Alergias: cómo funciona el eficaz tratamiento de segunda generación, que no tiene efecto sedante
Las nuevas tecnologías avanzadas han podido confirmar, mediante distintos estudios científicos, que la fexofenadina, un antihistamínico de segunda generación, es altamente recomendable para pacientes con distintas alergias. Y que, además, no causa efectos sedantes.
Se trata de un avance significativo en el tratamiento de las alergias, el cual fue divulgado recientemente en un estudio publicado en la prestigiosa revista médica Current Medical Research and Opinion. En el escrito, los investigadores concluyeron: “Los hallazgos son contundentes: la fexofenadina no provoca la sedación que muchos otros antihistamínicos H1 suelen causar”.
“La fexofenadina, un antihistamínico de segunda generación, se destaca no solo por su eficacia en el alivio de los síntomas de la rinitis alérgica y la urticaria, sino también por su capacidad para preservar lo más valioso: la capacidad de mantener la función cognitiva y el rendimiento psicomotor de los pacientes”, explicó a Infobae el doctor René Maximiliano Gómez, autor del estudio y expresidente de la Asociación de Alergia e Inmunología Clínica.
“Hay que recordar que este fármaco está hace varios años en el mercado, pero es la primera vez que se hace una revisión precisa sobre la seguridad enfocada en un aspecto clave de los antihistamínicos: la sedación. Esto diferencia radicalmente a los antihistamínicos de primera generación versus los de segunda. En el caso particular de la fexofenadina, en diferentes estudios comparativos, no solo con placebo sino con medicamentos de primera y segunda generación competidores, ha demostrado ser segura en cuanto a no interferir en actividades que demandan atención, concentración y reflejos respecto de sus equivalentes”, agregó Gómez, médico alergista y especialista universitario en alergia e inmunología.
Gracias a tecnologías avanzadas, como la tomografía por emisión de positrones (PET), se ha demostrado que la fexofenadina no impacta en los receptores cerebrales responsables de la somnolencia, permitiendo a los pacientes mantener su función cognitiva y rendimiento psicomotor intactos. Además, ha demostrado ser bien tolerada tanto en adultos como en niños, incluso en dosis superiores a las recomendadas, brindando tranquilidad a las familias que buscan un tratamiento seguro para el uso diario.
“Uno de los grandes beneficios de la fexofenadina, convalidado en estos estudios, es que tiene una muy baja o nula penetración en el sistema nervioso central. Los medicamentos antihistamínicos de primera generación pueden atravesar la barrera hematoencefálica”, apuntó Gómez, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Salta.
Y agregó: “Pueden pasar de la sangre al sistema nervioso central y ejercer sus efectos, provocando somnolencia, disminución de reflejos y de concentración o movimientos de destreza. Al no provocar somnolencia y no interferir en la concentración, no altera el rendimiento escolar o laboral en una persona. Ese es un punto clave en la seguridad de estos tratamientos”.
Al tiempo que completó: “Este fármaco ha sido aprobado por estudios realizados en pilotos de avión como un antialérgico seguro y autorizado para que lo puedan tomar sin precauciones adicionales. Es más, ha sido aprobado en Estados Unidos, en la NASA”.
“La seguridad y el bienestar de los pacientes son nuestra prioridad. Con la fexofenadina, logramos un tratamiento que no solo es efectivo, sino que también permite a las personas seguir con sus vidas, sin los efectos debilitantes de la somnolencia y el deterioro cognitivo que otros tratamientos suelen causar”, dijo al respecto la doctora Laura Manzano, líder médica Cono Sur, América Central y el Caribe de Allegra para Opella, la unidad de consumo de Sanofi.
En tanto, Gómez aseguró que las indicaciones aprobadas son para pacientes que sufren rinitis alérgica y urticaria, como punto de partida. “Es efectivo para todo tipo de alergia relacionada con estas condiciones: a nivel respiratorio o dérmico (de la piel). El tiempo de uso es el que determine la condición del paciente, guiado por su médico, como el caso de la urticaria crónica (de más de 6 semanas), puede llevar inclusive años su tratamiento. Y la medicación debe ser tomada siempre en ese tiempo, la cual va disminuyendo a medida que el paciente evoluciona”, precisó.
En ese tono, el especialista señaló que las alergias aumentaron en los últimos años de la mano del cambio climático. “En cualquier lugar del planeta que haya civilización y se note el impacto del cambio climático, se va a poder observar esta situación. Cada vez hay más personas con alergias. Por ejemplo, hay estudios recientes realizados por la Asociación de Alergia e Inmunología Clínica, donde se detecta que uno de cada 5 argentinos presenta rinitis alérgica. También es de destacar que hay pacientes que presentan alergias estacionales, como ocurre por ejemplo en septiembre, cuando aumentan los síntomas en cuanto a frecuencia e intensidad”.
Para finalizar, el doctor Ignacio Ansotegui, Director Médico Ejecutivo de la Organización Mundial de Alergia (WAO), subrayó: “La fexofenadina se diferencia de otros antihistamínicos en que no causa deterioro cognitivo o psicomotor, lo cual ha sido demostrado en más de 85 estudios. Esto se debe a que no penetra en el cerebro, evitando así los efectos secundarios comunes de otros antihistamínicos”.