Los sueldos aumentaron 40% en dólares pero la Canasta Básica creció casi 100% en los últimos 6 meses
En los últimos seis meses el salario promedio de los trabajadores registrados mostró un incremento del 40% medido en dólares, al tipo de cambio libre, aunque en esa medición también perdieron capacidad de compra. Es que la Canasta Básica Total (CBT) que mide el Indec, la cual marca el umbral de pobreza por ingresos, saltó casi 100% en ese mismo período, es decir, se duplicó.
Es preciso aclarar que los ingresos medidos en pesos contra la inflación continuaron perdiendo. Su apreciación en moneda dura está directamente relacionada con la caída de la brecha entre el dólar oficial y los financieros, en medio de un proceso de una mayor oferta de divisas en el Contado Con Liquidación (CCL) a través del tipo de cambio exportador, la fuerte licuación de los pesos y la política monetaria del Gobierno.
Un informe de la consultora Econviews destacó que la Remuneración Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) pasó de USD 440 en agosto a USD 500 en diciembre tras los impactos de la devaluación del 20% post PASO y la del 54% del 13 de diciembre. Ese indicador refleja los sueldos promedio de los empleados en relación de dependencia con una continuidad de 13 meses consecutivos.
“Con nuestro relevamiento de paritarias y el CCL en 1,090 pesos (cierre del viernes), el sueldo que se cobra por estos días ya son 617 dólares, una suba acumulada de 40%. Salvo para los que viajan al exterior, es poco consuelo considerando que la canasta básica subió casi 94% en dólares”, advirtieron.
En definitiva, lo que cuenta Econviews es que los salarios tuvieron una suba nominal más alta que la del dólar CCL, que en el inicio de la semana continuó con sus racha bajista. Sin embargo, la canasta de pobreza medida en moneda dura más que duplicó ese incremento.
El head of research de Romano Group, Salvador Vitelli, explicó el fenómeno detrás de esa inflación en dólares. “El salario lógicamente pierde contra la inflación pero se aprecia en términos de divisa porque su evolución nominal supera a la de los tipos de cambio. Es rara la combinación porque estamos acostumbrados a que el dólar acompañen la inflación y ahora quedó por detrás”, mencionó.
“La calma del dólar tiene que ver con una mayor oferta en el mercado por el esquema en el que los exportadores pueden liquidar sus dólares 80% en el oficial y 20% restante en los financieros. A eso se suma una demanda planchada y la fuerte recesión que provocó la licuación de los pesos en la economía”, añadió Vitelli.
En efecto, durante febrero la brecha cambiaria promedio se ubicó en torno al 23% y en lo que va de marzo continuó con su tendencia a la baja. “El gran interrogante es si hay margen para que las cotizaciones alternativas sigan apreciándose en un contexto en que el dólar oficial avanza a un crawling peg de 2% mensual y la inflación ronda el 15 por ciento”, se preguntó . Veremos cómo evoluciona”, comentó.
En efecto, durante febrero la brecha cambiaria promedio se ubicó en torno al 23% y en lo que va de marzo continuó con su tendencia a la baja. “El gran interrogante es si hay margen para que las cotizaciones alternativas sigan apreciándose en un contexto en que el dólar oficial avanza a un crawling peg de 2% mensual y la inflación ronda el 15 por ciento”, se preguntó Equilibra.
“Varios factores contribuirían a explicar la baja en las cotizaciones alternativas durante febrero: 1) el blend 80% MULC – 20% CCL para la liquidación de exportaciones aportó en febrero una oferta adicional de US$ 1.750 millones en el CCL; 2) se absorbieron AR$ 2,4 billones (0,5% del PBI) a través de la emisión de US$ 2.904 millones de Bopreal, reduciendo potencial demanda en el mercado financiero; 3) la feroz licuación de los stocks en pesos limita la cantidad de pesos disponible en el mercado para volcar al dólar”, enumeraron.
Por su parte, Econviews resaltó el efecto de este proceso de apreciación en el mercado de los alquileres. “Entre octubre de 2022 y octubre de 2023 el precio real de un 2 ambientes en CABA había aumentado 61%, alcanzando un máximo histórico para la serie que empieza en 2010. Para enero de 2024 ya había bajado 26%. Lo obvio es señalar la derogación de la Ley, pero la baja del CCL también ayuda a recuperar la rentabilidad en dólares de los inmuebles”, apuntaron.