medicamento, dijo Pacilio.
"La ketamina es un tratamiento realmente efectivo, que puede salvar vidas, para los pacientes adecuados, pero no todo el mundo es un buen candidato para ella", dijo. "Como psiquiatras, debemos asegurarnos de que este tratamiento se administre de una manera que beneficie a los pacientes y al mismo tiempo evite daños".
Más información
La Clínica Mayo ofrece más información sobre la ketamina para la depresión.
FUENTE: Universidad de Michigan, comunicado de prensa, 26 de agosto de 2024