Un estudio revela los beneficios y los riesgos de la ketamina para tratar la depresión grave
(HealthDay News) — La ketamina, que antes era una “droga de fiesta”, ha recibido buena prensa recientemente, y los ensayos clínicos sugieren que podría ser un antidepresivo potente y de acción rápida. Ahora, uno de los primeros estudios del “mundo real” sobre la ketamina contra la depresión parece respaldar esos hallazgos.
Investigadores de la Universidad de Michigan y el Sistema de Atención Médica de VA Ann Arbor dicen que casi la mitad de los 215 veteranos que habían estado sufriendo depresión severa y resistente al tratamiento se beneficiaron de seis semanas de infusiones de ketamina.
“No es una bala de plata”, enfatizó el autor principal del estudio, el Dr. Paul Pfeiffer. “Pero cuando vemos a estos pacientes en nuestra clínica, que han pasado por todos los tratamientos disponibles y nada ha funcionado, es muy bueno que incluso una cuarta parte logre una respuesta significativa y medible. Rutinariamente se nos agradece por marcar la diferencia en sus vidas”.
Pfeiffer dirigió el estudio con el Dr. Avinash Hosanagar. Ambos son profesores del departamento de psiquiatría de la Facultad de Medicina de la UM y ambos tratan a pacientes en el Sistema de Salud de VA Ann Arbor. Los veteranos que participaron en el nuevo estudio fueron seleccionados porque todos habían intentado y fracasado en múltiples tratamientos para frenar su depresión grave.
Muchos tenían otros problemas de salud mental, como trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad o antecedentes de abuso de alcohol o drogas. Los investigadores de Michigan hicieron que cada uno de los pacientes recibiera infusiones de ketamina a partir de 2019 o los primeros nueve meses de 2020. Sus resultados se rastrearon durante un año después de su primera infusión.
Los pacientes recibieron un promedio de 18 infusiones de ketamina repartidas durante varios meses. Las primeras infusiones se administraron dos veces por semana. Casi la mitad de los pacientes recibieron un impulso real de la terapia, y experimentaron una reducción significativa en las puntuaciones en las pruebas estándar que miden la depresión, encontró el estudio.
A una minoría de pacientes, el 15 por ciento, les fue tan bien que a las seis semanas de tratamiento se declaró que su depresión estaba en remisión. La publicidad inicial en torno al uso de la ketamina para la depresión sugirió resultados casi instantáneos.
Pero esos hallazgos de los ensayos clínicos no se reflejaron en este estudio del “mundo real”. “Estos hallazgos reducen un poco la exageración sobre la ketamina, porque no observamos una mejora dramática tras una sola infusión, ni una respuesta fuerte en la mayoría de los pacientes”, anotó Pfeiffer en un comunicado de prensa de la universidad.
“La naturaleza crónica de sus afecciones no es algo que la ketamina revierta mágicamente, pero cuando responden y se sienten mejor, y no tienen que esperar tanto tiempo para ver un impacto como lo hacen con un antidepresivo tradicional, infunde una sensación de esperanza”, explicó. A menudo se trataba de casos difíciles de tratar: la mayoría ya se había sometido a docenas de tratamientos ambulatorios (incluidas múltiples formas de antidepresivos estándar).
Muchos habían sido admitidos a atención psiquiátrica hospitalaria en el año anterior a su tratamiento con ketamina, mientras que otros se habían sometido a tratamientos de terapia de choque, anotaron los autores. La recepción de cualquiera de esos tratamientos no pareció estar relacionada con si la ketamina ayudaba o no, anotaron los investigadores.
El estudio aparece en una edición reciente de la revista Journal of Clinical Psychiatry. La ketamina tiene una historia de décadas de uso como anestésico, y también se convirtió en una popular “droga de club” para uso ilícito. Pero su éxito contra la depresión ha elevado el perfil del medicamento, y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. aprobó recientemente una forma patentada de ketamina en aerosol nasal llamada esketamina.
Sin embargo, esa no fue la versión infundida de ketamina utilizada en el nuevo estudio. “Es importante recordar que la ketamina es relativamente nueva como tratamiento, y hay múltiples formas en que se puede administrar”, dijo Pfeiffer. “Creo que nos espera una década interesante de un panorama cambiante para la atención de la depresión resistente al tratamiento”.
Más información: Obtén más información sobre el uso de la ketamina para la depresión en Harvard Health.
FUENTE: Universidad de Michigan, comunicado de prensa, 5 de febrero de 2024
*Ernie Mundell HealthDay Reporter – ©The New York Times