Europa logró mejoras contra la contaminación del aire: cuáles son las lecciones para América Latina
Los contaminantes que más preocupan para la salud pública son las partículas en suspensión, el monóxido de carbono, el ozono, el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre. Impactan en el desarrollo de enfermedades, como el cáncer de pulmón e infartos, entre otras.
Ahora, se dio un paso significativo a favor de la salud de la población en Europa. Según un estudio publicado en la revista Nature Communications, los niveles de contaminación atmosférica han mejorado en ese continente en los últimos 20 años.
Aunque a pesar de las mejoras, la mayoría de la población europea vive en zonas que superan los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
Científicos que estudian el problema de la contaminación del aire consideraron, al ser consultados por Infobae, que América Latina podría tener en cuenta las lecciones que se están aprendiendo en Europa.
El estudio fue dirigido por investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), analizó los niveles de contaminación en más de 1.400 regiones de 35 países europeos, lo que representa 543 millones de personas. Participó también el Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS).
Se estimaron las concentraciones ambientales diarias de material particulado PM2.5, PM10, dióxido de nitrógeno (NO2) y el ozono (O3) en un amplio conjunto de regiones europeas entre 2003 y 2019 y se basaron en técnicas de aprendizaje automático (”machine learning”).
Los científicos quisieron evaluar la cantidad de días que superan las directrices de 2021 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para uno o varios contaminantes.
Qué encontraron en cuanto a la contaminación en Europa
El equipo de investigación analizó los niveles de contaminación en más de 1.400 regiones de 35 países europeos, lo que representa 543 millones de personas.
Los resultado muestran que los niveles globales de partículas en suspensión (PM2,5 y PM10) y dióxido de nitrógeno (NO2) han disminuido en la mayor parte de Europa. Los niveles de PM10 fueron los que más disminuyeron durante el periodo de estudio, seguidos de los de NO2 y PM2,5, con descensos anuales del 2,72%, 2,45% y 1,72%, respectivamente.
En cambio, los niveles de ozono aumentaron anualmente un 0,58% en el sur de Europa, lo que multiplicó casi por cuatro el número de días con mala calidad del aire.
El estudio también analizó el número de días en que se superaron simultáneamente los límites de dos o más contaminantes, una confluencia conocida como “día con contaminación compuesta”. A pesar de las mejoras globales, el 86,3% de la población europea experimentó al menos un día con contaminación compuesta al año durante el periodo de estudio, siendo las combinaciones de PM2,5-NO2 y PM2,5-O3 las más comunes.
Los resultados ponen de relieve las mejoras significativas de la calidad del aire en Europa en lo que respecta a las PM10 y NO2, mientras que los niveles de PM2.5 y O3 no han seguido la misma tendencia positiva, lo que se traduce en un mayor número de personas expuestas a niveles de aire no limpio.
Qué medidas se podrían aplicar en América Latina
“En Europa saben desde hace mucho tiempo que las mejoras tecnológicas solas no alcanzan para reducir la contaminación atmosférica en las ciudades donde se concentra el mayor porcentaje de la población y las concentraciones de NO2 y PM10 suelen ser mayores. Por eso es que distintas ciudades vienen adoptando medidas como la mejora y expansión del transporte público, mayor control de las emisiones de los vehículos e implementación de zonas de baja emisión, que son zonas dentro de las ciudades donde se aplican restricciones de tráfico para vehículos altamente contaminantes”, dijo a Infobae la doctora Andrea Pineda Rojas, investigadora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera, que depende del Conicet y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
“Lo que se busca es reducir la cantidad de autos particulares y mejorar la red y promover el uso del transporte público”, enfatizó.
Pero para hacer un cambio en la región de América Latina, la doctora Pineda Rojas señaló que se debería medir más la contaminación. “Es fundamental medir la calidad del aire en muchos lugares de las ciudades porque las concentraciones de los contaminantes varían mucho espacial y temporalmente. También se deberían contar con inventarios de emisiones de contaminantes de fuentes móviles en alta resolución espacial y temporal”, afirmó.
También la científica mencionó que “en ciudades de Europa los planes de mitigación se diseñan en los lugares donde se observan excedencias de las concentraciones respecto de la reglamentación. Y el diseño de esos planes requiere el uso combinado de observaciones de las estaciones de monitoreo de calidad de aire y simulaciones con modelos que permiten estimar los impactos de distintas estrategias”.
Qué se encontró en el aire del AMBA de Argentina
Con un grupo de colaboradores, Pineda Rojas analizó las concentraciones de los contaminantes en relación a los nuevos niveles guía de la OMS en el período 2010-2019. El monóxido de carbono se encuentra por debajo de su nivel límite, pero el dióxido de nitrógeno (NO2) y el material particulado PM10 superan frecuentemente sus correspondientes niveles-guía.
“La frecuencia de superación de los límites recomendados para el NO2 es preocupante y nuestras simulaciones indican que podría ser elevada en gran parte del AMBA”, afirmó la científica. Detectaron que el nivel de dióxido de nitrógeno se encuentra entre 3 y 4 veces por encima del valor que recomienda la OMS.
El estudio se publicó en la revista especializada Meteorológica, editada por el Centro Argentino de Ingenieros, con asistencia de la Universidad Nacional de La Plata. “Estudiamos las variaciones interanuales y encontramos distintas tendencias en las tres estaciones de la ciudad de Buenos Aires que sugieren un importante rol de las fuentes de emisión locales. La concentración de PM10 presenta una disminución significativa en una de estaciones de monitoreo. Por otro lado, observamos aumentos leves pero no significativos en los niveles de concentración de NO2 en las tres estaciones de monitoreo. Para confirmar estas tendencias, se necesitan series de mediciones más extensas”, comentó la investigadora.
Cómo tener un aire más limpio en las ciudades
Timoteo Marchini, investigador del Conicet en el Instituto de Bioquímica y Medicina Molecular (IBIMOL) e investigador en el Departamento de Cardiología del Hospital Universitario de Friburgo, Alemania, comentó a Infobae: “Es cierto que en Europa como así también en ciudades de los Estados Unidos la calidad del aire está mejorando. Se puede tener en cuenta que para reducir la contaminación del América Latina se necesita atacar tres aspectos: la forma en que se obtiene la energía eléctrica, la actividad industrial y el transporte”.
Para eso, el doctor en bioquímica Marchini -quien recientemente publicó un trabajo sobre el impacto en la salud de la contaminación en Environmental Pollution, aclaró acciones en tres direcciones:
- La principal fuente de energía viene por la quema de combustibles fósiles, con el petróleo, el gas y el carbón. Entonces, la recomendación para América Latina es intentar más el uso de fuentes de energía renovable, como eólica y solar, y extender la vida útil de centrales nucleares.
- Con respecto a la actividad industrial, se deberían mover las instalaciones fuera de las ciudades, y que rijan regulaciones para una mejor gestión ambiental incluyendo el manejo de residuos. Con respecto al transporte, se necesita un gran cambio en América Latina.
- Se debería favorecer el transporte público y el uso de la bicicleta, como un modo fácil, seguro y económico para moverse en las ciudades. Se debería hacer lo posible para reducir el uso del automóvil, en particular cuando viaja una sola persona. Incluso el diseño de las ciudades debería dar más protagonismo al transporte público y a las bicicletas.