La fórmula previsional: antecedentes, presente y las propuestas de cambio
Los haberes de los jubilados se encuentran en su nivel más bajo desde 2002 en términos de poder adquisitivo, cuando se registró el mayor impacto de la crisis en la salida de la convertibilidad.
Las diferentes propuestas que circularon en las últimas horas no representan una recomposición de la fuerte pérdida que tuvieron los haberes en los últimos siete años y la que presentó el Gobierno en el borrador de la nueva Ley Bases de Javier Milei además implica una pérdida de 10 puntos más para el inicio de 2024, estiman los especialistas.
La caída de los últimos años además se intentó compensar con bonos, una bomba difícil de desarmar y que también generó una ola de juicios por el achatamiento de la pirámide previsional, y que provocó que muchos jubilados y pensionados recortaran el consumo de medicamentos, interrumpieran tratamientos y compren menos alimentos.
La clave se encuentra en el “empalme” entre un nuevo esquema y el actual
Al igual que sucedió con los últimos cambios en la fórmula de movilidad previsional, la clave se encuentra en el “empalme” entre un nuevo esquema y el actual.
El borrador del nuevo proyecto de ley del oficialismo implica que las jubilaciones tengan desde abril un aumento mensual por la variación del Índice de Precios al Consumidor del Indec con dos meses de rezago más un 10% adicional. En la práctica sería reconocer inicialmente la inflación de febrero del 13,2% y poco menos de la mitad del 20,6% que había arrojado enero.
La oposición dialoguista busca que la nueva cuenta contemple la totalidad del IPC de enero, aunque eso parece ir en contra de la hoja de ruta que se planteó La Libertad Avanza. El titular de la Cámara de Diputados, Martín Ménem, dejó en claro esta semana durante su paso por el Amcham Summit que el oficialismo no está dispuesto a votar una fórmula que implique un desbande fiscal.
“Nuestra fórmula frena la caída, que no para de caer, del poder adquisitivo. Hay que ver dónde nos ponemos de acuerdo. Hay que comprometerse con nuevas fórmulas, pero también tiene que ser posible de cumplir. Es fácil decir: ‘Vamos a pagar esto’”, expresó Ménem.
La abogada previsional, Andrea Falcone, dijo a Infobae que los últimos gobiernos aprovecharon los empalmes para hacer un ajuste en el gasto previsional. “Con la propuesta oficial hay una convalidación de una pérdida de 10 puntos en enero. Además es llamativo porque en su plataforma electoral Javier Milei hablaba de desindexar las jubilaciones y ahora propone hacerlo”, mencionó.
Los últimos gobiernos aprovecharon los empalmes para hacer un ajuste en el gasto previsional (Falcone)
“En paralelo hay un problema con los bonos, que son una bomba de tiempo muy difícil de desarmar. La jubilación mínima es de $204.445, $130.000 más $70.000 del bono, por lo que el refuerzo es más del 50% del haber. No pueden sacarlo. El tema es que es ilegal dar más aumentos a la mínima que al resto, por lo que hay un montón de juicios que ya están en marcha”, explicó Falcone.
La abogada destacó la situación crítica de los adultos mayores que asisten a su estudio: “Es muy triste, no compran medicamentos, suspenden tratamientos, venden sus casas, se bajan de la prepaga para ir al PAMI, dejan de alquilar departamentos y se van a pensiones”, enumeró.
El actuario y experto en temas previsionales, Daniel Marcu, contó a este medio que desde el cambio de fórmula que hizo Mauricio Macri en 2017 los jubilados que no cobran bonos perdieron entre 50% y 60% de su poder adquisitivo. “No se le puede achacar todo a Milei, hay una falta de empatía pero el problema no es nuevo. Igualmente no está bien que por el afán del superávit fiscal se licue así a los jubilados”, sostuvo.
Por otro lado, Marcu resaltó que si la fórmula de movilidad actual se mantuviera los haberes se recuperarían fuertemente de la mano de una inflación a la baja si el programa económico funciona. Es que la movilidad actual se basa en recaudación de Anses y salarios.
Si la fórmula de movilidad actual se mantuviera los haberes se recuperarían fuertemente de la mano de una inflación a la baja, si el programa económico funciona (Marcu)
Por su parte, Falcone advirtió que la recesión en marcha sería “un palazo” para los ingresos por la caída de la recaudación que puede generar. “No importa cómo vayan los salarios o el fisco. Lo importante es que los jubilados puedan comprar lo mismo, es decir, mantengan su capacidad adquisitiva”, apuntó la experta en temas previsionales.
“Se podría establecer una fórmula de movilidad por inflación para las jubilaciones que se obtuvieron cumpliendo con los 30 años de aporte, o más, y otro mecanismo para el resto de las prestaciones. En el mediano plazo se debería reemplazar el ajuste mensual por IPC General por un índice inflacionario que represente mejor el aumento en el costo de vida que sufren los jubilados. El Indec debería desarrollar un índice que tenga en cuenta la evolución del costo de una canasta específica de consumo de los pasivos (con mayor incidencia de medicamentos, por ejemplo)”, dijo Marcu.
Pérdida de capacidad de gasto
Un informe de la consultora Idesa destacó la importancia de evaluar y revisar la normativa previsional. Para eso comparó los haberes actuales respecto al promedio de las últimas tres décadas.
Idesa partió de un supuesto de inflación del 15% para febrero (real 13,2%) y 10% para marzo, el resultado no deja de ser contundente:
- El haber mínimo es de $134.445, un 41% inferior al promedio histórico 1995- 2024.
- El haber mínimo más el bono es de $204.445, un 14% inferior al promedio histórico.
- El haber medio de los jubilados que no usaron las moratorias es de $299.407 que es un 29% inferior al promedio histórico.
Recuperación de los salarios
“Creo que la fórmula inicial debería contemplar la inflación plena de enero 20,5%, y no estar asociada solo a la inflación, sino también al promedio de salarios (Ripte e Índice de Salarios de Indec, el que resulte mayor), porque si el plan de estabilización es exitoso los salarios comenzarán a subir más que la inflación y por tanto en forma atenuada posibilitará recortar la sostenida pérdida acumulada en el poder aduisitivo de las jubilaciones y pensiones, en particular para las escalas mayores a 2 haberes mínimos que no recibieron en el último bienio bonos compensatorios”, dijo a este medio un economista.
Y si bien para algunos economistas la recuperación real del haber jubilatorio podría limitar el objetivo del Gobierno de ir a déficit fiscal cero, como ya logró en los dos primeros meses de 2024, por la relevancia en el gasto primario, más del 34% del total, otros analistas observan que en ese escenario la economía y el consumo crecerán y de esa forma también las fuentes de recaudación: IVA, Internos, Ganancias, además de los Aportes personales y las Contribuciones Patronales sobre la nómina salarial que recauda la Anses.