Empieza una semana decisiva para Macri y el PRO, mientras la oposición dialoguista se reconfigura distanciada de Milei
El PRO tiene nueve días para definir su futuro. El 19 de marzo es la fecha para la renovación de autoridades partidarias y Mauricio Macri se convertirá en el nuevo presidente de la institución. Dato particular: pese a ser fundador y líder, nunca había presidido al espacio. Hasta 2021, el sello amarillo se movió a imagen y semejanza de su persona. Desde ese año empezó una disputa entre Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y el propio Macri por el rumbo y la identidad del partido. El partido está en crisis después de la derrota electoral del año pasado y el auge libertario de Javier Milei, que amenaza con fagocitar al PRO. Esta semana habrá negociaciones finales para ultimar los lugares en la lista de integrantes del Consejo Directivo y la Asamblea nacional. De fondo, la pelea es si el partido se integrará formalmente al Gobierno o, bien, si será un aliado de La Libertad Avanza pero con identidad propia.
Macri viene de una semana de alto perfil político. Pasó por Santa Fe para reunirse con el gobernador, Maximiliano Pullaro, y luego con un grupo de presidentes del PRO del interior del país. Para cerrar el día, habló en un evento de la Fundación Libertad en Rosario, donde elogió a Milei pero con críticas. “El Presidente sabe que tiene mucho por mejorar en la gestión”, señaló Macri en una frase que resonó en la Casa Rosada. Especialmente, en Patricia Bullrich. La ministra de Seguridad es una férrea defensora de la gestión libertaria. Y puja en estos momentos para obtener espacios de poder dentro del PRO y hacer converger al partido con La Libertad Avanza.
En cambio, el ex Presidente asume que hay que respaldar a Milei. Aunque considera que una convergencia puede diluir al PRO. Además, llevará a pagar un costo político alto si el programa económico del Gobierno se frustra. Así como también evalúa que en caso de éxitos, las cucardas serán atribuidas exclusivamente al líder de La Libertad Avanza. Ese escenario fue descripto y conversado en el cónclave de Macri con los referentes federales del PRO, que apoyan su decisión de presidir el partido.
Días decisivos para el PRO
El PRO elegirá el 19 de marzo al presidente del partido, el de la Asamblea, que es el órgano que define las alianzas electorales, así como también a dos vicepresidentes y a 25 consejeros que integrarán el Consejo Directivo, espacio de toma de decisiones partidarias. Esos representantes son los que una vez electos votan para ungir a un secretario general, que también tiene un rol preponderante dentro del partido. El sistema electoral dispone un cupo de género que intercala uno y uno mujeres y varones hasta completar todos los lugares a renovar.
Si bien aún no está resuelto, en el PRO hay cierto consenso para que Bullrich presida la Asamblea. En caso contrario, impulsará para ese lugar a un dirigente de su confianza. Para la vicepresidencia suena María Eugenia Vidal o, bien, referentes del partido que sean impulsados por los tres gobernadores del PRO: Jorge Macri (CABA), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Nacho Torres (Chubut). Quienes también pretenden incidir en las decisiones partidarias son los intendentes de mayor peso, donde sobresalen Soledad Martínez (Vicente López), Guillermo Montenegro (Mar del Plata), Ramón Lanús (San Isidro) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero).
En tanto que Cristian Ritondo tiene apoyo del macrismo y un grupo de referentes del PRO para presidir el partido en la provincia de Buenos Aires. Como este año no hay elecciones internas del partido en suelo bonaerense, Bullrich resiste con el apoyo de algunos intendentes y dirigentes que no consienten esa decisión. Será uno de los puntos de disputa que orbitará el cierre de lista nacional. Mientras que en la Ciudad de Buenos Aires, se espera que Jorge Macri se convierta en presidente del PRO porteño.
Esta semana habrá reuniones frenéticas entre los operadores del macrismo y del bullrichismo para lograr una lista de unidad y un reparto armónico de los lugares de poder. Por parte de Macri, las negociaciones las llevan adelante los dirigentes de su confianza Fernando De Andreis y Humberto Schiavoni. Mientras que Pablo Walter, Damián Arabia y Juan Pablo Arenaza hacen lo propio en nombre de Bullrich. Otros dirigentes que siguen de cerca la situación son Federico Angelini, funcionario del ministerio de Seguridad y ladero de Macri, y Darío Nieto, legislador porteño y asesor del ex Presidente.
El PRO se encamina a un proceso de ordenamiento interno con vistas a las elecciones legislativas de 2025. Macri pretende que su partido conserve autonomía en una posición cercana al Gobierno. Bullrich se moverá para lograr una fusión con La Libertad Avanza.
Con un bloque de apenas 38 diputados y 8 senadores nacionales, Milei sabe que necesita ampliar su base legislativa. Por eso el oficialismo comenzó a trabajar para que La Libertad Avanza (LLA) sea un sello nacional de cara a las legislativas de 2025. Eduardo “Lule” Menem, por instrucción de Javier y Karina Milei, se mueve en ese sentido. Actualmente LLA sólo el nombre de un frente electoral que integran partidos como el Demócrata, el MID, el Partido Libertario y Unite.
Fortalecida por Milei, Bullrich se convierte en una espada clave del Gobierno
Sin descuidar la vida partidaria, Bullrich desembarcará hoy en Rosario para dar una conferencia junto al gobernador Pullaro y al ministro de Defensa, Luis Petri. La escoltarán Angelini, subsecretario de Intervención Federal, Vicente Ventura, secretario de Seguridad, y Martín Verrier, secretario de lucha contra el narcotráfico. La ministra de Seguridad está enfocada en el combate contra el narcotráfico y el crimen organizado. Y busca mostrar un alto perfil político con esa agenda. Incluso, en las entrevistas busca evitar referirse al PRO y la interna con Macri, cuya relación es tirante.
