Inteligencia artificial será un peligro para todos si cae en manos equivocadas: cofundador de Google Deepmind
El cofundador y consejero delegado de Google DeepMind, Demis Hassabis, reconocido como uno de los pioneros en el campo de la inteligencia artificial, ha compartido una visión prometedora sobre el futuro cercano de esta tecnología.
Según Hassabis, lo que se ha visto hasta ahora en términos de modelos de lenguaje en IA no es más que el comienzo. Pronto, estos sistemas avanzarán hasta ser capaces de “planificar” y “actuar” en situaciones del mundo real.
“Estamos apenas iniciando el descubrimiento de lo que será posible en los próximos años”, afirmó, anticipando una era de innovaciones que podrían transformar radicalmente nuestra interacción con la tecnología.
Las predicciones de Hassabis
A largo plazo, Hassabis especula que en una década los sistemas de inteligencia artificial podrán generar sus propias hipótesis y resolver problemas sin intervención humana.
Aunque esto pueda llevar a que los humanos no comprendan completamente los procesos de los modelos de IA, Hassabis cree que será posible interrogar a estos sistemas sobre sus métodos de resolución, de manera similar a como se hace con otra persona.
– Medicina: El experto predice que dentro de dos años comenzarán a desarrollarse ensayos clínicos para medicamentos diseñados por inteligencia artificial.
Estos fármacos serán particularmente efectivos ya que podrán crear compuestos que actúen específicamente sobre una proteína deseada, sin afectar a otras moléculas, reduciendo posibles efectos secundarios.
– Ciencia de Materiales y Meteorología: Hassabis también proyecta importantes avances en la ciencia de materiales, manifestando su deseo de descubrir un superconductor que opere a temperatura ambiente.
Además, destaca las mejoras en la precisión de las predicciones meteorológicas, donde los sistemas de IA ya logran realizar en segundos cálculos que tomarían horas en supercomputadoras tradicionales.
– Matemáticas: En el ámbito matemático, Hassabis considera que la IA contribuirá a resolver grandes conjeturas aún sin respuestas, abriendo la puerta a descubrimientos revolucionarios en diversas áreas.
El científico británico, quien inició su carrera en el mundo de los videojuegos antes de obtener un doctorado en Neurociencia, considera que el desarrollo hacia una inteligencia artificial capaz de razonar como los humanos se dará poco a poco, y no mediante un avance repentino.
Desde 2016, Hassabis ha sido figura clave en el reciente auge de la IA, empezando con el proyecto AlphaGo, que consiguió vencer en el complicado juego de go, desafiando a los algoritmos tradicionales.
Posteriormente, en 2020, presentó AlphaFold, una herramienta que ha logrado resolver la compleja cuestión de cómo se pliegan las proteínas, un gran desafío científico.
AlphaFold puede predecir la estructura tridimensional de una proteína basándose en su secuencia de aminoácidos en cuestión de segundos, una tarea que anteriormente podía llevar hasta cinco años de investigación doctoral.
“Hemos logrado plegar cerca de 200 millones de proteínas conocidas”, afirmó Hassabis, destacando cómo su software resolvió en un año un problema que había desafiado a los biólogos durante décadas.
Inteligencia artificial al alcance de todos
Además, Hassabis comentó sobre la rápida adopción de modelos de lenguaje por el público, como ChatGPT, para actividades como programar o resumir textos, a pesar de que estos modelos aún no son perfectamente precisos. Le sorprendió que esta adopción sucediera “dos años antes de lo esperado”.
El creador de Google DeepMind comparte con otros especialistas en el área la precaución sobre los posibles riesgos futuros de la inteligencia artificial.
Actualmente, considera que no constituyen una preocupación inmediata dado que los sistemas de IA se encuentran en fases iniciales de desarrollo.
No obstante, anticipa que en el mediano plazo, dentro de tres a cinco años, cuando los sistemas de IA adquieran habilidades avanzadas de planificación y capacidad para interactuar con el entorno y resolver problemas complejos con objetivos definidos, el riesgo podría incrementarse significativamente si dichos sistemas caen en manos inapropiadas.