Victoria Villarruel: “Educar políticamente es un acto de cobardía, un crimen contra la juventud”
A la espera del veto anunciado por el Ejecutivo a la ley de Financiamiento Universitario, que blinda el funcionamiento de las casas de estudio, la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, aseguró esta tarde que “educar políticamente es un acto de cobardía, un crimen que se comete contra la última esperanza que tiene nuestra Patria, que es su juventud”, y advirtió que “la educación tiene que formar la fibra moral del individuo, no su adaptabilidad para el valor político de turno”.
“¿Con qué moral los detractores profesionales que no quieren que nada cambie critican el equilibrio fiscal de nuestro gobierno? ¿Son los mismos que permitieron que la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo reciba más de $1.500 millones durante el gobierno de Alberto Fernández, teniendo nada más que 16 egresados? ¿O son los mismos que se callaban mientras el ex ministro de Planificación Julio de Vido, contrataba por más de $300 millones obras para la Universidad de San Martin, pidiendo un sobreprecio del 56%?”, preguntó Villarruel.
La exposición de la vicepresidenta ocurrió durante la jornada “Educación: desarrollo y libertad”, que se realizó en el Salón Azul de la Cámara alta, en honor al intelectual José Manuel Estrada, por quien se celebra el Día del Profesor y quien murió en 1894. También disertaron el rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), Miguel Ángel Schiavone; el ingeniero y director educativo de la escuela técnica ORT Argentina, Alejandro Ferrari; y la profesora y directoria de la escuela secundaria 7 de Chascomús, Silvina Mengarelli.
Según Villarruel, “romper con las barreras de los dogmas no es fácil”. En esa línea, detalló: “Todos estamos de acuerdo con que debemos mejorar gradualmente el salario y las condiciones de los profesores que hallaron en la educación su vocación, pero también, de forma imperiosa, debemos alejar de nuestras aulas a aquellos que terminaron siendo educadores más por azar, conveniencia o derecho adquirido, que por el deseo de construir una Argentina mejor”.
“La bandera de la educación, causa noble de por sí, ha sido usada y bastardeada por todos los espacios políticos para hacer circo y relato sin pensar en el cómo, con qué y para qué, cosa que nuestro gobierno ha empezado a cuestionar y a dar la cara en la discusión pública”, manifestó la titular del Senado.
En otro tramo de su discurso, Villarruel señaló que cursó Derecho en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y que “ya hace más de 20 años atrás, pensar distinto era estigmatizado, penado y castigado a veces con el aplazo de una materia”. Y agregó: “Soy uno de los estudiantes que padecieron a docentes más preocupados en sostener su ideología y sus dogmas que en transmitirnos los conocimientos necesarios para poder desenvolvernos con solvencia en nuestras profesiones”.
Seguido a ello, detalló: “En la casa donde se forma el espíritu crítico y se debate, era mejor estar callados y mimetizados en la masa silenciosa, por eso rechazo profundamente a quienes desde su pedestal pretenden ejercer el rol de censores de lo que un estudiante universitario, secundario o terciario debe pensar”.
“No educamos para formar autómatas o personas vacías de libre albedrío, tampoco educamos seres que protegen la ideología de sus amos. Educamos para crear argentinos libres, que estén formados para pelear por lo que es justo, que griten ante las injusticias y luchen por la verdad”, enfatizó Villarruel, en un acto donde estuvo presente el presidente provisional de la Cámara alta, Bartolomé Abdala (San Luis), entre otros.
Para la vicepresidenta, “durante décadas se ha hecho un esfuerzo inusitado por parte de una oligarquía universitaria para penetrar las mentes de los estudiantes, pervirtiendo la voluntad de aquellos que deberían estar formándose para aportar su saber a la Patria, siendo profesionales de prestigio y ejerciendo su vocación de la mejor manera en pos de la grandeza de nuestra Nación”.