Para The Economist, a 100 días de asumir Milei puede presumir de un “verdadero éxito económico”
El reconocido medio británico, The Economist, dedicó un nuevo artículo al presidente argentino, Javier Milei, esta vez analizando su desempeño como mandatario nacional durante los primeros 100 días de gestión. La publicación se centra principalmente en los aspectos positivos de las decisiones tomadas por el nuevo Gobierno, pero no deja de lado algunos temas sensibles, como el avance de la pobreza, la caída del consumo y los elevados índices de inflación.
Para resumir su perspectiva sobre el inicio de gestión, The Economista plantea que “después de 100 días (Milei) puede presumir de un verdadero éxito económico”.
“Su popularidad se mantiene, incluso cuando carece de apoyo en el Congreso. Si puede mantener al público de su lado hasta las elecciones de mitad de período a fines del próximo año, podría reforzar drásticamente su influencia y, por lo tanto, su capacidad para rehacer la economía de Argentina. Pero los argentinos ya están sufriendo profundamente y podrían abandonarlo mucho antes. Eso sería un golpe para los reformadores radicales de todo el mundo”, comentan.
El artículo enumera algunos de los que considera “éxitos económicos” del mandatario nacional. “Para demostrar que no habrá más impresión de dinero, Milei está obsesionado con lograr un superávit presupuestario, lo que significa que el gobierno cobra más impuestos de lo que gasta. Dice que logrará un superávit (antes del pago de intereses) este año del 2% del PIB (Producto Interno Bruto), un gran cambio con respecto al déficit del 3% del año pasado. Tanto en enero como en febrero, el gobierno logró superávits mensuales, los primeros en más de una década”, destaca el artículo.
En el párrafo siguiente se hace mención a la “motosierra de Milei” y se destaca el recorte a los subsidios a la energía y el transporte, las transferencias a las provincias y los gastos de capital. “También se apoyó en otra herramienta: la licuadora. Aumentar el gasto por debajo de la inflación es una reducción en términos reales, conocida en Argentina como licuación. El gasto en pensiones contributivas, la partida presupuestaria más importante, cayó casi un 40% en términos reales en comparación con los dos primeros meses del año pasado”, señala el medio inglés.
Asimismo, la nota destaca otros dos grandes movimientos. “En diciembre devaluó el peso en más de 50% para cerrar parcialmente el abismo entre el tipo de cambio oficial y el del mercado negro. Sin embargo, eso elevó la inflación. Lo mismo ocurrió con los recortes de las tasas de interés en diciembre. Normalmente, los bancos centrales suben los tipos para luchar contra la inflación. El razonamiento del banco era que la reducción de las tasas reduciría los pagos de intereses de sus propios bonos, reduciendo la cantidad de dinero en circulación. La inflación se disparó inicialmente a una tasa mensual del 26% en diciembre. Eso perjudicó a los argentinos, pero sobrealimentó la licuadora de Milei”, analizan.
“El gobierno dice que sus resultados justifican sus difíciles decisiones”, destaca The Economist. “Además de los superávits fiscales mensuales y la inflación que ahora tiende a la baja, la brecha entre el tipo de cambio oficial y el del mercado negro es solo de alrededor del 20%. Las reservas de divisas han crecido en más de 7.000 millones de dólares. Y el gobierno extendió con éxito el vencimiento de los montones de deuda en pesos, reduciendo la presión sobre el Tesoro. El FMI está satisfecho; Los mercados están empezando a creer. El índice de riesgo país de Argentina, una medida de la probabilidad de impago, ha tenido una tendencia tranquilizadora a la baja”, apuntan.
Los problemas de la Argentina
Para The Economist, hay problemas de “mucha gravedad” en el país que presentan un enorme desafío para la gestión de Milei. “Golpeados por la inflación, se estima que el 50% de los argentinos están en la pobreza, frente al 38% de septiembre pasado. En términos reales, los salarios se han retrasado 20 años, calcula la consultora Invecq. Además, la economía se contraerá un 4% este año, calcula el banco Barclays”, sostiene la publicación.
Por otro lado, explican que estas dificultades pueden llegar a ser especialmente peligrosas para los presidentes en Argentina, literalmente. “En 2001, uno huyó de la Casa Rosada, el lugar de trabajo presidencial, en un helicóptero por temor a los manifestantes violentos”, recuerdan.
Sin embargo, reconocen que los índices de aprobación de Milei siguen siendo notablemente altos, en torno al 50%, a pesar del dolor económico. “Esto se debe principalmente a que ha logrado culpar a la casta de poner a Argentina en este lío”, remarca el sitio inglés.
“Aun así, los primeros 100 días de Milei están marcados por serios problemas. Más allá del dolor, el plan económico está plagado de incertidumbres. Uno de los riesgos es el tipo de cambio. En un intento por frenar la inflación, el gobierno está devaluando el peso en un 2% cada mes. Sin embargo, con una inflación mensual muy superior al 2%, probablemente sea menos de lo necesario. Por desgracia, un avance más rápido o una devaluación brusca y repentina provocaría más inflación”, comentan desde The Economist.
Dolarización e incertidumbre
Para el medio inglés, inevitablemente Argentina pronto tendrá que cambiar a un nuevo régimen monetario y cambiario. La pregunta, plantea, es cuándo, y a qué régimen.
“El plan de Milei es eliminar los controles de capital y unificar los tipos de cambio. Pero, ¿introducirá el gobierno un programa monetario ortodoxo en pesos o tratará de dolarizar la economía? La promesa de campaña de Milei de dolarizar se ha vuelto vaga desde que asumió el cargo. El gobierno ahora habla más de ‘competencia cambiaria’ (permitir transacciones en dólares o pesos)”, sostiene el medio inglés.
“Sin embargo, cuando se le pregunta si la dolarización está fuera de la mesa, Pablo Quirno, el secretario de Hacienda, se equivoca. La dolarización es ‘una forma de enterrar básicamente la máquina de imprimir [dinero]’, dice. Es ‘más bien una discusión moral’. La incertidumbre ya está causando nerviosismo entre los inversores. El gobierno también ha insinuado que buscará un nuevo programa del FMI, tal vez por valor de 15.000 millones de dólares, pero eso también puede ser difícil sin planes más claros”, agrega el artículo.
Finalmente, destaca que el superávit de febrero fue menor que el de enero y remarca que la recesión está golpeando duramente los ingresos fiscales. “Uno de los grandes ahorros fue en los subsidios a la energía, pero gran parte de eso solo se aplazaron, no se cancelaron”, subraya The Economist.