Qué es el Streptococcus pyogenes y cuáles son las señales de alarma
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) apuntan que Streptococcus pyogenes “es un importante patógeno bacteriano específico de los seres humanos que causa una amplia gama de manifestaciones, que van desde infecciones localizadas leves hasta infecciones invasivas potencialmente mortales”.
De acuerdo a lo relevado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que estas bacterias son responsables de más de 500.000 defunciones en el mundo. “En raras ocasiones pueden causar infecciones invasivas graves como fascitis necrosante, bacteriemia, artritis séptica, endometritis puerperal o infecciones del tracto respiratorio”, señalan desde la entidad sanitaria global.
En Japón, en las últimas horas, el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (NIID) reveló un preocupante aumento en los casos de infecciones graves causadas por streptococcus o estreptococo, con un registro de 378 casos en los primeros dos meses de 2024, en comparación con los 941 casos reportados durante todo 2023. Este incremento repentino sugiere una tendencia hacia cifras récord de infecciones para finales del presente año para el país asiático.
Mientras que, en lo que se refiere al territorio argentino, el Boletín Epidemiológico Nacional del Ministerio de Salud indica: “Durante el año 2023 se notificaron en Argentina 926 casos de infección invasiva por Streptococcus pyogenes, de los cuales 134 (14,4%) corresponden a casos fallecidos. La tasa de incidencia fue de 2 casos cada 100.000 habitantes y la tasa de mortalidad de 2,9 por millón de habitantes. La curva de casos comienza a elevarse por encima de años previos desde fines de 2022 y durante todo el 2023″.
¿Qué provoca la bacteria Streptococcus pyogenes?
La bacteria Streptococcus pyogenes, conocida también como Estreptococo del Grupo A, puede provocar desde infecciones leves hasta enfermedades graves y, en algunos casos, mortales. Entre sus manifestaciones se encuentran la faringitis común y la escarlatina, que se caracteriza por una erupción cutánea. Sin embargo, su peligrosidad no se detiene ahí, ya que puede desencadenar neumonías y diversas infecciones localizadas en músculos, huesos o articulaciones, como fascitis, osteomielitis y artritis, así como afecciones de la sangre.
Según la OMS, se trata de bacterias “grampositivas que causan un amplio espectro de infecciones. De manera más frecuente, produce enfermedades leves como amigdalitis y faringitis, siendo comunes en brotes escolares, y que generalmente no se asocian con infecciones invasivas. Aproximadamente, un tercio de las infecciones invasivas se complican con el síndrome del choque tóxico estreptocócico”.
En tanto, la agencia de salud plantea que otras consecuencias graves son las enfermedades inmunomediadas, como la glomerulonefritis post estreptocócica, la fiebre reumática aguda y la cardiopatía reumática: “En conclusión, puede llevar a complicaciones mortales y a enfermedades inmunomediadas con secuelas crónicas”.
Por su parte, la doctora Stella Maris Cuevas, médica otorrinolaringóloga, experta en olfato, alergista y expresidenta de la Asociación de Otorrinolaringología de la Ciudad de Buenos Aires, en una nota reciente en Infobae, planteó: “Las infecciones de streptococcus del grupo A, que generalmente causan afecciones leves de garganta o escarlatina, están tomando un giro más peligroso con la aparición del síndrome de shock tóxico estreptocócico (STSS). Esta forma invasiva de la bacteria puede desencadenar problemas de salud graves, como neumonía, meningitis e incluso la temida fascitis necrosante, con una mortalidad del 30%”.
“Siempre habita en mucosas como la garganta o la piel. Esta bacteria generalmente no es peligrosa, pero tiene la capacidad cíclicamente de cambiar su estructura (por mutaciones periódicas) liberando toxinas y en esos casos se vuelve agresiva”, agregó Cuevas.
En diálogo con Infobae, el doctor Santiago Neme, profesor asociado de infectología y director del centro médico de la Universidad de Washington (Estados Unidos), explicó: “El estreptococo del grupo A es una bacteria que principalmente causa infecciones de piel, garganta, y amígdalas. Es la bacteria más común que causa infecciones bacterianas de garganta y amígdalas. En contraste con los virus, las enfermedades de garganta bacterianas deben tratarse con antibióticos”.
De acuerdo a Neme, esta bacteria también “es una causa importante de infecciones de la piel: es común que la persona tenga fiebre, la piel roja, caliente, inflamada y dolorosa. El diagnóstico temprano es importante, ya que en algunos casos la infección puede profundizarse y causar inflamación sistémica severa”.
