Todo lo que debes saber sobre un chip implantado en el cerebro humano, el plan de Elon Musk
Casi tres años después de que el mundo conoció el video de un mono jugando ping pong con la mente, la empresa especializada en tecnología neural Neuralink, propiedad del empresario Elon Musk, habría alcanzado un nuevo hito en su carrera por crear una interfaz cerebro-computadora (BCI) que ayude a las personas a abordar ciertas discapacidades y también a “desbloquear el potencial humano del mañana”.
Según reveló Musk en su cuenta de X, se logró al implantar exitosamente el primero de estos dispositivos en un ser humano.
Y aunque no hay demasiados detalles, el magnate confirmó que el procedimiento se realizó domingo y que el paciente “está recuperándose bien”, destacando también que “los resultados iniciales muestran una prometedora detección de picos neuronales”.
Cómo se realizó el implante
La técnica utilizada para este implante implicó el uso de un robot quirúrgico especializado para insertar quirúrgicamente 64 hilos flexibles, más finos que un cabello humano, en regiones específicas del cerebro que controlar la intención del movimiento para facilitar el control de dispositivos digitales mediante el pensamiento.
Desde Neuralink afirman que estos hilos son alimentados por una batería que puede cargarse de forma inalámbrica, mientras son capaces de registrar y transmitir señales cerebrales también de forma inalámbrica a una aplicación que decodifica cómo pretende moverse la persona.
Además, el ensayo clínico de seis años de duración denominado PRIME, también busca determinar la seguridad de estos implantes y la eficacia del procedimiento quirúrgico.
Cómo se llamará el primer producto de Neuralink
Según Musk el primer producto de Neuralink se llamaría Telepathy, el cual permitirá “controlar el teléfono o el computador, y a través de ellos casi cualquier dispositivo, con solo pensar”.
“Los primeros usuarios serán personas que hayan perdido la funcionalidad de sus extremidades”, afirmó el multimillonario.
Quien incluso hizo referencia al fallecido científico británico Stephen Hawking, que padeció una esclerosis lateral amiotrófica que limitó su movilidad durante gran parte de su vida. “Imagínese que pudiera comunicarse más rápido que un mecanógrafo o un subastador. Ese es el objetivo”, agregó el también dueño de la compañía de vehículos eléctricos Tesla.
Y este ensayo clínico en humanos, es solo uno de los muchos pasos hacia la comercialización de esta tecnología, aunque la compañía aún no ha revelado cuántos pacientes participarán en este estudio inicial.
La autorización de la FDA fue clave, pero surgen dudas
La noticia se produce después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) autorizó en 2023 a Neuralink para proceder con ensayos en humanos.
Este permiso fue esencial para que la empresa avanzara hacia su objetivo de desarrollar soluciones para personas que enfrentan parálisis y otras complicaciones neurológicas.
Sin embargo, no solo ha capturado titulares por sus avances tecnológicos, sino también por controversias relacionadas con sanciones impuestas por el Departamento de Transporte de EE. UU. (DOT) debido a irregularidades en el manejo de materiales peligrosos.
La preocupación por la veracidad en la comunicación sobre la seguridad de su tecnología también ha sido objeto de escrutinio, en particular después de que registros veterinarios revelaran efectos adversos en monos durante experimentos preliminares.
Las dudas no afectan los objetivos, pero hay competencia
El debate ético y las dudas regulatorias no detienen la ambición de Neuralink de forjar un nuevo camino en la medicina y la tecnología.
De hecho, con la reciente implantación en un ser humano y con una valoración de aproximadamente 5.000 millones de dólares, la empresa se coloca en una posición intrigante dentro de la industria de la innovación.
Sin embargo, no es la primera de su tipo en alcanzar la etapa de los ensayos clínicos y una startup estadounidense llamada Synchron, ya logró poner cinco implantes a pacientes desde julio de 2022. Y según la firma, consiguieron comunicarse por correo electrónico, enviar mensajes de texto y otras tareas.