La secreta rebelión en el PRO a la fusión con los libertarios de Milei y el temor a una inevitable disolución
La semana del fracaso de “Ley Ómnibus” confirmó que Javier Milei no tendrá en los gobernadores -sobre todo en los que no militan en el kirchnerismo- una cantera de aliados confiables para su draconiano programa de ajuste. Consciente de que los jefes provinciales no lo acompañarán, tomó la decisión de abrir una negociación con el PRO y proponer un nuevo acuerdo que revitalice su fuerza política, sobre todo en el ámbito parlamentario.
Pero en el partido de Mauricio Macri empezaron a aparecer voces que están dispuestas a frenar la ofensiva libertaria. No quieren terminar absorbidos por Milei y plantean que sólo apoyarán un acuerdo programático que incluya ideas y políticas de Estado, posiciones estratégicas en el Gobierno para llevarlas a cabo, y una proyección electoral que no se agote en el 2025. Son planteos que fueron transmitidos a Infobae por dirigentes de primera línea cercanos al ex presidente, pero que por ahora prefieren el perfil bajo.
Macri tiene previsto regresar esta semana desde el country Cumelén, en la bucólica Villa La Angostura, y ponerse al frente del reordenamiento del partido. Consolidado su liderazgo -tras la derrota de su principal retador, el ex jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y el ingreso al gobierno de Patricia Bullrich- el ex presidente está decidido a volver a presidir el PRO para recuperar su ADN liberal, reformista y tecnocrático. Con esos objetivos por delante, mandó a enfriar las versiones de unificación con La Libertad Avanza.
La ministra de Seguridad había anticipado que el presidente Milei estaba por encarar un rediseño político de su gobierno, después del resultado de la votación en la Cámara de Diputados de la “Ley Ómnibus”, que le confirmó al presidente quiénes estaban con él y quiénes en contra. “Dejaron los dedos pegados”, dijo en una entrevista. Cuando habló Patricia Bullrich todavía no habían sido eyectados de sus cargos el cordobés Osvaldo Giordano, de la ANSES, y la salteña Flavia Royón, de la Secretaría de Minería. El despido de ambos, que ocurrió el viernes por la tarde, dejó dos cargos importantes vacantes y disponibles para confirmar con la designación de sus sucesores el inicio de un nuevo tiempo.
El no de Ritondo
Pero el propio líder libertario negó que vaya a nombrar funcionarios a pedido de Macri y volvió a hablar de la cuestión parlamentaria. Alentó así las versiones de un posible acuerdo limitado sólo a conformar en la Cámara de Diputados un interbloque entre el PRO y La Libertad Avanza y que ese espacio unificado estuviera conducido por el actual presidente de la bancada macrista, Cristian Ritondo. En esa alternativa está implícita el reconocimiento a una enorme deficiencia en la conducción de la estrategia parlamentaria para sancionar la “Ley Ómnibus” del titular del bloque libertario, Oscar Zago. “Mandó a comisión la ley sin saber que al hacerlo volvía todo a foja cero. Pensaba que se mantenía la votación en general. Desconocía cuestiones básicas del reglamento. Milei lo salvó cuando dijo que retiraba el proyecto”, contó uno de los diputados aliados que votó cada uno de los artículos y los incisos.
Aunque no se descartaba que Macri estuviera de acuerdo con esa alternativa, apareció un obstáculo inesperado. Ritondo no está de acuerdo y está dispuesto a apoyar a otro diputado que asuma esa tarea. Según pudo saber Infobae, el presidente del bloque PRO en Diputados cree que el liderazgo de la bancada oficialista y, en definitiva, del ritmo, los temas a discutir y las dinámicas parlamentarias sólo pueden hacerse desde la Presidencia la Cámara. Allí está por ahora el riojano Martín Menem, que tampoco tuvo un desempeño en el debate que lo exima de la responsabilidad del fracaso. “Si no tenés los fierros, la última palabra, y autoridad sobre todos no tiene sentido. El diálogo con el Gobierno lo tiene el presidente de la Cámara y él es el que va a las reuniones de Gabinete, no el jefe de un interbloque”, explicaron los motivos del rechazo.
El tema parlamentario había sido uno de los asuntos que charlaron, antes de la asunción, de manera directa Milei y Macri. De hecho, la única sugerencia que el ex presidente le hizo en su momento al mandatario electo fue que nombre a Ritondo en la Cámara por la necesidad de contar con una persona con experiencia en ese puesto. El líder libertario finalmente optó por ubicar allí -un lugar que también está en la línea de sucesión- a alguien “propio”, más allá de que Martín Menem no contaba con experiencia alguna en ese tipo de funciones.
Lo de Ritondo y Martín Menem es un episodio que se resignifica ahora, en medio de esta incipiente estrategia de unificación o confluencia entre el PRO y La Libertad Avanza. “Milei le dice a Mauricio que va a hacer A y después termina hacienda Z. Eso lo fastidia, pero entiende que el que toma las decisiones siempre es el presidente. Muchas de las cosas que están pasando ahora ya se las había anticipado, pero no lo escucharon”, respondió una alta fuente partidaria.
Ese portavoz admitió que la principal prevención que tiene Macri sobre esta ofensiva de Milei -que cuenta con el apoyo de la ministra Bullrich- es forzar una fusión que tenga como resultado no sólo la disolución de la marca PRO, sino de las ideas y programas que viene sosteniendo el ex presidente desde principios de 2000, cuando empezó, con otros nombres, su proyecto político. “No va a regalar el partido, pero igual sabe que, si le va bien, Milei se va quedar con todo el espacio de centroderecha. Y si le va mal, es probable que la gente no sólo lo castigue a él, sino que también nos culpe a nosotros, que al fin y al cabo somos los únicos que lo estamos apoyando al 100%. De las dos formas perdemos”, consignó un dirigente clave del macrismo.
Macri y Milei tienen línea directa e intercambian chats de manera cotidiana. Para Milei es “El presi” o “El Presidente” o “El Presidente Macri”. Y para Macri, simplemente “Javier”. Se supo que en las últimas horas, sobre todo después del fracaso de la “Ley Ómnibus”, los intercambios se profundizaron. Es el revés de lo que pasa con Patricia Bullrich, que todavía no volvieron a hablarse.
Las conversaciones de Milei y Macri sólo conocen ellos dos. “¿Sabés algo? ¿Te llamó? ¿Alguna novedad”, fueron las preguntas que en el PRO se multiplicaron. Ninguno sabe nada. Algunos creen que después del miércoles, podría haber novedades.