Respecto al plan de combate contra el narcotráfico, Bullrich trabaja articuladamente con Petri, Silvestre Sívori, titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y el Servicio Penitenciario Federal, que ahora está bajo la órbita del Ministerio de Seguridad. El martes pasado, Bullrich, Petri y Sívori se reunieron en las oficinas de la Jefatura de Gabinete de la Nación. Sívori, del riñón de Nicolás Posse, los convocó para dar detalles de su idea de mudar las dependencias de inteligencia a la oficina central de la agencia. La reunión sirvió también para afianzar la integración entre las tres entidades en materia de inteligencia. Quienes también estuvieron presentes fueron el influyente Jorge Antelo, secretario de Estrategia Nacional de la Jefatura de Gabinete, y el secretario de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad, Ricardo José Ferrer.
Bullrich cuenta con el respaldo absoluto de Milei para su rol en el Ministerio de Seguridad. En el macrismo sospechan que detrás de ese apoyo hay una intención de dividir al PRO para socavar el poder de Macri y ungir al Jefe de Estado como líder de un polo de derecha.
La oposición dialoguista se reconfigura distanciada de Milei
La decisión de Macri y Bullrich de acercar el PRO al Gobierno irrita a dirigentes que tuvieron un rol clave en lo que fue Juntos por el Cambio. Es una situación que se vislumbra en la reconfiguración del mapa político, que implica reagrupamientos en la oposición. Rodríguez Larreta, ex jefe de Gobierno porteño, optó por no participar en la interna partidaria, aunque lanza dardos verbales para objetar la alianza con Milei. Sostiene sus ideas consensualistas y trabaja en una construcción política de centro.
Lejos del Gobierno y de la interna del PRO, Larreta viajará la semana que viene a la India. Fue invitado a dar charlas sobre temas de gestión y de la relación de ese país con Argentina. A finales de marzo volará directo desde ahí con destino a Estados Unidos. A principios de abril dará conferencias en eventos académicos y a finales del mes próximo estará en Harvard para dar una charla ante alumnos.
Pero el dato sobresaliente es que Larreta compartirá junto con Juan Schiaretti, ex gobernador de Córdoba, una conferencia en Nueva York. Ambos fueron invitados por la Universidad de Columbia a participar en la novena edición de Masters Argentina, un evento académico anual impulsado por estudiantes argentinos que reúne a líderes y referentes de Argentina para disertar sobre desafíos y soluciones a problemáticas del país.
El cordobés aún no confirmó su asistencia. En caso de ir, será la oportunidad para una foto de alto volumen político. Larreta y Schiaretti estuvieron cerca de concretar una alianza electoral en 2023, aunque la interna del PRO frustró el pacto. A ambos los une el anti kirchnerismo, una visión similar de la economía y una construcción política consensual, por fuera de la grieta. ¿La foto será el puntapié para un nuevo espacio de centro? Es algo aún prematuro.
Según supo Infobae, quien también estaba invitado era Gabriel Katopodis, ministro de Obras Públicas de la provincia de Buenos Aires, pero comunicó que no asistirá porque su agenda doméstica no se lo permite. Otras figuras que participarán en Masters Argentina en Nueva York son María Eugenia Vidal, Horacio Marín, presidente de YPF, Emmanuel Ferrario, legislador porteño del PRO. En tanto que están invitados también Nicolás Dujovne, ex ministro de Economía de la Nación, Sergio Kaufman, presidente de Accenture Argentina, Marina Dal Poggeto, economista de la consultora Eco Go, entre otros académicos y empresarios.
Schiaretti mantiene un perfil bajo desde que dejó la gobernación. Mantiene una relación cordial, aunque con matices, con Martín Llaryora, su sucesor. El actual gobernador se mueve para ganar poder dentro del cordobesismo. Schiaretti, mientras tanto, calcula sus próximos pasos.
Ambos referentes cordobeses tienen incidencia con sus legisladores en el Congreso. Especialmente, en el bloque Hacemos Coalición Federal que capitanea Miguel Ángel Pichetto. El experimentado diputado tiene una relación de larga data con Schiaretti. Mientras que conoce menos a Llaryora. El puente entre el actual gobernador y Hacemos Coalición Federal surgió por medio de Emilio Monzó y Nicolás Massot, espadas legislativas clave de ese bloque.
Se trata de una bancada heterogénea, que procura mantener la unidad y tiene vocación de expandirse. En estos momentos, el bloque de Pichetto conversa con Innovación, la bancada de nueve diputados que lidera Pamela Caletti, ligada a Gustavo Sáenz, gobernador de Salta, sobre la posibilidad de fusionar los legisladores o constituir un interbloque.
En el plano electoral, con quien también tienden puentes desde Hacemos es con un sector del radicalismo. Centralmente, con la UCR porteña que lidera Martín Lousteau y cuyo armador político es Emiliano Yacobitti. Ambos dirigentes impulsaron el año pasado la alianza entre Larreta y Schiaretti. ¿Será el 2025 la oportunidad para concretar ese frente de centro? Son diálogos de pasillo que apenas comienzan.
Estos son movimientos que se dan como consecuencia de la derrota electoral de Juntos por el Cambio y el acercamiento de un sector del PRO a Milei. El mapa político encamina su reorganización.