Graciela Fernández Meijide habló del spot del Gobierno sobre los 70 y la dictadura: “Es un video prescindible, viejo y aburrido”
Graciela Fernández Meijide tiene una condición singular en el espectro amplio y diverso de las organizaciones derechos humanos. Madre de Pablo, un adolescente de 17 años que fue arrancado de su casa y desaparecido hasta hoy, participó de la lucha por la Verdad, la Justicia y, todavía, de la Memoria. No le gustó nada el video que publicó el gobierno de Javier Milei sobre el 24 de Marzo y compartió su mirada crítica sobre la idea de “la verdad completa”.
En diálogo con Infobae, la integrante del Club Político Argentino y una de las referencias obligadas respecto de la lucha por los derechos humanos cuestionó que en el spot que filmó Santiago Oría -el documentalista personal de Mileik- aparecieran tanto Juan Bautista “Tata” Yofre, como el ex guerrillero montonero Luis Labraña.
“El video es absolutamente prescindible, se lo mire por donde se lo mire. Es una cosa aburrida, vieja, antigua. Es un mal video comparado con la realidad de lo que fue la marcha”, aseguró la dirigente de derechos humanos, que mantuvo una posición crítica respecto de la relación que tuvieron las organizaciones como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo con el kirchnerismo, tanto con Néstor como Cristina cuando fueron presidentes y después.
Para Graciela Fernández Meijide “la marcha fue buenísima, como hace mucho tiempo que no teníamos. Más allá de que la izquierda tuviera que esperar a que salieran los demás para entrar ellos, es decir, que hubo una conmemoración dividida, pero la gente que fue independiente fue enorme, personas y familias que no estaban encuadradas en nada”.
“Habría que ver qué significaba eso, porque hace rato que no va tanta gente ‘suelta’, sin pertenencia política o social definida”, consideró una de las integrantes más activas y de trabajo más comprometido de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP).
-Le pido una reflexión sobre el mensaje de “la verdad completa” que transmitió el gobierno. ¿Qué opinión tiene?
-Este hombre (por el presidente Javier Milei) no sabe historia. Cuando Raúl Alfonsín asumió, ordenó primero la investigación de los hechos y por eso se crea la Conadep. Después se avanzó con el enjuiciamiento de las Fuerzas Armadas y también el enjuiciamiento de los jefes de las organizaciones guerrilleras armadas. Por eso estuvo preso Mario Firmenich y Roberto Perdía, que murió la semana pasó, pudo regresar al país.
-Es un tema que se ignora o se olvidó…
-Claro que se olvida. Como se olvida que a ellos los liberó Carlos Menem con sus indultos. Los liberó a los militares y a los guerrilleros, a todos.
-¿Y por qué cree que aparece esta idea entonces de la verdad completa?
-Porque quieren desmentir lo que se hizo, quieren negar lo que existió. Nadie cuestionó la CONADEP, jamás. Ese informe, que cuando llegó el momento de la justicia federal, fue la base y los fundamentos del juicio, tampoco fue cuestionado. Nunca. El juicio completo no fue cuestionado, ni por la Corte Suprema. Al contrario, fue refrendado.
-Pero entonces cuál es su interpretación de este mensaje.
-Sacan un pedazo de la historia. Yo sé, Facundo, el dolor de quien pierde a un hijo. Es lo mismo que lo maten unos o que lo maten otros. Es una vida, un hijo, un padre a que te matan. Entiendo el dolor de aquellos que eran familiares de víctimas de las organizaciones armadas. Lo que no se puede comparar es lo que pasó con todos esos crímenes. Los militares, cuando tomaron el poder, podían haber hecho justicia, mediante la actuación de los jueces, y en lugar de eso, privilegiaron la represión y el terror que produce la desaparición. Lo que se castigó fue eso.
– ¿Pero no tiene sentido iluminar, atender a un grupo de víctimas que no tuvieron tal vez de parte del Estado una contención o un reconocimiento? ¿No es una deuda de la democracia?
-¿Qué podría ser un reconocimiento? ¿Un homenaje como el monumento que se hizo en la Costanera? Los militares se hicieron Justicia, ellos se hicieron justicia. Enjuiciaron en secreto, mataron y desaparecieron, no dieron derecho a la defensa. Cuando el que moría había sido un oficial -por ejemplo un teniente- sus restos la familia los tenía y los podía enterrar. Los ascendían, con lo cual cobraba una remuneración mayor, legítimamente. Todo esto no pasaba con los desaparecidos. No había cuerpos, no había reparación.
-¿Cree que esta mirada el gobierno de Milei no la contempló?
-Los militares durante la dictadura se hicieron Justicia por propia mano, que es lo más opuesto a un sentido de Justicia que se puede decir. Había una señora Barjacoba que estaba declarando como testigo en el juicio. El hijo se especializaba en hacer bombas. Lo detuvieron, lo desaparecieron y nunca más se supo nada de él. La señora brindó todo el detalle de cómo lo secuestraron al hijo y terminó diciendo: Señores jueces, yo sé que mi hijo fabricaba bombas, pero se merecía un juicio como este.
Fue una charla breve. Graciela Fernández Meijide atendió como cada 24 de marzo a innumerables periodistas y dirigentes políticos. Con Infobae y tantos otros habló de un pasado que vuelve, impiadoso, una y otra vez. A sus 93 años, sigue luchando, no sólo por Pablo.