Cuatro consejos para no olvidar la contraseña del correo y redes sociales
Una de las recomendaciones más recurrentes para tener una contraseña segura es que mínimo tenga 12 o 16 caracteres. Si bien no es una cifra muy grande, si se suma a que un usuario tiene varias cuentas en diferentes plataformas y que la idea es no repetir claves, poder recordarlas es un problema y al final el camino fácil es crear una combinación que podamos tener presente continuamente.
Como solución, muchos optan por una fórmula sencilla: el nombre de un familiar, su fecha de nacimiento y un carácter especial fácil de recordar como un punto o un asterisco. Una opción que no representa ninguna seguridad, si tenemos en cuenta que esa contraseña la reutilizaremos en otras plataformas.
Así que traemos una serie de recomendaciones para tener diferentes métodos para recordar contraseñas largas y cuidar la privacidad y seguridad de los perfiles que usamos a diario, como redes sociales, apps bancarias y correos electrónicos.
Frases o palabras que reconozcamos
El consejo de los expertos en ciberseguridad es no usar nombres propios de personas conocidas, como hijos, mascotas o papás. Pero eso no quiere decir que tengamos que inventarnos una palabra para cada cuenta, sino que una solución es tomar frases o palabras de canciones, libros, películas o series que sean de nuestro agrado y nunca vayamos a olvidar.
Por ejemplo, si nuestra película favorita es Harry Potter podemos convertir la icónica frase de Hermione Granger: “es leviosa, no leviosaa” en una contraseña. Podemos hacer diferentes versiones, como intercalar minúsculas con mayúsculas, agregarle números y caracteres especiales. Algo así podría ser el resultado final: “EsLev1oS4.N0Lev1oS44″
Adaptarla para cada red social
Tener una contraseña para las múltiples aplicaciones que usamos a diario puede ser un problema. Pero la solución está la mano y la idea es creer una clave que se pueda adaptar a cada red social, reutilizando una primera parte y modificando el final.
Tomando el ejemplo anterior, lo que podemos hacer es lo siguiente para tener una contraseña para cada red social:
- Facebook: “EsLev1oS4.N0Lev1oS44@Face”
- Instagram: “EsLev1oS4.N0Lev1oS44@Insta”
- X: “EsLev1oS4.N0Lev1oS44@Musk”
- TikTok: EsLev1oS4.N0Lev1oS44@TK”
Inventar historias
Para algunas personas puede resultar más fácil recordar una contraseña gracias algún elemento visual o a la relación que puedan crear con cierta plataforma. De esta manera es posible generar pequeñas historias que nos ayuden a recordar una contraseña.
Podemos aprovechar los colores del ícono de la aplicación para relacionarlo con algo personal o inventarnos un pequeño relato o una pregunta dependiendo del contenido que tenga la plataforma. Por ejemplo, si es un correo, lo podemos relacionar con un cartero y crear una clave como: “BienVenido#Al#Cartero”.
Gestores de contraseñas
Esta es una solución que quizás muchos ya están implementando, especialmente si usan continuamente navegadores webs. Este tipo de plataformas permiten almacenar las contraseñas y recordarlas por nosotros al momento de ingresar a una aplicación.
Si queremos usar este método debemos tener cuidado con la seguridad del perfil que agrupa todas las demás contraseñas, porque si perdemos el control de esa cuenta todos nuestros accesos correrán peligro. Por eso se recomienda que los gestores de contraseñas tengan doble autenticación o un dispositivo que sirva como llave de acceso.
Lo que nunca se debe hacer
Seguramente muchos optan por dos salidas para guardar sus contraseñas: bloc de notas y guardado en la nube. Si bien estas son herramientas que están a la mano y permiten acceder rápido a la información, no son sistemas seguros para esta guardar claves.
Aunque el guardado en la nube está protegido por una cuenta, que tiene una seguridad previa. Es posible que el sistema sea vulnerado y toda la información quede expuesta.
Algo que con el bloc de notas es mucho más peligroso, porque estas aplicaciones no suelen tener sistemas de protección y si perdemos el teléfono los datos no tendremos como recuperarlos.