En agosto, los precios en góndola de los agroalimentos fueron 220% más altos que los recibidos por los productores
Los precios de los agroalimentos se multiplicaron 3,2 veces del campo a la góndola en agosto. Es decir, el consumidor pagó $3,2 por cada $1 que recibió el productor, lo que implica una diferencia de 220%; según el Indicador de Precios en Origen y Destino (IPOD) de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
En promedio, la participación del productor explicó el 30,9% de los precios de venta final, un 13,4% menos con respecto al mes anterior. Si se compara con la participación que tenían en julio (35,7%), la caída es casi de 5 puntos. La mayor participación la tuvieron los productores de pollo (52%), mientras que la menor fue nuevamente para los de limón (6,5%).
“Durante el mes de agosto 2024, fruto de la disminución del poder adquisitivo y la falta de convalidación de precios por parte del consumidor, se observó una caída de demanda de alrededor del 35%. Al ser, por lo general, productos perecederos, la situación forzó a distintos eslabones de la cadena de valor (mayoristas y minoristas) a resignar parte de la renta. Además, debe considerarse el incremento de costos tanto en insumos dolarizados, tasas municipales, como también en transporte, logística, arrendamientos, combustibles y salarios, por mencionar algunos”, explicaron desde CAME.
Cabe destacar que, según el último Indice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec, en agosto los alimentos aumentaron 3,6% en el octavo mes del año y puntualmente, las verduras y frutas mostraron una variación de precios de 1,7% y 4% respectivamente, en el segmento mayorista.
“Por otro lado, se está atravesando una incertidumbre -natural de la época del año-, donde algunas regiones ingresan con su producción al mercado, mientras otras están en retirada. Por último, tras las fuertes heladas que habían mermado la oferta, este mes se incrementaron los niveles de producción y, como consecuencia, se observó una disminución en los precios de varios productos de la canasta IPOD, lo que explica el descenso en la participación del productor”, indicó CAME en su informe.
La brecha en los productos frutihortícolas y de origen animal
En cuanto a los productos frutihortícolas, del campo a la góndola, los precios de las 19 frutas y hortalizas se multiplicaron por 4,1 veces el mes pasado, lo que representa un incremento del 15,6% con respecto al mes anterior.
En tanto, por los 5 productos y subproductos de origen animal que componen la canasta relevada por CAME, el consumidor abonó 2,9 veces más de lo que recibió el productor. En este caso, no se registraron variaciones con respecto a julio.
Los productos con mayores brechas mensuales entre los precios de origen y destino fueron el limón (15,4 veces), la mandarina (10,5), la pera (6,8), la lechuga (5,9) y la manzana roja (5,8).
En detalle, el limón aumentó 1% en origen y 17,4% en destino, atravesando una situación crítica desde hace tiempo. “Ante la falta de ventas, algunos productores decidieron no cosechar, porque el precio que pagan las industrias no llega a cubrir los costos de producción”, aseguró CAME.
Por su parte, los precios de la mandarina también se incrementaron en ambos extremos de la cadena: 1,4% al productor y 14,8% al consumidor. “El consumo ha caído significativamente y hay un exceso de oferta, dado que ha sido una muy buena campaña en términos de calidad y volumen. A su vez, las industrias no pueden procesar toda la fruta, por lo que se estropea y se descarta, y los precios -que presentaron una mejora con respecto al mes anterior- tampoco llegan a cubrir los costos de producción y de los galpones de empaque”, explicó la entidad.
En el caso de las frutas de pepita, tanto la manzana como la pera presentaron aumentos en destino (1,7% y 4,3%, respectivamente), mientras que en origen presentaron comportamientos disímiles: la primera aumentó su precio al productor (20,7%) por la cantidad de fruta de cámara de frío que hay en el mercado, pero la pera tuvo una baja mensual del 5,5% por baja demanda y un ajuste con respecto al mes anterior.
Por último, se encuentra la lechuga, producto que disminuyó tanto al productor (39,3%) como al consumidor (0,1%), por un incremento en las cantidades ofrecidas.
Entre los productos con menores brechas entre el campo y la góndola, prevalecen los que pertenecen a la canasta frutihortícola.
El zapallito (2,1) presentó una disminución en sus precios tanto de origen (37,7%) como de destino (34,2%), como consecuencia de las heladas que afectaron su calidad. Por otro lado, el pimiento (2,4) presentó el mismo comportamiento, visualizándose una baja en los precios al productor (25% por aumento de oferta) y al consumidor (4,5%).
La única fruta que se ubicó entre los productos con menor brecha campo-góndola del mes fue la frutilla. Con 2,3 veces, disminuyó su precio en destino un 16,1%, pero aumentó 1,2% en origen.
En el caso de aquellos que tienen origen animal, con 1,9 veces, el pollo fue el producto con menor brecha en el mes de agosto, aumentando sus precios en origen (18,5%) y disminuyendo 0,6% en destino. Los huevos (2), por su parte, aumentaron un 5,4% en góndola, pero bajaron 1% al productor. Cabe mencionar que ambos productos se están produciendo con variaciones en los costos estructurales, ya que la materia prima de los alimentos balanceados está con baja de precios.