En tanto, en 2023, en una ponencia para la Sociedad Colombiana de Pediatría, la doctora Laura Mendoza, médica de la Universidad Pontificia Bolivariana, pediatra de la Universidad del Norte e infectóloga pediatra de la Universidad del Bosque, dijo que esta bacteria “es un importante patógeno a nivel mundial, que coloniza las superficies epiteliales, principalmente de la garganta y la piel, pero también otras como la vagina y el recto”.
Según Mendoza, “aproximadamente 18 millones de personas padecen una enfermedad grave relacionada con la presencia de esta bacteria, mientras que alrededor de cada año ocurren 1.78 millones de casos nuevos. Es decir que la estamos observando en una frecuencia relativamente significativa”.
“Todas las personas a nivel mundial, eventualmente, se encuentran en riesgo de contraer esta infección. Uno de los principales motivos por los cuales todos estamos en riesgo es porque este patógeno coloniza superficies epiteliales en la orofaringe y en la piel, y también se ha documentado en otras superficies como la vagina y el recto. Haciendo referencia a esta forma de transmisión, observamos lo amplia que es. Esto se debe a que puedo encontrar o transmitir este agente infeccioso debido a gotitas que expulsan las personas infectadas o colonizadas, o, en su defecto, por medio de contacto directo con fomites. También se ha descrito, eventualmente, una contaminación transmitida por alimentos”, indicó Mendoza.
Y sumó: “Para la tranquilidad de muchos de nosotros, el tratamiento de elección de estas infecciones sigue siendo el mismo, sigue siendo las penicilinas. Y es que, a diferencia de otros agentes como los macrólidos, las tetraciclinas, el sulfametoxazol, las fluoroquinolonas, donde se ha documentado un mecanismo de resistencia propiamente dicho, en el caso de las penicilinas apenas estamos empezando a documentar cepas en las cuales se ha demostrado una disminución en la sensibilidad a este grupo de antibióticos”.
¿Cómo se transmite Streptococcus pyogenes?
“El estreptococo del grupo A es muy contagioso y principalmente se transmite de una persona a otra a través de gotitas respiratorias (por ejemplo, al hablar, toser, estornudar) o a través de contacto directo (contacto con llagas en la piel inflamada, compartiendo objetos contaminados con secreciones, besos, entre otros”, aportó el doctor Neme.
En tanto, para los expertos de Mayo Clinic, “la bacteria estreptocócica se puede contagiar a través de las gotitas que se liberan cuando alguien que padece la infección tose o estornuda, o al compartir comidas y bebidas. También es posible adquirir la bacteria de un picaporte u otra superficie y trasladarla a la nariz, la boca o los ojos”.
Mientras que desde el Departamento de Salud del Estado de Nueva York aportan: “Estas bacterias se contagian por contacto directo con secreciones nasales o de la garganta de personas infectadas con lesiones cutáneas infectadas. El riesgo de contagio es mayor cuando la persona se encuentra enferma, por ejemplo, cuando las personas tienen estreptococos en la garganta o en una herida infectada. Los portadores asintomáticos de la bacteria son mucho menos contagiosos. El tratamiento de una persona infectada con un antibiótico apropiado durante 24 horas o más, elimina la posibilidad de contagio con la bacteria”.
Qué debe hacerse ante la transmisión de Streptococcus pyogenes
“Es importante destacar que la causa más común del dolor de garganta (faringitis) son virus, no bacterias. Los virus no se tratan con antibióticos y, por eso, el uso de antibióticos en casos virales está contraindicado ya que lleva al incremento de resistencia bacteriana”, planteó Neme.
Al tiempo que destacó: “Por lo general, los síntomas de la faringitis por estreptococo aparecen de dos a cinco días después de entrar en contacto con la bacteria. Los síntomas más comunes incluyen fiebre, dolor al tragar, dolor de garganta, e inflamación en los ganglios del cuello. Característicamente, las infecciones de garganta por estreptococo no causan ni tos ni excesiva congestión nasal o conjuntivitis. Las personas que aún no tienen síntomas pueden contagiar. Si una persona tiene síntomas compatibles con faringitis por estreptococo, debe buscar atención médica para hacerse un hisopado para confirmar la infección ya que, si se confirma, deberá tratarse con antibióticos”.