Mensaje en clave electoral: un intendente peronista del conurbano se acercó al esquema de Schiaretti y Randazzo
“Me reuní con Juan Schiaretti y Florencio Randazzo en el marco de una fructífera charla donde intercambiamos experiencias y miradas sobre modelos de gestión”. Esa fue la frase que eligió el intendente de Tigre, Julio Zamora, para explicar la foto que se sacó junto al ex gobernador de Córdoba y el diputado nacional, en la oficina que el ex ministro del Interior tiene en Puerto Madero.
¿Cuál es el sentido político del retrato? No hay uno solo. Pero algunos de ellos sostienen la importancia de la imagen. Es la primera foto que un intendente del peronismo bonaerense acepta sacarse con la última fórmula presidencial que tuvo el espacio Hacemos por nuestro País, el bloque de dirigentes que hace un puñado de años que intentan ensanchar la vía del medio.
La intención de ambos es sumar a Zamora a trabajar decididamente en ese armado político, en el que se está diseñando una estrategia electoral para el año que viene y en el que interactúan muchos dirigentes que no están enrolados en Unión por la Patria (UP) ni tienen voluntad de ser socios políticos del Gobierno, tal como sucede con la parte mayoritaria del PRO.
La foto es una muestra de convergencia y de coincidencia en la forma de ver la política. Tienen, los tres que aparecen, una mirada común sobre la necesidad de construir una alternativa amplia y heterogénea para confrontar con Javier Milei en las elecciones del 2025 y 2027. La diferencia sustancial es el lugar del kirchnerismo en esa ecuación.
“Tenemos muchas coincidencias y una visión común respecto a lo importante que es la gestión para mejorar la vida de la gente. De eso se trata la política”, escribió Randazzo junto a la foto que publicó en sus redes sociales. Una muestra clara de la sintonía fina que existe entre los dirigentes.
Para Schiaretti y Randazzo no hay lugar para incluir a los K en un proyecto político. Zamora no compatibiliza con esa mirada. Entiende que debe existir amplitud en el peronismo y que UP debe tratar de correr los márgenes y formular una alternativa distinta a la que hoy representa. “Tenemos que hacer un gran acuerdo para superar la etapa libertaria. Hay que dejar de hablar entre nosotros”, reflexionaron cerca del intendente.
En Tigre aclaran que Zamora es intendente de UP. No se fue del espacio político. Pero tampoco quiere estar atado a los lineamientos del kirchnerismo. Por eso se animó a mostrarse con dos dirigentes que representan la oposición a los K dentro del peronismo y que se han instalado en el amplio y heterogéneo esquema de la oposición dialoguista. Una muestra de carácter distintiva viniendo de un intendente del conurbano bonaerense, donde el kirchnerismo sigue pensando fuerte.
El jefe comunal no es kirchnerista aunque siempre ha intentado tener buena sintonía con Cristina y Máximo Kirchner. Lo mismo le sucede con Sergio Massa, con el que tuvo una guerra fría durante muchos años por la gobernación de Tigre. En las últimas elecciones, Zamora le ganó a Malena Galmarini en la interna. Lo hizo encabezando una lista de un partido vecinal. Así pudo fortalecerse en el territorio y tener autonomía de la cúpula de poder de la coalición peronista.
No es la primera actividad que el jefe comunal hace con dirigentes opositores o dirigentes distanciados del kirchnerismo. Días atrás estuvo con el diputado radical Facundo Manes y en marzo de este año se reunió con el ex ministro de Economía Martín Guzmán, resistido y cuestionado por el kirchnerismo y el massismo.
Con la foto y, los diálogos subterráneos que viene teniendo con dirigentes de ese esquema político, Zamora decidió mostrar cercanía al proyecto político que representan Schiaretti y Randazzo. Proyecto que sirvió de base para empezar a discutir un esqueleto político más grande que incluya a Martín Lousteau, Horacio Rodríguez Larreta, Emilio Monzó, Miguel Pichetto, Nicolás Massot y Martín Llaryora entre otros nombres propios.
Una señal que no parece ser inocente es el día en que se publicó la foto. Algunas horas antes de que Cristina Kirchner encabece un acto en Merlo, para volver a obtener la centralidad en el mapa opositor e influir, a través de su discurso, en la interna que atraviesa al peronismo en todo el país y, principalmente, en la provincia de Buenos Aires.
El intendente de Tigre no será de la partida mañana. No irá a Merlo, como si lo harán la mayoría de los intendentes peronistas del conurbano. Otra clara señal del lugar que quiere ocupar, la distancia que quiere marcar y la cercanía que quiere exponer. Muñeca política para estar cerca y lejos al mismo tiempo. Versatilidad en tiempos de oposición, donde los márgenes de acción son más flexibles.
En esquema político que lideran Schiaretti y Randazzo asimilaron las derrotas de las últimas elecciones, pero siguen creyendo que hay lugar para caminar por el medio. Además, entienden que la polarización extrema será entre La Libertad Avanza y La Cámpora. Todo lo que está en el medio puede aglutinarse.
En ese sentido, y a diferencia de lo que piensan otros sectores del mismo armado, ambos están convencidos de la necesidad de que en el 2025 el espacio político tenga representación electoral en varias provincias. Es decir, no creen que haya que esperar al 2027 para competir con una opción nueva, sino que el año que viene se tiene que solidificar las bases del proyecto político que construya para las elecciones presidenciales.
En ese espacio aseguran que la foto con Zamora será la primera de otras que empezarán a conocerse con el correr de los meses. Imágenes donde aparezcan dirigentes que en la actualidad no forman parte del mismo espacio político pero que en un tiempo breve podrían converger en una mesa común. Otro de los intendentes con el que tienen contacto es Fernando Gray, de Esteban Echeverría, que ya hace tres años que se corrió de la coalición y ha tendido puentes con ese esquema.
Movimientos, fotos, charlas. Todo bajo el paraguas opositor. La foto que tiene como protagonista a Zamora es un mensaje al interior del peronismo. Si la puerta está abierta, hay dirigentes que se pueden ir. Las grietas -que ya existen- se pueden agrandar. Señales de filtración. Por ahora, son solo señales fáciles de comprender e interpretar.