Los resultados a largo plazo son buenos para los receptores de trasplantes faciales, según un estudio
MIÉRCOLES, 18 de septiembre de 2024 (HealthDay News) — Se han realizado 50 trasplantes de cara en 11 países desde que se inició la cirugía en 2005, y los resultados a largo plazo han sido favorables, encuentra una revisión reciente.
En total, un 85 por ciento de las personas que recibieron estas cirugías complejas sobrevivieron cinco años, y un 74 por ciento seguían vivas una década tras la finalización del trasplante, informan los investigadores.
Cuando las cifras se centraron en las muertes relacionadas con los trasplantes en sí, la supervivencia a cinco y diez años aumentó a un 96% y un 83%, respectivamente.
Eso es significativamente mejor que la supervivencia de otros tipos de trasplante, dijo el equipo de investigadores finlandeses. Por ejemplo, a los 10 años después de la cirugía, la supervivencia de los trasplantes de hígado alcanza el 61 por ciento, y la de los trasplantes de corazón es del 65 por ciento, anotaron.
"Los primeros 50 trasplantes de cara en el mundo durante un periodo de 18 años demuestran una tasa de supervivencia prometedora de los injertos, superando a varios trasplantes de órganos sólidos", concluyó un equipo dirigido por la Dra. Pauliina Homsy, del departamento de cirugía plástica de la Universidad de Helsinki.
Su equipo publicó su informe en la edición del 18 de septiembre de la revista JAMA Surgery.
El equipo de Homsy recolectó datos sobre los 50 trasplantes de cara realizados en 48 pacientes, realizados en 18 centros de 11 países. Dos de los pacientes requirieron un segundo trasplante, que en cada caso resultó exitoso, anotaron los investigadores.
Diecinueve pacientes fueron operados en América del Norte (18 en Estados Unidos), 29 en Europa, 1 en China y 1 en Rusia, encontró la revisión.
La mayoría (81%) de los pacientes eran hombres. En el 58% de los casos, algún tipo de lesión/trauma resultó en una desfiguración que requirió el trasplante de cara. Las quemaduras fueron la causa de otro 22% de los trasplantes de cara.
En el 52% de los casos, se requirió un trasplante facial completo y en el 48% el trasplante restauró solo una parte de la cara.
Al igual que con todos los trasplantes, el sistema inmunitario del cuerpo puede atacar el nuevo tejido, y los pacientes a menudo deben tomar medicamentos contra el rechazo a largo plazo.
Entre los seis trasplantes de cara que se consideró fallidos (durante un promedio de unos nueve años de seguimiento), el rechazo del sistema inmunitario fue el culpable en cuatro casos.
El equipo de Homsy enfatizó que ha habido una falta de investigación sobre otros resultados. Esos resultados incluyen qué tan bien podría funcionar la nueva cara con el tiempo; si existen riesgos a largo plazo de enfermedades (como enfermedades cardíacas, diabetes o cáncer) y las implicaciones para la salud mental de navegar por el mundo con una nueva cara.
Los doctores Kristen Stephen y Scott Hollenbeck, cirujanos plásticos de la Universidad de Virginia, en Charlottesville, escribieron un editorial que acompaña a la nueva revisión.
Señalan que el primer trasplante de cara del mundo se realizó en 2005 en Francia, después de que una mujer de 46 años que vivía en Lyon resultara gravemente herida en el ataque de un perro.
Los cirujanos "restablecieron" su nariz y boca, que se habían perdido por el ataque, y la paciente se recuperó. Murió en 2016 de cáncer de pulmón.
"La notable recuperación del paciente de Lyon mostró el potencial para restaurar tanto la forma como la función a través de tales trasplantes", dijeron los expertos.
Los trasplantes de cara solo han aumentado en sofisticación desde entonces, anotaron Stephen y Hollenbeck.
"La mayoría de estos pacientes inicialmente sufrieron un trauma catastrófico y han agotado las opciones reconstructivas tradicionales", escribieron. "A medida que esta especialidad ha evolucionado, más pacientes han recibido construcciones óseas y superficies de piel más grandes dentro de sus trasplantes".
De hecho, ha habido una especie de "curva de aprendizaje global para el trasplante de cara", dicen, con una mejora de la supervivencia en todos los centros donde se realizan estas delicadas operaciones.
Pero los dos expertos también señalan una barrera: el costo de estas cirugías tan costosas y su seguimiento. Señalan que después de un pico en los trasplantes faciales en 2011-2014, su número ha disminuido.
"En una era de atención basada en el valor y contención de costos, iniciar o mantener" programas que incluyan trasplantes de cara es un desafío para muchos hospitales, concluyeron Stephen y Hollenbeck.
Más información
Obtén más información sobre los trasplantes de cara en Johns Hopkins Medicine.
FUENTE: JAMA Surgery, 18 de septiembre de 2024